El nuevo presidente de la Autoridad Portuaria de Alicante, Luis Rodríguez, junto al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, y el diputado provincial, Carlos Pastor. Foto: MARGA FERRERALICANTE. Arranca una nueva etapa para el Puerto de Alicante con el nombramiento del hasta ahora presidente de Fempa, Luis Rodríguez, como nuevo titular de la Autoridad Portuaria de Alicante (APA), en sustitución de Julián López. Una vez confirmada la apuesta del Consell por un perfil empresarial para desempeñar el puesto, con su designación de este viernes, se espera que la incorporación efectiva de Rodríguez se produzca en el margen de los próximos diez días, en cuanto se produzca su ratificación por parte del Gobierno central y el nombramiento se publique en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
A partir de entonces, el nuevo presidente del Puerto se enfrentará a una larga lista de retos y proyectos ya en desarrollo o en ciernes, a partir de las líneas marcadas por sus dos últimos predecesores en el cargo desde el año 2015 (el ahora fallecido Juan Antonio Gisbert y el ya citado Julián López) a las que Rodríguez podría imprimir otro impulso -bien de continuidad o bien de reorientación- en coordinación con el nuevo Consell compuesto por PP y Vox.
Una de las primeras cuestiones que Rodríguez se verá obligado a abordar entre esos desafíos será la defensa de su Plan Especial: el documento de planificación urbanística interno que, junto a la Delimitación de Espacios y Usos Portuarios (DEUP), establece qué tipo de infraestructuras y actividades pueden asentarse entre los límites del recinto portuario. Y no es una cuestión menor, si se consideran dos circunstancias concretas.
La primera, que una de las últimas modificaciones introducidas en esa planificación -la número 5, aprobada en 2019- quedó anulada en sentencia dictada por el Tribunal Superior de Justicia (TSJCV) en diciembre de 2022 y queda pendiente de que el Tribunal Supremo (TS) dirima sobre el recurso de amparo presentado por la Abogacía del Estado para salvar su vigencia. Esa modificación amparaba nuevos usos administrativos y de oficinas sujetos a concesión que favoreciesen la interacción puerto-ciudad en el ámbito comprendido entre la avenida de Loring y el edificio de Panoramis, en el sector de Poniente. Y también el desarrollo de una nueva marina deportiva en el dique de Levante, entre los muelles 10, 12 y 14, ya adjudicada a la empresa Marina Puerta de Alicante.
No obstante, esos planes quedan ahora en suspenso, después de que el TSJ estimase los argumentos recogidos en el recurso de un particular y considerase que, en efecto, el Puerto había aprobado la modificación del Plan Especial sin haber validado antes el cambio de la DEUP con los mismos objetivos, como resulta procedente.
Así, en el supuesto de que el TS ratifique la anulación de dicha modificación del Plan Especial por defectos de trámite, el Puerto deberá promover un nuevo acuerdo que repare los defectos formales en su recorrido inicial. Siempre, claro está, que se persistiese en el objetivo de amparar esos nuevos usos.
La segunda cuestión vinculada con la regulación urbanística interna también tiene que ver con otra modificación de ese marco que proporciona el citado Plan Especial. En este caso, se trata de la séptima variación, cuya tramitación ya está iniciada con el propósito de dar cabida a la construcción del centro de congresos y de la nueva sede operativa de Suma que promueven de manera conjunta la Diputación y el Ayuntamiento de Alicante entre los muelles 7 y 9, a espaldas del nuevo edificio de Distrito Digital inaugurado el pasado mes de abril.
El cambio resulta indispensable para que puedan desarrollarse sus obras. Y, en principio, sigue pendiente de que se concreten los datos definitivos sobre los volúmenes de los edificios que se plantea construir. Hasta ahora se cuenta con estimaciones. Pero todo parece indicar que esas cifras podrían conocerse de forma detallada en cuanto se falle el concurso de selección de anteproyectos convocado por la institución provincial para elegir su diseño, que ahora se encuentra en fase de evaluación.
Rodríguez toma, además, las riendas del Puerto en un contexto en el que se ha apostado por la diversificación de sus actividades, ahora ya no solo ligadas a la logística o al transporte de mercancías, sino ampliadas también hacia el ámbito de la innovación, de las empresas de base tecnológica y a la configuración de centros de negocios. Prueba de ello es el asentamiento de dos sedes distintas de Distrito Digital -una en los bajos de la terminal de cruceros y otra en el nuevo edificio construido en el muelle 5- además de la transformación del antiguo centro de ocio de Panoramis en el centro empresarial Panoramis Life&Business o la puesta en marcha del centro de negocios Business World Alicante en la antigua Casa del Mar.
Esa transformación fue, de hecho, la que motivó el impulso de la sexta modificación del Plan Especial (ya aprobada de forma definitiva), de modo que se contemplase mayor superficie de suelo apta para el asentamiento de usos administrativos en el sector de Poniente. Con todo, ese camino sigue sujeto a nuevas ampliaciones en base a la propuesta que dejó trazada el anterior Consell del Botànic para las antiguas naves de Amaro puestas a disposición de la Conselleria de Innovación.
De hecho, según fuentes consultadas, se estaría trabajando en el convenio regulador de esa concesión, ya validada en el consejo de administración del Puerto, para que se pudiese ejecutar la toma de posesión efectiva del edificio. En principio, la intención del departamento autonómico durante la etapa de Josefina Bueno era reconvertir ese inmueble en un hub también dedicado al desarrollo tecnológico y la innovación, con la ambición de que pudiese extenderse, después, al área comprendida por el antiguo barrio de Heliodoro Madrona y al edificio de la estación provisional de autobuses (en el caso de que se despeje su posible traslado a una ubicación definitiva). Ahora es la misma conselleria pero bajo las órdenes de Nuria Montes quien sigue interesada en las naves, aunque no se ha llegado a precisar con qué fines concretos.
Otro de los retos a los que Rodríguez deberá enfrentarse es el del relanzamiento de la terminal de cruceros, tras la adjudicación de su gestión a Global Ports Holding (GPH) y Servicios Portuarios Canarios (Sepcan), para mantener o incrementar el tráfico de pasajeros procedentes de buques turísticos. Hasta ahora, está confirmada la continuidad del puerto base de MSC Cruceros hasta 2025 y se espera seguir creciendo en número de escalas en 2024 con un segundo récord consecutivo tras el que se alcanzará este 2023.
Panorámica del Puerto de Alicante.Así, el objetivo sería reforzar esa apuesta con la posibilidad de lograr un segundo puerto base de una posible segunda naviera que procure mayor continuidad diaria en la presencia de cruceros en Alicante.
Rodríguez recalará en el Puerto en el momento en el que podría dirimirse el futuro del proyecto promovido por XC Business 90 para la instalación de una planta de almacenaje de combustible en la terminal de mercancías que gestiona TMS en régimen de concesión. Su desarrollo -amparado por la modificación de la concesión de TMS que se aprobó en 2019- sigue pendiente de licencia municipal, a la espera de que el TSJCV se pronuncie sobre la desestimación del permiso por silencio administrativo, o de que se pueda conceder esa autorización de obra y actividad por el trámite ordinario.
Por lo pronto, la compañía acaba de plantear a TMS la reactivación de la segunda fase de esa propuesta, con 12 depósitos, y la inclusión de una tercera, con otros dos más, hasta llegar a un total de 20, después de que haya decaído el límite de distancia respecto a núcleo habitado que introdujo el anterior Consell del Botánic en diciembre de 2021.
Hasta ahora, la nueva Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio ha apuntado respecto al posible desarrollo de esa iniciativa que se actuará en coordinación con el Ayuntamiento de Alicante conjugando el interés medioambiental con el desarrollo económico y social. Y el alcalde, Luis Barcala, ha abogado, al respecto, por seguir promoviendo el nuevo modelo económico diversificado que ya ha comenzado a implantarse en el Puerto, sin ver motivos para el cambio.
Al tiempo, entre esos planes de futuro más relevantes, el nuevo presidente del Puerto también tendrá la oportunidad de trabajar para incrementar las cifras de tráfico de mercancías. En la actualidad, cerca del 50% de ese tráfico depende del transporte de graneles sólidos y líquidos, ahora canalizado desde la terminal específica con nave cerrada explotada por Eiffage Infraestructuras. Y el resto se corresponde básicamente al tráfico de contenedores y a la conexión con Canarias.
El propio Rodríguez ya ha anticipado en sus primeras declaraciones públicas después de que trascendiese su nombramiento que su objetivo era conseguir que el Puerto creciese como canal de las exportaciones de la provincia de Alicante para sectores como el hortofrutícola, por ejemplo, frente a otras opciones como la del Puerto de València. Por lo pronto, contará con la ventaja de disponer de una segunda terminal de mercancías para poder alcanzar ese propósito en cuanto se produzca la puesta en marcha de las instalaciones a cargo de JSV, además del aliciente de contar con otro nuevo operador logístico del tamaño de Dachser, ya posicionado en su Zona de Actividades Logísticas (ZAL).
Por último, también tendrá la oportunidad de intensificar las medidas para mejorar la conectividad entre el Puerto y el casco urbano en el que se integra, después de que ya se hayan desplegado actuaciones como la ampliación del Parque del Mar o la renovación del paseo central y el del dique de Levante. Por lo pronto, también se ha puesto en marcha la construcción de una isla flotante, provista de un futuro restaurante, con la que se pretende cerrar un circuito abierto al público que recorra toda la dársena interior. Y sigue pendiente de licitarse la gestión de la Lonja Pesquera tras un primer concurso en blanco.
