ELCHE. Pistoletazo de salida para la ansiada 'Variante Torrellano', que desviará la actual línea de Cercanías C-1 entre Alicante y Elche para poder conectar ambas ciudades con el aeropuerto. Eso sí, por ahora se ha dado el primer paso, la adjudicación de la redacción del proyecto básico y de obras por un montante de 2,4 millones de euros. Un diseño que se estima finalizado para 2026. Después quedaría licitar el proyecto para materializar la actuación, por lo que aún queda un largo recorrido. Eso sí, ya empieza el trámite administrativo.
Tal y como estaba previsto por el operador Adif, se esperaba adjudicar a principios de 2023 el diseño y así ha sido. Se presentaron una decena de compañías del sector, siendo finalmente la adjudicataria una Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Geocontrol e Inse Rail (bautizada UTE Aeropuerto Alicante), por un montante total de 2.478.518,76 euros. La primera, una consultoría de ingeniería dedicada a la obra civil, y la segunda una ingeniería especializada en distintos ámbitos del sector ferroviario. El contrato contempla una primera fase de la redacción por un plazo de 24 meses, quedando una segunda de 14 meses para la realización de posibles informes o modificados del proyecto que se puedan plantear durante su ejecución. En total, algo más de tres años, de ahí ese calendario previsto de 2026 como máximo para finalizar la redacción del proyecto.
Se encargarán de diseñar la construcción de la plataforma y vía del tramo, que constará de unos 5 kilómetros de plataforma para vía doble, en variante de nuevo trazado, con un tramo soterrado entre pantallas de unos 1.400 metros de longitud, donde se sitúa la nueva estación de acceso al aeropuerto. El tramo comienza en el entorno del cruce de la línea existente con el trazado de la Variante de Torrellano —sobre el punto kilométrico 8+200— y el final del tramo se corresponde con el final del trazado de la Variante de Torrellano —en el 12+653—, donde volverá a conectar con la línea existente después del desvío hacia el aeropuerto. Esta 'Variante Torrellano' prevé la electrificación de la nueva línea, aunque no es cuestión de este contrato. Se hará en una licitación aparte. Mientras se construye la Variante, el Ministerio se ha comprometido a electrificar de forma provisional el tramo entre Elche y Alicante.
Asimismo, la UTE deberá definir esta nueva estación a todos los niveles, también arquitectónico, con los andenes soterrados, el vestíbulo de atención al cliente, el pasillo de conexión con el resto de dependencias de la terminal aeroportuaria, el paso inferior de conexión entre andenes, etc. Con este proyecto básico y de obras entregado, el Ministerio podrá empezar el expediente de contratación para la ejecución de esta primera fase de la Variante, y que conllevará su consecuente proceso de expropiaciones, licencias, permisos oficiales, exposición pública... Un largo recorrido. De hecho, como ha venido contando este diario, el coste total de toda la Variante se ha estimado en unos 350 millones de euros y un plazo de hasta diez años para su ejecución. Los plazos de la redacción muestran lo laxos que son en estas grandes infraestructuras. En este caso, con un proyecto que lleva más de una década de retraso.
En este sentido, cabe recordar que esta actuación se circunscribe a ese ramal de conexión con el aeródromo. Seguiría la entrada a Alicante que actualmente tiene lugar por San Gabriel y que es la que se abordaría en la Fase II, que conlleva el tramo que comienza con el final de esta Fase I y discurre en dirección Norte-Sur hacia el entorno de la ciudad de Alicante, donde entronca con su red ferroviaria. Ello eliminaría las vías del tren del litoral alicantino, reclamado durante años por los vecinos, y evitando también el rodeo que da actualmente el tren para entrar a la ciudad después de su paso por San Gabriel. Con su consecuente reducción del tiempo de trayecto.