Diseño de Roberto Duato VeyratELCHE. Este jueves Volem Palmerar presenta su proyecto de la Xarxa Verda i Blava. Una iniciativa que ofreció al Ayuntamiento, sin suerte, y que volvió a poner encima de la mesa en los presupuestos participativos autonómicos. Pasó el filtro de la conselleria y se financió un proyecto básico en el que el arquitecto paisajista Roberto Duato Veyrat ha desarrollado un programa que implica coser los huertos históricos del palmeral con distintos itinerarios, pero no solo eso. También plantea por ejemplo la puesta en valor del Hort de Pontos, del huerto del Hort del Gat o la renaturalización del Vinalopó en su tramo urbano (desde el comienza el tramo urbano hormigonado, hasta el Assut dels Moros). Una de las cuestiones que enfrentó a PSOE y Compromís en la legislatura, al vetar los primeros la propuesta de los segundos.
Se presenta con el interrogante de si la administración valenciana, o la local, con nuevos Ejecutivos, hacen suya esta propuesta y si en ese caso la incluyen en sus respectivas cuentas o si optan por buscar fondos ajenos para su impulso. Se propone mejorar la imagen 'verde (por las palmeras) y azul (por las acequias y el río)', con la creación de espacios y corredores, junto a la renaturalización del Río Vinalopó, la Red de Senderos del Palmeral y sus acequias y la implantación del proyecto agrícola y de pastoreo y su inclusión, todo ello, en la infraestructura verde de territorio.
Sobre esa situación del río, se indica en el programa que es ya un río "desnaturalizado, impersonal y canalizado". La calidad de sus aguas es pésima, porque durante su recorrido es utilizado como desagüe: aguas que vienen de las depuradoras con nitrógeno, fósforo y metales pesados. Otra problemática son los vertidos periódicos de toallitas higiénicas y vertidos análogos que se acumulan aguas abajo en la vegetación de ribera y zonas adyacentes, cuando hay precipitaciones intensas. Asimismo, se encuentra separado de los huertos que conforman el palmeral con una fragmentación y ruptura en la continuidad verde de la ciudad y por otro lado "es un río encajonado en un ancho de 18 metros y muros de 8 metros de altura, sin ninguna estética ni función social y ambiental". El tablero del río se construyó para que la escorrentía cogiera velocidad en lluvias fuertes, evacuando rápidamente las aguas.
Así, el río presenta un ecosistema con importantes afecciones, precisamente con la transformación de su morfología natural, destacando el estudio el encauzamiento, pero también "la sobreexplotación de los acuíferos, el deterioro de sus hábitats fluviales y de las poblaciones de flora y fauna asociadas, incluyendo la presencia de especies invasoras, y la degradación paisajística general que muestra". Además, se mantiene hasta desaparecido en algunas zonas de su cauce debido a la contaminación por residuos urbanos y agrícolas. Sufre también la amenaza a los hábitats y a las especies de alto valor ecológico que alberga y a la carencia de los valores ambientales y la funcionalidad ecológica de los ecosistemas acuáticos, entre otras cuestiones. Para su recuperación, por tanto, se recomienda elaborar un Plan director de Recuperación del Río Vinalopó.
Desde esta problemática del río, el programa estudia soluciones a nivel global: mejora ambiental y paisajística, recuperación de la función ecológica del cauce, generación de espacios de movilidad sostenible; utilización de energías sostenibles; integración y continuidad ambiental y paisajística con el palmeral, los ecosistemas naturales y el pantano; oportunidades sociales, educativas y formativas; aumento de la infraestructura verde e innovación turística.
Se propone integrarlo a su paso por la ciudad con el palmeral, lo que el arquitecto señala que "es una necesidad urgente para la ciudad, pues está desconectado del palmeral al que da vida, separa visualmente la ciudad e incumple la función social y ambiental que el municipio espera conseguir". Propone la renaturalización de sus márgenes y la recuperación del cauce natural con sendas y corredores verdes que conecten con pasillos de vegetación autóctona, lo que facilitaría un acceso adecuado de los huertos al río, su imagen y función social y ambiental, con continuidad hasta su desembocadura, junto a la recuperación de su DPH (Dominio Público Hidráulico), "gravemente afectado en su cauce final, llegando hasta el Parque Natural del Hondo".
Con ello pretenden implantar un modelo de ciudad más sostenible, "facilitando el desplazamiento a pie y en bicicleta, reduciendo el uso del coche y del transporte público. Con ello conseguimos aumentar la biodiversidad dentro del entorno urbano de Elche; disminuir la polución de la ciudad y que no se formen islas de calor, bajando la temperatura y ayudando a combatir los efectos del cambio climático". Y expone una serie de estas actuaciones en distintas fases para actuar, como la mencionada integración con el palmeral, el rediseño del paisaje de ribera del río, la recuperación del estado natural del cauce, el impulso de proyectos atractivos, mejor gestión del agua y residuos y regeneración del medio ambiental.
El programa asevera que la vegetación de ribera mejorará el comportamiento hidrológico e hidráulico de la cuenca, "favoreciendo que en la llanura de inundación se produzca almacenamiento de agua, retrasará de las avenidas, reducirá los daños producidos por la erosión en las márgenes, reducirá la sedimentación aguas abajo y mejorará la recarga acuífera". Que la vegetación ejercerá como reguladora general de la cuenca y efecto de “zona tampón”, protectora de la corriente fluvial, retendrá la escorrentía, los sedimentos y los nutrientes, y que la vegetación de ribera ejercerá "una importante influencia sobre el funcionamiento del ecosistema fluvial, favoreciendo la formación de refugios, el sombreado del agua y el aporte de materia orgánica". Las riberas arboladas mejorarían el paisaje urbano e incrementarán el interés y el potencial sociocultural del tramo.
Sobre otras funciones, la lámina de agua como las orillas incrementarán la conexión de los hábitats situados aguas arriba y aguas abajo del tramo que atraviesa la ciudad, y, por tanto, las comunidades de flora y fauna tanto acuática como terrestre. Las revegetaciones previstas, de alcance moderado y muy mesurado en su desarrollo potencial, contribuirán a la laminación de las crecidas del río, "como ya lo hace la vegetación actualmente existente en el tramo situado aguas arriba de la ciudad". Y a nivel social se recuperará un estado paisajístico más interesante para la contemplación y para el verdadero acercamiento al río de los ciudadanos. "De esta forma, se recuperará una valiosa función cultural del río a su paso por la ciudad, al mostrar la dinámica de la naturaleza cambiante en formas y colores según las estaciones del año, que contribuye notablemente a la educación y la sensibilización ambiental".
En cuanto a los huertos, se incide en que el uso urbano ha alterado la estructura tradicional con modificación de delimitaciones, red de riego y caminos tradicionales. Junto al avance de la construcción, aparcamientos, ha tenido lugar una pérdida de superficie agrícola y riego. El palmeral también se encuentra fragmentado, con huertos incomunicados entre sí por calles y edificios "y presenta un progresivo deterioro y degradación en la estructura y morfología característica de los huertos y que este programa ha podido comprobar". Destaca el abandono de la explotación agrícola, tanto de la palmera como desaparición del cultivo asociado; descuido de las labores de mantenimiento, conservación y riego tradicional; abandono de la vivienda y construcciones auxiliares; la compra de parcelas por la administración supone "la pérdida de la forma de vida particular de los huertos y con ella, sus trabajos tradicionales, costumbres y tradiciones y dificultan así la transmisión patrimonial entre generaciones"...
Pastureo en el Hort del GatPor ello se plantea dotar el Raval de le Portes Encarnades, de Santa Teresa y el Pla de San Josep con elementos referenciales de imagen y sensaciones, "entre los cuales la apertura a cielo abierto de tramos de acequias e incorporando la dinámica social de los barrios una actividad cultural y turística que el Palmeral vivo puede generar". También habla de recuperar la actividad agrícola y de pastoreo en los huertos situados en el corazón del Palmeral Histórico como el hort dels Pontos, hort de Sempere, hort del Sol, hort de la Rogeta y hort de les Almasseres, junto a otros como el de Mareta, hort de Felip, hort del Pastoret, que "conforman la tipología del mosaico agropecuario productivo del Palmeral de Elche". El programa esgrime que esta actividad tendría la capacidad de capturar CO2 de manera permanente mediante el cultivo de pastos herbáceos. "Un total de 25 hectáreas aproximadamente netas de sumidero de carbono, sin menoscabo de la unidad paisajística de referencia que lo auspicia, el Palmeral y ofrecer una imagen actualizada de la Cultura Phoenícola del municipio de Elche".
Por otra parte, además de tejer esa red de conexión entre huertos, el arquitecto hace énfasis en la recuperación de algunas de las acequias de riego. "Esto permitiría recuperar el riego tradicional de muchos bancales y su cultivo, presentando así un aspecto verde y florido y asegurar unos caudales de mejor calidad, ofreciendo la imagen y el sonido del agua discurriendo entre palmeras". Actuaciones que explica ayudarían a reducir la temperatura del aire, retener partículas en suspensión, reducir niveles de estrés, mejor salud física y mental o aumento de la cohesión social y sentido de comunidad, entre otras.
Tramo de renaturalización del cauce del Río y propuesta de conexión al palmeralPor último, y en cuanto a iniciativas concretas, para Pontos, estima que la casa que se está restaurando "debería dar la utilidad que históricamente tenía como casa del agricultor, mostrando cómo era la vida y el uso de estos huertos". Allí el PP pretende crear una suerte de subsede del Museo de Pusol en el casco urbano, de igual forma que ya ha planteado el destapado de acequias en otras calles como Curtidores. Y sobre otro inmueble que está en obras, la casa del Hort del Gat, el estudio destaca que la parcela, de 59.651 m2 y que supone uno de los huertos y jardín de mayor potencial, se propone su recuperación y mejora donde se realicen actividades propias de concienciación del palmeral y se comparta el uso “festivo y cultural” que el ayuntamiento de Elche propone para el edificio de la antigua estación Phoenix, con los entes de gestión, de mantenimiento y de vigilancia del Palmeral para actividades de promoción del palmeral y de formación
