ALICANTE. El Servicio de Valenciano de Empleo y Formación, Labora, pone en marcha el proceso para recuperar el uso del antiguo centro de oficios de la extinta patronal alicantina, Coepa, con el propósito de que pueda volver a tener el fin para el que fue construido. El organismo autónomo adscrito a la Conselleria de Educación ultima los trámites necesarios para licitar la realización de trabajos de desescombro en el edificio, situado en el polígono de Babel de Alicante, con el propósito de iniciar la adecuación de sus instalaciones, después de que, a finales del pasado febrero, se cerrase ante notario el registro de la cesión de uso de la parcela de titularidad municipal en el que se ubica.
Esa primera intervención resulta indispensable para que se ejecute la conclusión de las obras pendientes en parte del inmueble, y para que pueda equiparse como centro de formación y capacitación profesional. Un centro que se prevé enfocar, de nuevo, principalmente en el sector de la construcción. De hecho, fuentes de Labora consultadas precisaron que, en paralelo a la puesta en marcha de esas primeras obras, ya se ha concertado un acuerdo de colaboración con la Fundación Laboral de la Construcción para planificar su programa formativo y diseñar las especialidades concretas a impartir.
A esa función principal, se sumará también el desarrollo de cursos vinculados a otros sectores asentados en Alicante en los que existe demanda de mano de profesionales cualificados, entre los que se pretende incluir las áreas vinculadas a la industria audiovisual, desde aspectos como la confección y montaje de escenarios o la iluminación, hasta otros ámbitos como el uso de las nuevas tecnologías para la generación de efectos visuales, en colaboración con la Sociedad Proyectos para la Transformación Digital (SPTD).
De hecho, tanto el secretario autonómico de Ocupación, Antonio Galvañ, como el director general de la SPTD, Fermín Crespo, ya han anticipado públicamente que el objetivo es que el centro de oficios permita proporcionar mano de obra para dar servicio a las necesidades que puedan plantearse en las producciones acogidas por los estudios cinematográficos de Ciudad de la Luz.
Eso sí, fuentes de Labora precisaron que todavía no existe un calendario definitivo para que pueda producirse la entrada en funcionamiento del centro de formación, toda vez que se habría constatado que el inmueble presenta un estado de deterioro mayor del esperado como consecuencia de su abandono, y de haber sufrido el efecto del vandalismo. En esta línea, se estima que la rehabilitación requiera de un plazo prolongado, todavía por precisar.
En todo caso, la Generalitat ya contaría con una primera reserva de fondos en los presupuestos autonómicos de 2024 para poner en marcha esos trabajos de acondicionamiento a partir de la planificación económica por un importe de 5,5 millones secuenciada a varios años que se trazó durante la pasada legislatura autonómica. En concreto, según Labora, se consignaron 313.500 euros para el año 2022; 2.523.500 euros con cargo a la anualidad de 2023; 2.163.000 euros en 2024 y 500.000 euros más en 2025 para completar las obras y el acondicionamiento del centro.
Hasta el momento, no obstante, esas partidas no han llegado a ponerse en uso puesto que no se había podido completar la formalización administrativa del acuerdo de cesión del solar, propiedad del Ayuntamiento de Alicante, para que Labora pudiese disponer del inmueble. Ese acuerdo se cerró el 28 de febrero, tras cerca de dos años de trámites previos y de que se conviniese, finalmente, una duración de 50 años, sin que medie contraprestación económica alguna. En virtud de ese pacto, la administración local traspasó a Labora el uso del derecho de superficie de la parcela de 3.556 metros cuadrados situada en la calle Metalurgias, 22-28, en la que se ubican los dos edificios de los que se compone el centro de oficios.
Esos dos inmuebles son el centro de formación propiamente dicho, con 2.140 metros cuadrados, compuesto de sótano y dos plantas, que alberga la sede administrativa, aulas, salón de actos, administración y sala de reuniones; y el simulador de riesgos laborales, de 358 metros cuadrados, compuesto de sótano y tres plantas, destinado a las prácticas y seguridad en los oficios relacionados con la construcción, que llegó a ponerse en funcionamiento de forma temporal en 2008 para formar a trabajadores del sector.