ALICANTE. Los propietarios de Harinas Cloquell y Harinas Bufort, las dos reconocidas industrias harineras situadas junto a la Avenida de Elche, impulsan el proceso para urbanizar la segunda unidad de ejecución del Plan Parcial de Benalúa Sur al calor de las obras del primer sector, ahora en marcha. En este segundo ámbito, se incluyen los terrenos comprendidos entre el frente de la Avenida de Elche, la calle Alona, la calle Doctor Just y la Avenida Central, antigua calle Quintiliano.
El perímetro formado por esos cuatro ejes conforma una superficie total de 8.355 metros cuadrados (con una edificabilidad total de 19.606) de uso residencial compatible con el uso terciario, que pertenecen en su integridad a las dos mercantiles propietarias de las harineras: Harinas Cloquell y Bufort Urbana. De hecho, las dos sociedades, representadas por Antonio Bufort Camino y Luis Bufort Sempere asumen la condición de agente urbanizador en una propuesta que comprende la construcción de unas 145 viviendas. Es decir, cerca de un tercio de las que se proyectan en el primer sector del Plan Parcial.
La ejecución de esta segunda fase no es baladí: sus obras permitirán completar la formación de un nuevo barrio en una de las últimas zonas pendientes de desarrollo situadas en el centro del casco urbano de Alicante, casi 20 años después de que se redactase su planeamiento.
Lo cierto es que el Programa de Actuación Integrada (PAI) que ahora permanece en exposición al público durante un plazo de 45 días prevé una transformación radical de la fisonomía del acceso sur a la ciudad. De hecho, incluye la demolición de las dos fábricas harineras que ahora ocupan la mayor parte del ámbito de actuación en una intervención que se prevé especialmente compleja por la volumetría de los dos edificios industriales, de planta baja y cinco y seis alturas, respectivamente.
La demolición se ha programado en cinco meses y las obras de urbanización, en nueve meses más
De acuerdo con el proyecto de eliminación incluido en el PAI, los trabajos de derribo se prolongarán durante cinco meses, mientras que el conjunto de las obras de urbanización se desarrollarán durante los nueve meses posteriores a la conclusión de esa demolición.
La propuesta urbanística para la unidad de ejecución número 2 del Plan Parcial de Benalúa quedó aprobada definitivamente por la Conselleria de Obras Públicas y Urbanismo en septiembre de 2003. En ese mismo año, el pleno del Ayuntamiento de Alicante aprobó el convenio urbanístico con los propietarios del sector por el que se regulaba la compensación que correspondía a las harineras por el derribo de sus fábricas. En concreto, se estableció que se les asignaría 10.200 metros edificables en la propia unidad de ejecución, procedentes del exceso de aprovechamiento municipal. Todo, al margen de los aprovechamientos que les correspondiesen como propietarios del sector. Las condiciones de dicho convenio fueron objeto de un largo litigio en los juzgados, hasta que el Tribunal Superior de Justicia (TSJCV) les dio validez en sentencia dictada en 2007.