ALICANTE. La provincia de Alicante se ha convertido en una tierra de autónomos. La tendencia que ya se observaba desde mediados de la anterior crisis se acentuó con la pandemia, hasta situar a la Costa Blanca en líder en este tipo de afiliados a la Seguridad Social. De cada 100 cotizantes dados de alta en la Seguridad Social, 21 lo eran por cuenta propia al cerrar el año 2021. Un dato que supera en tres puntos porcentuales la media nacional y que es una mala noticia por varios motivos.
Así lo señala el último informe de coyuntura del Instituto de Estudios Económicos de Alicante (Ineca), presentado este miércoles y relativo al último trimestre del pasado año. Según el informe, que recoge cifras oficiales de afiliación, en la provincia de Alicante había 503.833 afiliados en el Régimen General el pasado 31 de diciembre, mientras que en el de Autónomos la cifra alcanzaba los 136.493 afiliados. Lo que supone que el 21,32% del total de afiliados en la provincia son autónomos, tres puntos por encima de la media nacional (18,2%).
La provincia suma 113 meses consecutivos con crecimientos anuales superiores al dato nacional en lo que a autónomos se refiere, desde agosto de 2012. Pero en este caso, mejorar el dato nacional no es necesariamente positivo, como advierten el presidente de Ineca, Nacho Amirola, y su director de Estudios, Francisco Llopis. No solo porque haya que contemplar un componente de forzosidad (autoempleo como alternativa a la incapacidad de ser empleado por cuenta ajena), lo que no habla precisamente bien del tejido empresarial de la provincia, sino porque el tamaño empresarial es una de las mayores debilidades de la provincia.
"Parece que en muchas ocasiones la única manera de crear empleo sea por la vía de hacerse autónomo, lo que es una debilidad de nuestro tejido empresarial", señala Llopis. Y Amirola advierte de que el gran peso de los autónomos en una provincia caracterizada además por las pymes y micropymes implica "poco tamaño, poca capacidad de invertir e innovar, y una creación de empleo reducida". Precisamente todo lo que necesita el ecosistema empresarial de la provincia para recuperarse más rápido tras el golpe de la pandemia y ahora la crisis de precios y la guerra de Ucrania.
Por otra parte, en cuanto a la inversión en proyectos empresariales, el informe de Ineca refleja que en 2021 se crearon un total de 4.915 sociedades mercantiles, un 4,8% más que en el ejercicio 2019, último antes de la pandemia. Un dato en principio positivo pero que también evidencia que la creación de empresas se recupera a un ritmo menor al nacional, donde el ascenso fue del 7,6%. En todo caso, Alicante creó algo más de 400 empresas al mes durante el pasado año y aporta el 4,9% de todas las creadas en España.
La buena noticia se ve parcialmente deslucida por el hecho de que también se destruyeron más empresas en 2021 que en 2019. Concretamente, se disolvieron 989 mercantiles durante el pasado año, lo que significa que cada mes bajaron la persiana 82 sociedades en la provincia. En 2019 se liquidaron un total de 868, lo que supone que las defunciones se incrementan un 14%, mientras en España se reducían. "Todo ello con la moratoria concursal aún vigente, lo que parece indicar que en el próximo semestre veremos un importante incremento", advirtió Llopis.