Planagumà: "La confianza de Enrique y Juan Carlos es muy grande, pero los resultados son los que son"

15/09/2019 - 

ALICANTE. No sabía si era su última rueda de prensa como entrenador del Hércules, algo que él mismo dejaba entrever al apuntar que en ese momento, minutos después de la finalización del partido ante el Sabadell y con una reunión de urgencia de los propietarios en marcha en las oficinas del club, no le habían transmitido nada desde la cúpula. 

Lluís Planagumà aseguraba que "la confianza de Enrique (Ortiz) y Juan Carlos (Ramírez) en todo momento es muy grande, pero los resultados son los que son", al tiempo que recordaba por segunda vez en tres días que "forma parte de su trabajo" la posibilidad de que fuera destituido. "Estoy muy dolido, aquí se me ha tratado siempre espectacular, entiendo el malestar, la crispación", señalaba el preparador barcelonés que no ponía paños en la herida al referirse a la última de las tres derrotas consecutivas que tienen al equipo en puestos de descenso a Tercera División: "No hemos hecho bien las cosas; hemos intentado tener un centro del campo con balón, posesión (...) pero la sensación no era buena (...) no llegábamos y el rival sí". Para Planagumà, el intercambio de golpes de la primera mitad "fue igualado", pero ya no tras el descanso: "Ellos han hecho el gol y a partir de ahí todo lo que puede ir mal, va mal", señalaba haciendo referencia también a que "incluso con diez" los suyos habían "generado ocasiones", eso sí, "con más corazón que cabeza".

"Cuando el equipo está en una situación desfavorable lo intenta; pasó en Bunyol y hoy también, eso demuestra que quieren"

Preguntado por si se veía con fuerzas para revertir la situación, el entrenador blanquiazul no solo decía verse "capacitado", también que tenía claro "qué hacer" y entendía que sus futbolistas seguían creyendo en él: "El que crean o no crean es subjetivo, yo me quedo en que cuando el equipo está en una situación desfavorable lo intenta; pasó en Bunyol y hoy también, eso demuestra que quieren", apuntaba Planagumà cuya receta para enderezar el rumbo seguía siendo "ganar partidos, dándole la vuelta a las cosas que no controlamos como expulsiones, decisiones durante el choque, además de fomentando la unión y aislando al equipo de los problemas", a la par que restaba importancia a que el siguiente partido fuera también en el estadio José Rico Pérez.

El técnico barcelonés confesaba que notaba a los jugadores "atenazados, imprecisos"; reconocía que "les cuesta salir a presionar bien, ganar duelos", algo que achacaba que "están en el Hércules y la exigencia es la que es, los jugadores no juegan con la soltura que deberían", pero también ponía el acento "en lo que hacen, con diez, sin orden, más con corazón que con cabeza", señalaba.

Planagumà que insistía una vez más en que cuenta con jugadores de perfil muy distinto y que pese a encontrarse en la jornada cuarta había debutado en el once Alejandro Alfaro y Carlos Martínez disputado sus primeros minutos del curso liguero, también confesaba que con la suplencia de Diego Benito "buscaba darle descanso y que saliera en el tramo final, el problema era que cuando lo hizo ya íbamos perdiendo".

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