ALICANTE. Los empresarios de la provincia de Alicante empiezan a instalarse en la resignación ante el escenario de crisis inflacionista en el que se halla sumido el contexto internacional, apuntan al precio de la energía como el mayor problema de este escenario macro, y la tónica general de las empresas son las malas perspectivas para los próximos meses. Por primera vez desde que comenzó a realizarse, el Observatorio de la Expectativa Empresarial de Alicante (OEXA) no muestra apenas cambios con el trimestre anterior, con un estancamiento en la proyección.
Así lo recoge la oleada del tercer trimestre del OEXA, elaborado por el Observatorio Económico de Alicante y la Unión Empresarial de la Provincia de Alicante (Uepal), que cada trimestre publica en exclusiva Alicante Plaza (empresa que además forma parte del panel de empresas encuestadas). Las empresas participantes en el estudio, elegidas de forma aleatoria entre el censo de Uepal, son la mayoría del sector servicios y se concentran en la ciudad de Alicante, aunque han participado empresas de toda la provincia.
Los autores del estudio, José Antonio Trigueros y Juan Seguí, destacan que, si bien la percepción de los empresarios alicantinos respecto a la situación económica "no se mueve mucho", sí se produce una concentración en su análisis de las causas, que apunta mayoritariamente a la energía como palanca de la inflación. "Sorprende la capacidad de adaptación y la resignación ante el escenario, se acepta que este es el panorama y que así nos vamos a mantener". Sin embargo, "en una crisis hay amortiguación antes de la parada, aún no estamos sufriendo en exceso las consecuencias, que se verán a final de este próximo año", advierten los expertos.
Bajando al detalle de los resultados de la encuesta, el 66,7% de los empresarios considera que el covid no volverá a ser un problema para la actividad (42,9% el trimestre anterior), mientras que el 66,1% valora como mala o muy mala la evolución económica de España por la guerra de Ucrania. Entre los elementos derivados de esta crisis que más afectan a su negocio, gana claramente la energía, que afecta al 71,4% de los encuestados, seguida de las consecuencias de la inflación en el consumo (66,7%) y el coste de las materias primas (52,4%).
El 90,5% de los encuestados suspende la gestión del Gobierno frente a la actual crisis (el 9,5% restante le da un aprobado pero no llega a considerarla 'buena'), mientras que el 100% afirma verse afectado en mayor o menor medida por la inflación. Apenas un 5% de los encuestados escapa al impacto del precio de la energía sobre su negocio, y el mismo porcentaje asegura no haber sufrido la crisis de abastecimiento. "Queda claro que la inflación es la variable más importante, aunque la tendencia está clara: discurre hacia la percepción negativa", señala el OEXA.
En cuanto a la fiscalidad, el 47,6% de los empresarios considera que bajar los impuestos a las pymes es una medida "importante" para atajar la crisis, mientras el 28,6% la ve "esencial". Esta visión se acentúa respecto al trimestre anterior. Asimismo, el 42,9% cree que la fiscalidad a pymes y autónomos en España es 'muy alta' con respecto a la media europea, y el 57,1% restante la califica de 'alta'. "Son más los empresarios que dan importancia a la fiscalidad en esta crisis, y la percepción sobre la carga impositiva es demoledora, ningún empresario encuestado opina que no es alta o muy alta", indican los autores. En cuanto a la subida de tipos, algo más de la mitad de los encuestados cree que es una medida acertada, mientras un 33% teme que "agravará el problema".
Entrando en la proyección particular de las empresas encuestadas, apenas un 10% cree que su facturación aumentará a un año vista (el 71% cree que se mantendrá estable y un 19% que caerá), y casi el 62% descarta realizar inversiones a medio o largo plazo. "Con respecto a la evolución se percibe un estancamiento en los ingresos, pero la percepción sobre inversión, aunque se mueve al positivo tibiamente, es muy negativa", indica el OEXA. En cuanto a recursos humanos, un 33,3% de las empresas tiene previsto contratar a más personal a corto plazo (19% hace un trimestre), aunque más del 70% asegura que la captación de talento es difícil o muy difícil.
En cuanto a la pregunta abierta, en esta oleada del OEXA se ha referido a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2023 y la inversión prevista para la provincia de Alicante. Las respuestas muestran el enfado generalizado de los empresarios alicantinos, que los califican de "desfachatez", "vergüenza", "insulto", "humillación", "desastre", "nefastos", "injustos"... Algunos empresarios señalan que "para no considerarlo como un insulto, debo pensar que la tremenda ignorancia de los encargados de distribuir el importe de los presupuestos les lleva a creer que Alicante es un barrio de Valencia y que, por lo tanto, con un pellizquito tendrá suficiente".
El vicepresidente de Uepal, César Quintanilla, señala respecto a esta oleada del OEXA que "hay prudencia desde el lado empresarial. Somos conscientes y realistas de las malas expectativas, ya que se percibe cierto estancamiento en la proyección, y las cifras de exportación están bajando". A juicio de Quintanilla, "nos siguen lastrando las consecuencias de la inflación en el consumo, así como en menor medida el coste de la energía. Pero seguimos percibiendo cierto optimismo empresarial".