ALICANTE. El edificio que desde 2014 alberga la sede de Vodafone en la ciudad de Alicante cambia de manos. Propiedad hasta hace unos meses de la familia Candela, fundadora de la empresa de materiales de construcción Eurocasa, fuentes del mercado confirman que el inmueble ha sido adquirido por un potente grupo inversor húngaro, que viene protagonizando operaciones singulares en la provincia de Alicante y la Región de Murcia.
Vodafone, inquilino de este inmueble en el número 15 de la carretera de Ocaña de Alicante desde hace una década, tenía contrato en vigor precisamente hasta este año, pero todo indica que los nuevos propietarios prorrogarán el alquiler. No en vano, y aunque el edificio podría albergar otros usos, contar con un inquilino premium que garantice comenzar a rentabilizarlo desde el primer día era uno de los puntos fuertes del activo. Además de Vodafone, que ocupa las cuatro plantas de oficinas, el edificio tiene como inquilino también a Flexicar, empresa de compraventa de vehículos.
El importe de la operación no ha trascendido, pero las mismas fuentes indican que el acuerdo se cerró hace unos meses, antes del verano. La familia Candela, que posee varios inmuebles industriales en Alicante, puso a la venta la sede Vodafone junto con otros activos hace ya varios años, con la intención de venderlos en un paquete o por separado. Aunque algunas socimis y fondos de inversión han preguntado por el inmueble en los últimos tiempos, finalmente ha sido la opción húngara la que ha cristalizado.
El edificio, ideado originalmente como instalación industrial y especialmente enfocada al negocio de la automoción, lleva años sirviendo de sede en la ciudad a la compañía telefónica Vodafone. En realidad, el contrato de alquiler lo firmó en su día Cableuropa, o lo que es lo mismo, ONO. Tras la fusión entre ambas compañías, en 2014, Vodafone se subrogó el contrato. La firma de telecomunicaciones ocupa las cuatro plantas del inmueble, que tiene forma de 'L' y se diferencia entre una planta industrial y el resto de oficinas. En total, el edificio cuenta con 11.000 metros cuadrados.
La operación fue asesorada para los vendedores por la consultora alicantina Vilanova Inmobiliaria en colaboración con Trakziona. Se trata de la rama inmobiliaria de Grupo Vilanova, que se ha consolidado en el segmento de las grandes operaciones inmobiliarias, tras realizar también la venta del conocido edificio Alberola, hoy hotel de Hilton, la compra del edificio de Telefónica y la posterior venta del local a Caixabank, la compra del Cine Ideal por Baraka, o la venta del edificio AXA a Marjal para la construcción de su coliving, entre otras.
En cuanto al nuevo propietario, se trata de un grupo inversor húngaro que ya ha realizado incursiones previas en el sector inmobiliario de la provincia de Alicante y en otras provincias. De hecho, la consultora inmobiliaria Danubio Homes, especializada en este mercado, ha canalizado varias de ellas en los últimos años. Así, por ejemplo, a finales de 2020 adquirieron el hotel Mossaic en Los Alcázares y el centro comercial de medianas superficies Mazarrón Park, ambos en Murcia. Y meses después, en mayo de 2021, cerraron un 'sale and lease back' con una empresa automovilística en Vizcaya.