ELCHE. Cambiar el paradigma para la gestión del agua. Es la premisa del Perte (figura a través de la que se están vehiculando los fondos europeos Next Generation) para la digitalización de su ciclo integral, algo que va más allá de los contadores, parte importante del proyecto, pero que permitirá una serie de mejoras en distintos ámbitos. A nivel de la empresa mixta Aigües d'Elx supondrá una mejora de sus herramientas y una mayor eficiencia y descarbonización; a nivel particular puede fomentar el ahorro y detectar problemas de roturas o fugas y a nivel empresarial brinda la oportunidad de optimizar sus recursos hídricos.
Los requisitos del Gobierno para liberar los fondos es que la propuesta actúe sobre la gobernanza, la digitalización, la eficiencia y la innovación en la gestión, y que haya una transferencia de conocimiento entre el gestor de agua y los usuarios o clientes. Los ítems que ha marcado la empresa mixta se incardinan dentro de los mismos, y supondrá la contratación de diez personas para 2024 y 2025, años en los que se tendrá que implantar el proyecto. Después, cinco de ellos se consolidarán para mantener las nuevas instalaciones. Será empleo de alta cualificación.
Para poder desarrollar estas medidas hay un elemento que será clave, y el que vertebre a su vez el resto de puntos, y es la ya conocida digitalización de los contadores del agua, hasta llegar a los 126.000. Mediante la instalación a los contadores tradicionales de un módulo de telelectura, este permitirá realizar 24 lecturas del mismo, es decir, se medirá el consumo cada hora. Ello permitirá a la empresa tener una foto más completa de la red de agua en todo momento, pudiendo actuar en poco tiempo si se detecta cualquier anomalía que pueda suponer la rotura de alguna tubería, fugas en determinadas zonas...
De cara al consumidor, podrá controlar en todo momento su consumo y las estadísticas de este para ser más eficiente. En el plano empresarial, permitirá a las compañías detectar dónde puede ahorrar más agua para una gestión más eficiente y económica de la misma. Y de cara a las cuencas hidrográficas, en este caso la del Júcar que compete a Elche, no tendrán que esperar, como todos, a los tres meses para conocer el uso de agua en cada zona, sino que con esa transparencia es donde entra la 'gobernanza', permitirá también tener una visión más clara del uso que se hace del agua a nivel vecinal, de zonas sensibles o del uso que se hace en el plano industrial, y sobre todo en sectores más intensivos en Elche este recurso como agroalimentarias o el sector turístico. De hecho, desde Aigües se van a reunir con las empresas para que conozcan el proyecto, ya que les permitirá una gestión más responsable tanto con el medio ambiente, como con su bolsillo.
Asimismo, esas cifras y monitorización se analizarán en un hub operativo, de nueva creación y al que se destinarán las contrataciones. Desde allí se podrá conocer el estado de los cientos de kilómetros de alcantarillado y red de saneamiento mediante la instalación de 600 prelocalizadores, sensores de ruido que se pueden analizar durante las 24 horas del día para detectar posibles anomalías. Con ello también se podrán comparar los sectores de la red de saneamiento o los ramales de las pedanías, lo que permite actuar en poco tiempo, o priorizar aquellas actuaciones que permitan un mayor retorno.
Esta es precisamente otra de las medidas importantes, la de la sectorización de la red de suministro. Actualmente la compañía de aguas ya tiene una malla en la que divide el plano municipal con zonas por su alcantarillado, pero actualmente hay 125 subsectores no sectorizados, por lo que se va a dividir ese mapa de alcantarillado en sectores más pequeños. Ello permitirá que estos sean más manejables, facilitando la gestión: si hay un punto débil, alguna rotura o fraude... Desde la compañía entienden que con ese control del usuario o cliente de su 'huella hídrica' se generará una mayor reducción del consumo al brindar un uso más eficiente. Lo mismo en el sector empresarial, optimizando el uso del agua.
Por último, además de que las cuencas puedan conocer qué tipo de uso se hace en cada ámbito de cara a una situación de sequía o emergencia climática, la creación del gemelo digital permitirá un cambio disruptivo. Estos gemelos digitales, cada vez más en boga en más ámbitos, permiten la simulación de un procedimiento determinado. En este caso, permitirá mejorar en la prevención ante lluvias torrenciales u otros fenómenos, simulando actuaciones u obteniendo más información gracias a una red inteligente que transmite datos de forma constante. Desde controlar la información de calidad de los vertidos de agua al cauce público, teniendo información de cómo y cuándo llegan las lluvias, hasta simular medidas a adoptar en situaciones de sequía, este gemelo digital abre un cúmulo de posibilidades enorme.
Así pues, un proyecto de mucha envergadura que permitiría la reducción del consumo particular y empresarial, o más eficiente, así como evitando posibles cortes de suministro y menos pérdida de agua ante ciertos problemas. Colateralmente supondría también menor contaminación, ya que anualmente Aigües d'Elx realiza 500.000 lecturas presenciales, cosa que ahora se podría ahorrar, lo que suponen 70.000 kilómetros recorridos por los técnicos, el equivalente a 19,2 toneladas de emisiones de CO2. Y un mayor gasto de recursos por el tiempo y el coste de las horas extra. Eso sí, el primer paso es lograr la captación de los fondos. En febrero del próximo año se cierra el plazo y en el segundo semestre de 2023 se conocerá el veredicto.