ELCHE. Los restos arqueológicos vuelven a aparecer en escena en unas actuaciones del casco histórico ilicitano. En este caso, en el Museo de Arqueología e Historia de Elche (Mahe), donde las actuaciones de reforma de la primera fase del museo han descubierto lo que parece un arco abovedado en el hueco del ascensor. Lo que ha obligado a la Junta de Gobierno este jueves a paralizar las obras durante un mes hasta que se amplíe la información sobre estos restos.
Un hallazgo que ha tenido lugar en el hueco del ascensor, ya que una de las cuestiones que implica esta primera fase es la sustitución del elevador por uno de gran envergadura, un montacargas para piezas más grandes o para que puedan subir las personas con movilidad reducida. Se dio parte a la Conselleria de Cultura, según informaba el portavoz adjunto, Claudio Guilabert, y ahora la administración autonómica ha requerido un informe más amplio sobre el hallazgo, para determinar su posible importancia o no y si hay que profundizar en las catas o se puede cubrir y continuar la obra.
La paralización tendrá de momento la duración de un mes para ver de qué época data, qué es y cuál es su contexto. Aunque según explican algunas fuentes, si el arco es abovedado, quizá podría ser gótico y por tanto al menos del siglo XV, pero aún es muy pronto para conocer más. Por lo pronto, el arqueólogo municipal está también supervisando la intervención, que está llevando a cabo Alebus, y el momento desde la concejalía de Cultura no se ha precisado más información porque es una fase todavía incipiente de ese análisis. Se tendrá que elaborar un informe sobre lo hallado. Sí consta que por debajo de esa zona pasa la Acequia Mayor del Pantano en dirección a Carrer Major de la Vila, algo que ya se encontró en 1999.
Si bien el proyecto supone una reforma integral, en esta primera fase se instala un nuevo sistema de climatización, cambios en las vitrinas y un montacargas de gran capacidad para piezas más grandes, aunque sin duda lo más relevante es el vaciado de las actuales salas X, XI y XII, coincidentes con la época islámica, de convivencia islámica y cristiana y contemporánea. Aunque originalmente se iban a guardar estas piezas hasta una fase mucho más adelante, el Ejecutivo ha adelantado esa parte, por lo que esas piezas quedarán instaladas de forma permanente en la actual sala temporal (cuando finalice la exposición que hay ahora), quedando las salas X, XI y XII como las futuras salas temporales; dos plantas que permiten más flexibilidad, con mayor espacio, y que miran de reojo a un posible regreso de la Dama de Elche.