ELCHE. Finalmente será este jueves cuando se firme el protocolo de actuación entre la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Elche por los prometidos 43 millones de euros en forma de inversiones en compensación por la cantidad que desembolsó en su día el Consistorio para expropiar los terrenos donde se levantó la Universidad Miguel Hernández (UMH). Después de infructuosos intentos, finalmente será esta semana cuando se firme, aprovechando al efeméride del 9 d'Octubre, como aseveró el alcalde Carlos González, cuestionado sobre las fechas, porque Puig se había comprometido a firmar el acuerdo en el mes de septiembre.
Como se ha venido contando a cuentagotas, con un documento que apenas se ha visto siquiera por los propios socios de gobierno y varios concejales, siendo un tema que se estaba trabajando desde alcaldía junto con la Generalitat, la idea es que sean inversiones destinadas a la obtención de la Capitalidad Verde Europea en 2030. Propuestas en materia de infraestructura 'verde' de las que poco más se conoce. Será este jueves cuando se presenten, después de que hayan pasado cuatro años desde que en 2018 Puig anunciara que se firmaría este convenio y que 8 millones de euros irían destinado al otrora Centro de Diseño y Moda del Calzado. Hoy, de momento, una learning factory, de la que solo se han invertido más de 700.000 euros para comprar el inmueble de Correos, a la espera de que la consultora vasca Carsa conceptualice este proyecto, que a priori sería el puente entre el tejido industrial y los nuevos procesos innovadores a aterrizar en el proceso industrial. Así como un centro de formación y pruebas en este tipo de tecnologías disruptoras; las conocidas como tecnologías habilitadoras. Por lo pronto, a final de año se quería habilitar una prueba piloto en las inmediaciones, aunque aún no se conoce más sobre la iniciativa. Solo que se ha modificado el PGOU para posibilitar el futuro inmueble de la learning factory.
En retrospectiva, cabe resaltar que González intentó cerrar este acuerdo en 2019 en una visita al Cap i Casal. Con el mismo intento y resultado en 2020. Una cuestión finalmente que se ha convertido en una suerte de elefante en la habitación para Puig, en un asunto incómodo por el que siempre se le preguntaba en sus vistas al municipio, y en los que no había novedad más allá de declaraciones de intencienes. Llegando incluso con la situación más polémica de que el president declarara este año que la deuda ya se había saldado con diversas inversiones en los últimos años, el grueso de inversiones ordinarias en Educación, Sanidad... Algo que trajo cola y que desencadenó en un pleno extraordinario en el que hubo unanimidad para solicitar a Puig que saldara la deuda. Una decisión que cabreó al presidente, y que no entendió.
Fuentes municipales, en cualquier caso, creen que hasta ahora ha habido un problema grave porque desde presidencia no se ha entendido la necesidad y reivindicación de Elche para la firma de este protocolo, habida cuenta de las anheladas inversiones que faltan en distintos ámbitos. Máxime tras los nuevos proyectos que se conocen en Alicante ciudad y que cabrean a colectivos de la sociedad civil por una suerte de 'déficit inversor', como ha reclamado el alcalde; también a Puig, aunque con menor énfasis que por ejemplo con la Diputación de Alicante. Precisamente estas últimas semanas y meses, el presidente Carlos Mazón, también candidato autonómico del Partido Popular, ha venido anunciando inversiones para el municipio como una sede cultural, la financiación del Palacio de Congresos o el estudio del TRAM, intentando cubrir ese hueco que a su juicio el Consell no ha hecho, con su particular deuda histórica. Si este, entre otros asuntos, han hecho que finalmente se acuerde, quedan en el debate y los mentideros políticos. Por lo pronto, este jueves se firmará el esperado protocolo de los 43 millones de euros.