ALICANTE. En la provincia de Alicante, más del 90% de las empresas son familiares, y muchas de ellas han afrontado ya con éxito el momento del relevo generacional. Para conocer su experiencia y los retos que tuvieron que afrontar en el pasado y el presente, la Asociación de Empresarias y Profesionales de Alicante (Aepa) que preside Marcela Fernández y Alicante Plaza celebraron este miércoles un 'Diálogo Plaza' en la sede de la CEV, con el Grupo ESOC y el Grupo Marjal como protagonistas.
Grupo ESOC, nacido de la unión de la empresa de organización de eventos original (especializada en congresos médicos pero muy diversificada con el tiempo) y la firma de consultoría dedicada a la prevención y el cumplimiento normativo, estuvo representado por su fundadora, Victoria Ramos, y su actual propietaria y directora general, Nuria Pastor Ramos, hija de la primera. En cuanto a Grupo Marjal, estuvo representado por Francisco Gómez, presidente, y Sergio Gómez, consejero delegado junto a Javier Fur, representante de la familia que posee el otro 50% de la empresa.
Dos casos tan atípicos como exitosos de empresa familiar: la primera porque el 'relevo' no fue tal, sino una entrada de la empresa de la madre en el capital de la firma de la hija, que luego ha ido adquiriendo la mayoría de las participaciones del grupo resultante; y la segunda porque no es propiedad de una familia, sino de dos, y porque además ha dado entrada a un fondo de inversión en una de sus líneas de negocio, la de los resorts de Alannia, sin perder el carácter familiar.
La experiencia de ESOC se remonta al Mundial del 82, en el que Victoria Ramos, ya con cuatro hijas entonces, consiguió entrar como jefa de azafatas en la sede de Elche. En el 84 fundó su propia empresa y comenzó a tener cada vez más trabajo, por lo que la 'sede' inicial en su domicilio dio el salto a un local, que ha ido creciendo con el tiempo. "Durante muchos años, tuve que explicar a los clientes que las azafatas eran personas que ayudaban en la organización, y nada más", subrayó. Como pionera, "he tenido que hacer mucha pedagogía".
Su principal reto llegó a los cinco años de fundar la empresa, cuando a su marido le ofrecieron ser jefe de informática para las Olimpiadas de Barcelona. La solución de la familia fue de nuevo 'pionera' para aquel tiempo, pues ella se quedó en Alicante y él se fue a Barcelona con sus cuatro hijas, de forma que era Victoria quien viajaba los fines de semana. Con 60 años, comenzó a pensar en jubilarse y, para garantizar la continuidad de su "quinta hija", su empresa, fue Nuria quien se ofreció a asumirla (ESOC ya era para entonces socia de la empresa de prevención, para financiar su crecimiento sin recurrir a socios externos) y creó un grupo multidisciplinar. Ese atender a dos líneas tan distintas entre sí es para ella su principal reto, explicó.
En cuanto a la prevención y cumplimiento normativo, el principal reto que enfrenta es el de operar en un sector hiper regulado, lo que a su juicio genera incluso rechazo en ciertas cuestiones, como las políticas de igualdad cuando se perciben como una imposición. Y en la línea de eventos, lamentó que de la alta profesionalización que existía al principio se pasó a un paradigma en el que se buscaba "el físico, que fuesen monas", aunque celebró que se está volviendo poco a poco a la situación de partida y que ahora se valora más la capacidad de respuesta, los idiomas, etc.
En cuanto a Grupo Marjal, la experiencia de Francisco Gómez, aparejador, se remonta a los años setenta, cuando tras pasar incluso por el Ayuntamiento como técnico, se lanzó a la aventura empresarial con su socio, José Fur. Inicialmente la empresa se dedicaba solo a la construcción residencial, pero Francisco (Paco) vio la oportunidad del turismo vacacional en forma de camping, y logró convencer a su socio. Se cumplen 25 años de la inauguración de su primer resort en Crevillent, en el que nadie salvo él y su hijo creían al principio.
Sergio Gómez, hoy consejero delegado del grupo y al frente de la línea de resorts, comenzó a trabajar en Grupo Marjal con veintipocos años, y a su juicio la clave del éxito fue pararse a pensar que quería ser la empresa a diez años vista, lo que la llevó a emprender su proceso de profesionalización que le ha permitido ser un referente en la actualidad. "Pasamos de ser una empresa familiar a una familia empresaria", resumió.
Los principales retos que ha afrontado la empresa han sido las periódicas crisis económicas, especialmente la de 2008, aunque los Gómez destacan que "los profesionales del sector no somos especuladores, la crisis nos afectó pero no nos llevó por delante, como a los que venían a dar pelotazos". Sergio, que vivió desde joven la empresa ("yo pensaba que el sábado era laborable al ver a mi padre", rememoró), se incorporó de forma natural, como también a su rol de representante empresarial en la Asociación de Campings, Uepal o la CEV.
En cuanto al análisis de la situación actual y los retos que les quedan por delante a corto plazo, las dos familias empresarias coincidieron en mostrar su preocupación por la inflación, que ha disparado los costes de los proyectos en construcción de Marjal, o reducido la rentabilidad del sector turístico pese a la alta ocupación. También en la incertidumbre, porque a las dos empresas les va bien pero no saben qué ocurrirá el mes que viene, con ciclos cada vez más cortos.
Otro aspecto que preocupa es la falta de personal formado para sus sectores, y la disonancia entre la formación que ofrece la universidad (incluso en másteres donde sus profesores "hace años que no trabajan en nuestro sector", indicó Nuria) y las necesidades de las empresas. "Hemos tenido problemas para encontrar personal para el nuevo hotel-resort en Salou", que además abrió más tarde de lo previsto por el precio de los materiales y la revisión al alza del presupuesto.
Otros problemas analizados fueron la excesiva normativización en España, los retrasos en la concesión de licencias, la reforma laboral o el rechazo a ciertas imposiciones desde los poderes públicos. En todo caso, ambas empresas destacaron su labor en materias como la igualdad o la sostenibilidad, que vienen aplicando de forma natural desde hace décadas aunque "no le habíamos puesto nombre".
