ALICANTE. Poco ha durado la paz en el seno de los socialistas de Alicante: 24 horas después de que Ximo Puig visitara la ciudad y aportara calor a los seis concejales socialistas y, en especial, a su portavoz y alcaldesa fallida, Eva Montesinos, la ejecutiva del PSOE de Alicante, controlada por el ex senador Ángel Franco, ha acordado este lunes por la tarde relevar a la propia Montesinos y nombrar a un nuevo portavoz, que además es el concejal más nuevo, Miguel Castelló, el que relevó a Gabriel Echávarri. La decisión ya ha generado muchas reacciones, no sólo de sectores ya críticos con la gestión, sino del propio ex primer edil socialista, o de la propia dirección del PSPV, quien estudiar intervenir en el cisma y llamar a la dos partes, ejecutiva local y concejales, por separado, para buscar una solución de consenso que calme los ánimos.
Son los primeros movimientos de la resaca: el grupo municipal de socialista debía conformar un nuevo equipo para el próximo pleno, que se celebra este jueves, ya en los bancos de la oposición, una vez que el pasado jueves Luis Barcala, del Partido Popular (PP), se hiciera con la Alcaldía de Alicante al no reunir la izquierda los 15 votos necesarios para investir a Montesinos. Ejecutiva y concejales ya habían tanteado la situación el pasado jueves por la tarde, después de la investidura fallida, pero no se concretó nada.
Y cuando todo parecía calmado, con la visita de Puig y sus palabras sobre la lección de ética y responsabilidad ofrecida, con la dimisión de Echávarri, y la posibilidad de que se recuperar el Gobierno de Alicante, en 2019, según palabras del líder socialista, volantazo en la ejecutiva local.
Y ha sido este lunes cuando, primero la comisión permanente y después la ejecutiva local de Alicante, con Miguel Millana como secretario general, ha propuesto una serie de cambios en el grupo municipal. Eva Montesinos, que era la portavoz de los socialistas en el Ayuntamiento de Alicante desde el inicio del mandato, pasaba a ser concejala rasa y el nuevo edil, Miguel Castelló, que había sustituido a Echávarri, sería el nuevo portavoz. Como adjunto estaría el ex concejal de Seguridad, Fernando Marcos y como secretaria de grupo, Gloria Vara.
La decisión, aunque tomada por unanimidad tanto en la ejecutiva como en el seno del grupo municipal por los seis concejales, no ha sentado nada bien a la propia Montesinos, que ha abandonado la reunión.
Pasadas las 22 horas de este lunes se hacía oficial en un comunicado. En declaraciones a Alicante Plaza, el secretario general del PSOE local, Miguel Millana, justificaba el relevo en el desgaste sufrido por Montesinos durante los últimos días tras la dimisión de Gabriel Echávarri y todo el proceso de negociaciones con el resto de grupos para su investidura como alcaldesa. Millana admite que la decisión no ha sido bien encajada por la propia Montesinos, pero ha insistido en que cuenta con el respaldo de todos, incluida la propia actual portavoz, que ha ratificado el acuerdo en el seno del grupo municipal.
Pero la decisión no sólo no ha gustado a Montesinos. El propio ex alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, en un tuit mostraba su contrariedad con la decisión. ¿"Era necesario"? Se preguntaba. No hay que olvidar que Montesinos es persona de confianza de Echávarri y fue ungida como sustituta, no sólo por ser como número dos de la lista, sino también con el beneplácito de la dirección socialista.
Ante el ambiente de malestar generado, el PSPV ha decidido tomar cartas en el asunto al considerar que la decisión puede generar, en estos momentos, distorsión interna. Según fuentes de Blanquerías, muchos órganos del partido ni muchos cargos entienden la decisión de apartar ahora a Eva Montesinos, que ha sido la imagen del partido en los últimos tres días, en los que la organización se ha implicado y volcado para lograr su investidura.
Por ello, los socialistas valencianos están estudiando la posibilidad de convocar la comisión de ética y citar a las dos partes por separado para adoptar una decisión de consenso. Así, de esta manera, el PSPV llamaría al secretario general, Miguel Millana, por un lado, y a los concejales, por otro, para intentar corregir la decisión que no ha sentado nada bien.
A todo ello, se suma que la corporación debe aprobar este jueves su nueva organización y retribuciones para los nuevos concejales del equipo de gobierno, del PP, y de la oposición, sobre todo, del PSPV, que se estrena en la oposición. El PSOE pasa de tener seis dedicaciones exclusivas a cuatro exclusivas y dos parciales, de acuerdo con lo pactado este lunes en la Comisión de Hacienda. De esta manera, la persona que ocupe la portavocía, en un principio, Miguel Castelló, percibiría 52.000 euros. Los otros tres ediles con dedicación exclusiva pasarán a percibir 48.000 euros, mientras que los dos con sueldo parcial recibirán 36.000 euros brutos al año. Ahora bien, en el seno del grupo municipal se debe decidir cómo es el reparto. Y se debe hacer antes del jueves, que es cuando en teoría se lleva a votación.
En el PP, ahora en el gobierno, habrá siete sueldos con dedicación plena (Carlos Castillo percibe retribuciones de la Diputación de Alicante). El resto de formaciones se queda como estaba.