BENIDORM. La Sociedad Proyectos Temáticos de la Comunitat Valenciana (SPTCV) ya está pensando en la segunda fase del centro cultural de Benidorm. Así lo desveló este miércoles el director general, Antonio Rodes, desde la cafetería de las nuevas instalaciones, aún sin mobiliario. Las obras de la primera fase concluyeron el pasado 30 de septiembre, pero siguen sin tener fecha de entrega al Ayuntamiento.
Por ello, Rodes quiso dirigirse a la ciudadanía de Benidorm para explicar el motivo del retraso, señalando que se debía principalmente a las dificultades que había entrañado la pandemia: trabajadores contagiados, una semana en la que no se les permitió acudir al centro por no ser una actividad esencial y problemas en el abastecimiento de suministros. Este último es precisamente el que más dolores de cabeza está llevando, ya que la rotura de stock de microchips impide que puedan terminar el centro de seccionamiento de la red de luz.
Los plazos que les dan desde la distribuidora se alargan hasta finales de octubre, y luego habrá que esperar menos de un mes para que se dé por finalizada esta instalación y se pueda entregar la obra al Ayuntamiento para su uso. La obra tendría que haber terminado en mayo de 2021.
Con todo, Rodes explicó que el president de la Generalitat Valenciana ya le había transmitido la orden de empezar a trabajar en la segunda fase, que tendrá que consensuar con el Ayuntamiento, como ya hizo en la primera parte, que supone el 30% del edificio. El 70% restante está sujeto a posibles cambios, según dijo el director de la SPTCV, ya que al ser un proyecto de hace quince años, las necesidades de la ciudad pueden haber cambiado.
Así, los primeros pasos serán para las labores de planeamiento y diseño de las nuevas salas, que tendrán que pasar por las manos de Navarro Baldeweg Asociados: el proyecto lo dirigen Juan Navarro Baldeweg y Víctor Navarro Ríos. De este modo, esperan que se pueda presupuestar para el año 2023.
En esta primera fase se ha dotado al centro del conservatorio de música y danza y un auditorio para 450 espectadores. Son 110 butacas menos que las previstas en un inicio, según explicó Rodes, porque el código técnico actual no permitía su construcción con esas características y los arquitectos tuvieron que actualizar el proyecto a las normativas actuales.
La entrada al centro cultural es desde la calle Jaén y hay dos puertas independientes una al lado de la otra. El vestíbulo está a doble altura, siendo la parte de abajo una cafetería abierta al público. Se caracteriza por grandes espacios con acabados en hormigón, amplios ventanales que dan luz natural y suelo en adoquines.
El conservatorio de música y danza está en las plantas superiores, hasta tres pisos que tiene el complejo. Las dos primeras son para los programas musicales y la administración mientras que la última es para danza. Las salas se han creado como recintos estancos con grandes ventanales que permite ver el interior desde los pasillos así como la entrada de luz natural. La parte de la fachada está rodeada de amplias terrazas y patios exteriores, como una calle exterior, con pavimento urbano y vegetación a varios niveles, según la SPTCV.
Por último, señalan que la cubierta será tratada como una fachada visible conscientes de que se podrá observar desde los rascacielos que caracterizan a la ciudad.
El conservatorio de música y danza tiene 20 salas instrumentales, tres aulas teóricas, ocho salas de estudio, una sala de orquesta y coro, una sala de cámara, un aula polivalente, cuatro aulas de danza de gran formato, vestuarios, biblioteca, salas de profesores y área de administración y dirección. A todo ello hay que añadir los 800 metros cuadrados de terrazas y patios en diversos niveles para el uso del conservatorio.
Ahora, será el Ayuntamiento el que tenga que equipar con todo el mobiliario necesario las estancias que se ponen a disposición con estas obras. Para ello, este verano licitó el contrato por 400.000 euros, aunque todavía no se ha adjudicado a ninguna empresa.
El presupuesto inicial era de 10,5 millones de euros, pero la ejecución total de la primera fase ha ascendido a casi 12,8 millones de euros, tal y como reveló Rodes. Prevén que la segunda fase alcance una cifra muy superior por abarcar mucho más porcentaje del proyecto. Tanto es así, que planteó la idea de que se pidiera la colaboración privada para poder terminar el centro cultural.
Uno de los servicios que abordará la siguiente obra será el parking. Preguntado sobre este asunto, Rodes señaló que la obra actual ha dejado al descubierto el aparcamiento que tiene 365 plazas terminadas. Así, cualquier lluvia en la ciudad podría suponer un "desastre" para los usuarios y, aunque en los últimos días se había pensado poner en funcionamiento una decena, se ha decidido dejarlo sin uso hasta que se pueda terminar la cubierta.