ALICANTE. Aún hay margen para que no se tenga que votar en las elecciones de la Cámara de Comercio de Alicante. O, al menos, no en todos los grupos. Como desveló Alicante Plaza hace una semana, la mitad de las candidaturas al pleno de la institución (hay 79 aspirantes para 40 puestos) fueron impulsadas por un grupo de empresarios que quieren evitar a toda costa que el presidente de Cepyme Alicante, Cristóbal Navarro, pueda condicionar el devenir de la institución. Así, buscaban forzar una negociación con el aspirante a la presidencia, Juan Riera, para obtener una importante cuota en la futura ejecutiva. O, en última instancia, ir a votación. Esa negociación, según confirmaron a este diario distintas fuentes, ya se está produciendo.
De esta forma, anoche se produjo una reunión entre representantes de los dos 'bandos' para intentar cerrar un consenso que evite ir a dicha votación, y sobre el que se cerró un principio de acuerdo que podría materializarse en las próximas horas. Un desenlace que trasladaría una imagen de desunión (una vez más) en el empresariado alicantino que los implicados quieren evitar. Las negociaciones buscan pactar una retirada de candidaturas por ambas partes que permita a Riera acceder al pleno de la Cámara por uno de los grupos en los que se ha presentado (construcción, comercio y actividades profesionales) sin tener que someterse a votación. Y, como contrapartida, que los impulsores de estas candidaturas 'extra' obtengan una representación acorde a su peso en el tejido empresarial de la provincia.
El presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), Salvador Navarro, partidario de que Riera consiga la presidencia de la Cámara sin problemas, sigue con atención los acontecimientos. Según ha podido saber este diario, Navarro ha ofrecido a Riera usar su cuota (la CEV designa directamente a ocho vocales, que no son presidenciables) para buscar acomodo a los 'descartes' que se pacten en la negociación. Con dos condicionantes: por esa cuota deberían entrar en cualquier caso el presidente de Fempa, Guillermo Moreno, y el de Ineca, Perfecto Palacio. Y, además, debe ser lo más paritaria posible.
El objetivo sería seguir los pasos de la Cámara de Orihuela, que este mismo miércoles daba por constituido el pleno de la institución, al proclamar la junta electoral tantas candidaturas como vocalías disponibles hay (doce, a las que se sumarán dos designadas por la CEV y cuatro por las empresas que mayores aportaciones realizan). De esta manera, la Cámara oriolana ha solventado sin problemas la renovación de un pleno que seguirá presidiendo Mario Martínez, tras pasar momentos complicados hace un año (por la caída de los ingresos) que amenazaron incluso con la desaparición.
En cuanto a Alicante, Riera y algunos de sus principales apoyos (como el expresidente José Enrique Garrigós o el propio Cristóbal Navarro, que entrará por la cuota de los patronos) habían negociado una composición del pleno que permitía prácticamente eludir las votaciones. No obstante, el grupo crítico, del que forman parte Fempa, la federación de comerciantes (Facpyme), el empresario Carlos Baño y el exconcejal Juan Zaragoza impulsaron casi 40 candidaturas adicionales repartidas entre la mayoría de los grupos para forzar a Riera a negociar una nueva composición del pleno. Las alarmas saltaron al sospechar que Riera y Navarro tenían un acuerdo para que el segundo se convirtiese en vicepresidente del primero y, llegado el caso, en su sucesor. Algo que desde el otro extremo se niega.
