ALICANTE. La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) levanta el pie respecto a la Primera Federación y el más que necesario cambio de modelo de gestión que evite que siga siendo un pozo sin fondo en lo económico.
Desde Las Rozas han remitido este martes una carta a los clubes que cuentan con un equipo compitiendo en la misma en la que les emplaza en 48 horas a votar telemáticamente de nuevo, después de que no se cumpliera en la primera votación convocada con su exigencia de apoyo unánime para el modelo de gestión que le interesaba (de los dos que proponía) y que fue puesto en duda por nada menos que 18 conjuntos (estos pedían, para empezar, más información).
Eso sí, ahora la RFEF pone sobre la mesa unas "líneas básicas [...] a los efectos del mantenimiento y consolidación definitiva de la Primera Federación y aceptando una parte muy importante de las aportaciones que han realizado tanto los clubes en sus respectivos escritos como la representación sindical" y exige para su aprobación el voto favorable de la mitad más uno de los clubes y no unanimidad.
Lo hace, tal y como explica en su carta firmada por el secretario general Andreu Camps, porque la opción B fue la que recibió más apoyo (aunque no la unanimidad exigida) de los llamados a votar y la inmensa mayoría de estos y las Federaciones Territoriales le han pedido (los primeros telefónicamente y los segundos en una reunión urgente de la Comisión de Presidentes de la misma) superar un bloqueo que desde la RFEF se entiende como deliberado por parte de "algunos clubes", pues se apunta que responde a una "oposición completa a los mecanismos de control económico que pretende implantar para garantizar la viabilidad económica de los clubes y los salarios de los jugadores y entrenadores").
La RFEF emplaza a los clubes a votar a favor o en contra de las siguientes cuatro líneas básicas:
Primera.- Resulta imprescindible la aprobación de una reglamentación específica de control económico de los clubes participantes en la competición. Sobre este tema la propuesta inicial de la RFEF sujeta a las aportaciones que puedan hacer los clubes, los jugadores, los entrenadores, etc. es la siguiente:
- Para competir en esta categoría se deberá haber obtenido una licencia federada antes del inicio de la temporada.
- Para la obtención de la licencia será requisito imprescindible presentar los datos económicos del club de las dos temporadas anteriores auditadas, así como los datos previstos actualmente en el Reglamento General. Para los clubes que provienen del ascenso será suficiente con aportar los datos actualmente previstos en el Reglamento General. Deberá estudiarse si, además, se le requiere de alguna otra documentación (por ejemplo, auditorías).
- Deben introducirse mecanismos de control que permitan asegurar el pago de los salarios de los jugadores y de los entrenadores, así como de las obligaciones tributarias y de la Seguridad Social.
- Deben introducirse mecanismos de control que aseguren que no se produce incremento de deuda. La existente en el inicio debe reducirse progresivamente en unos plazos prudenciales fijados en las normas del control.
- Se podrán establecer unos límites máximos de deuda en función de los ingresos corrientes de cada club.
- El mismo criterio del apartado anterior se fijará para el supuesto de existencia de patrimonio neto negativo.
- Los clubes deben acreditar la no existencia de déficit presupuestario en el equipo de dicha categoría en las dos temporadas anteriores a la obtención de la licencia.
- La presencia de un déficit presupuestario o en la cuenta de resultados es admisible siempre que el mismo sea cubierto por el club matriz o por los inversores. En estos casos, se exigirán los avales pertinentes y se considera muy conveniente la introducción de alguno de los mecanismos ya existentes en otras competiciones en el ámbito internacional de compensación a los clubes no deficitarios (luxury tax y/o revenue sharing)
- Se recomienda la introducción de mecanismos de límites salariales posteriores ya sean con el modelo de límite colectivo (americano) o individual (europeo).
Segunda.- La RFEF acepta, como manifestaron los 18 clubes en su carta, que el sistema de revisión de las sanciones disciplinarias debe cumplir con lo regulado en el desarrollo de la actual ley del deporte; si éste permite diversas posibilidades, los órganos competentes de la RFEF adoptarán una de ellas que será común para todas las competiciones y todos los niveles.
Tercero.- Es necesaria la aprobación de un convenio colectivo en el contexto de las competiciones oficiales no profesionales, siempre de acuerdo con los criterios legales en cuanto a la representatividad de la parte patronal y de los trabajadores. La RFEF impulsará las acciones necesarias para que dicho convenio pueda llegar a buen término. En todo caso, la RFEF podrá asumir responsabilidades derivadas del convenio si ha sido participe del mismo.
Cuarto.- Los clubes deberán cumplir con las obligaciones previstas actualmente en el Reglamento General, entre las que se incluye la aprobación previa por parte de la RFEF de aquellos acuerdos que se establezcan entre diversos clubes de la misma categoría que puedan influir en el fair-play de la competición, especialmente en acuerdos de contenido comercial. Las actuaciones comerciales mancomunadas entre diversos clubes deberán ser aprobadas previamente por la RFEF.
Quinto.- La RFEF y los clubes cumplirán con todas las obligaciones derivadas del ordenamiento jurídico español, así como de los Estatutos de la FIFA, UEFA y RFEF, del Reglamento General y demás normas válidamente aprobadas por los órganos competentes.
Desde Las Rozas se considera lo anterior "una respuesta rápida y adecuada a los diversos puntos de vista que se han constatado" a la "situación de bloqueo a la que se han querido llevar a la categoría", al tiempo que recuerda que la Primera Federación tenía "carácter experimental" y que, en consecuencia, de no aprobarse la citada propuesta de líneas generales "los órganos competentes de la RFEF, de acuerdo con lo previsto en la Ley del Deporte, los Estatutos de la RFEF y en el Reglamento General, adoptarán aquellas decisiones sobre la configuración de las competiciones oficiales de ámbito estatal no profesionales que se consideren más beneficiosas para el conjunto del fútbol español, claro está, salvaguardando y respetando los derechos de los jugadores, entrenadores, árbitros y de los propios clubes".
Todo apunta a que lo anterior no será necesario, pues salvo sorpresa mayúscula, como mínimo, la mitad más uno de los clubes con equipos en Primera Federación votará a favor.