ALICANTE. El histórico quiosco turronero Candela Espí, que ha perdido su puesto junto a las escaleras del Mercado Central de Alicante tras décadas de presencia, ya ha encontrado un espacio para reubicarse y continuar con su actividad de venta de productos artesanos a partir del próximo mes de noviembre. No muy lejos de su emplazamiento histórico, además. En unos días, Candela Espí reabrirá en un pequeño bajo comercial en plena avenida de la Constitución, un eje histórico muy transitado que une la avenida de Alfonso X el Sabio a la altura del Mercado y la plaza del Teatro Principal.
El local escogido por Candela Espí se sitúa a media altura de la avenida, entre la tienda de Kodak y el edificio de la antigua Casa de Socorro. El bajo ha albergado en los últimos años distintos establecimientos hosteleros (Puro de Bellota, Descorche...) de fomato reducido, desde que cerrase la mercería que históricamente ocupaba tanto este bajo como el contiguo, ahora separados. En unos días, reabrirá con su nuevo inquilino, que ya anuncia el traslado con una pancarta en la que incluye una imagen de su actual quiosco junto al Mercado. De hecho, en principio mantendrá la denominación aunque no sea estrictamente tal.
Como contó este periódico en su momento, los dos puestos turroneros que ocupaban los quioscos junto a las escaleras del acceso principal del Mercado perdieron la concesión el pasado julio, al no presentarse a la licitación convocada por el Ayuntamiento. Un hecho que extrañó a la oposición y que los propios afectados atribuyeron al hecho de no haber podido acceder a la información del concurso por la pandemia. En cualquier caso, la oferta ganadora (inicialmente para los dos, aunque ha tenido que optar por uno solo) fue la de la Heladería Borgonesse: una franquicia que defiende que sus productos son artesanos, tal como exigía el pliego.
Borgonesse ofertó un canon de explotación muy superior al de partida por los dos quioscos, por lo que fue valorada como la mejor oferta. No obstante, el pliego solo permitía optar a uno de los dos puestos, por lo que la heladería escogió el de Candela Espí, y el segundo quiosco (hasta ahora explotado por Monerris Sirvent) volverá a salir a licitación, tal como acordó el bipartito de Alicante el pasado agosto. Tanto el PSPV como Compromís han criticado con dureza el proceder del Ayuntamiento en este caso, al permitir que se pierda la concesión por parte de establecimientos históricos que llevan décadas ofreciendo productos locales en la zona, gestionados en algún caso por la cuarta generación familiar.