CALP. La piscina cubierta de Calp y su gestión en manos de la empresa Ilitia Meditarránea se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza para el nuevo equipo de gobierno (formados por Somos Calpe, PSPV y Compromís), que ya está generando daños colaterales, como que algunos trabajadores (ahora el proceso de extinción de la relación laboral) de la empresa no hayan cobrado su última nómina, la de agosto. Aunque el ayuntamiento y la firma se dieron una última oportunidad el pasado 10 de agosto, todo hace indicar que la rescisión del contrato es la única salida (hay quien confía que la situación todavía se puede reconducir). Según ha podido saber Alicante Plaza, a la empresa Ilitia Mediterránea le han desestimado las últimas alegaciones que presentó a la negativa del ayuntamiento a seguir pagando el canon a la empresa por incumplimiento del contrato y ahora debe ser el Consell Jurídic Consultiu quien decida si procede la resolución del contrato. La empresa sigue defendiendo que ha cumplido con todos los requerimientos que le ha hecho el consistorio.
Como se ha venido publicando, Ilitia asumió la gestión el pasado mes de octubre. Fue la única empresa que se presentó al contrato licitado por el Ayuntamiento de Calp después de un primer intento fallido. Hasta enero de 2023, cuando comenzó el nuevo contrato, la instalación deportiva llevaba tres años cerrada. La empresa de Elche Ilitia Mediterránea, de Elche se hizo con el contrato con una oferta de 37.000 euros sin IVA.El contrato es por cuatro años, por lo que lo que podría llegar a ingresar un total de 202.000 euros, con IVA incluido. La mercantil estaba obligada a presentar un plan de trabajo y resultados cada año y esto puede hacer que cantidad que tenga que pagarle Calp por la gestión se varíe.
Pero el 17 de julio, el Ayuntamiento de Calp decidió cerrar la instalación ante "el incumplimiento de la empresa". Según el comunicado publicado en su día por el consistorio, la Concejalía de Deportes había constatado “el reiterado incumplimiento de las obligaciones previstas en el pliego técnico, como incumplimiento de horarios, de provisión de suministros, ausencia de servicio de socorrismo durante el horario de apertura”.
Ante el incumplimiento, el consistorio adoptó la decisión, en base a un informes de los técnicos, de no pagar el canon a la empresa. Y la consecuencia de todo ello es que, además, algunos operarios (o ex operarios) de la instalación habrían dejado de percibir las nóminas. Al menos, la de agosto, con el compromiso de que se les abonaría a principios de septiembre.
Este martes, el PP ha solicitado explicaciones, tanto por la gestión de la piscina como de la cafetería de la Casa de Cultura de Calp, que también era gestionada por Ilitia. El grupo popular en el consistorio calpino ha reclamado al equipo de gobierno tripartito que "se tomen medidas que garanticen el cobro de las nóminas de todos los trabajadores que han prestado o prestan sus servicios en esta mercantil tanto en la piscina municipal como en el Bar-Cafetería de la Casa de Cultura de Calp".
El concejal de Contratación, Ximo Perles, ha explicado la situación de ambas instalaciones. En el caso del bar de la Casa de Cultura, Perles ha detallado que la propia empresa Ilitia ha aceptado la resolución del contrato, sin más. En el caso de la piscina, el edil de Compromís ha indicado que el hecho de que el contrato se adjudicara, en el mandato pasado -en el Gobierno de PP y Cs- con la fórmula de concesión administrativa, y no por prestación de servicios "dificulta mucho el trámite de la rescisión". De ahí que tras alegaciones presentadas por la empresa al primer intento de finiquitar el contrato, tenga que ser el Consell Jurídic Consultiu quien valide la decisión del consistorio.
En cuanto se pronuncie este organismo, actuaremos, ha dicho Perles, quien ha lamentado que el PP pida ahora todo tipo de detalles del contrato cuando los tienen desde el pasado 22 de agosto. Los populares también han reclamado que se informe a todos los vecinos del estado de ambas concesiones, tanto de la piscina como de la cafetería.
En relación a las recientes declaraciones del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Calp, la empresa Ilitia ha querido enfatizar que "todos los trabajadores actualmente en plantilla de la mercantil, tanto en la Piscina Municipal como en la Bar-Cafetería de la Casa de Cultura de Calp, se encuentran al día en el cobro de sus nóminas". La empresa asegura que ha mantenido un compromiso constante con el bienestar laboral de sus empleados.
En lo que respecta a los trabajadores que han dejado de formar parte de la plantilla, es necesario aclarar que su situación está actualmente sujeta a procesos judiciales "debido a denuncias por robos, destrozos de material y agresión a compañeros de trabajo. Estos casos se encuentran en manos de la justicia y están siendo tratados de acuerdo con los procedimientos legales establecidos".
En lo que respecta pagos pendientes, lo que es una realidad innegable es que el Ayuntamiento de Calp adeuda a Ilitia Mediterranea S.L. el equivalente a cuatro meses de pagos por la concesión de la piscina. Esta falta de cumplimiento por parte del Ayuntamiento ha afectado significativamente a la capacidad de la empresa para mantener sus operaciones en óptimas condiciones y para garantizar la continuidad de sus servicios.
En relación a las declaraciones del concejal de Contratación, resulta sorprendente que cuestione la cooperación y comunicación entre Ilitia Mediterranea S.L. y el equipo de gobierno. Sostiene Ilitia que "todas las solicitudes y requerimientos presentados por el ayuntamiento han sido respondidos y cumplidos en tiempo y forma". De hecho, se llegó a un acuerdo con la alcaldesa para impulsar conjuntamente mejoras en las instalaciones de la piscina. "Como evidencia de nuestro compromiso, en breve se anunciará una campaña de actividades para la piscina en la temporada de otoño e invierno".
En conclusión, rechazamos categóricamente las afirmaciones difamatorias y maliciosas presentadas por el Grupo Municipal Popular. Ilitia Mediterranea S.L. ha demostrado su dedicación al bienestar de sus empleados y a la calidad de los servicios ofrecidos en las instalaciones municipales. "Instamos a la prudencia y a verificar los hechos antes de difundir información falsa que pueda dañar la reputación de las empresas y socavar la confianza en las instituciones públicas", concluye la empresa.