ORIHUELA. La ciudad oriolana trata de volver a la normalidad. En el momento de postemergencia, la puesta en marcha de los servicios básicos municipales es esencial. Así, han iniciando la fase de evaluación de daños por parte de los técnicos municipales en instalaciones sanitarias, centros educativos y edificios municipales, así como en sus accesos. El trabajo es copioso y aún quedan por analizar y estudiar los daños en instalaciones principales. No obstante ya se puede hablar de instalaciones deportivas que necesitarán o grandes reformas o cambios, así como edificios culturales como el Teatro Circo, con grietas o la Casa Museo Miguel Hernández, con el techo roto. Hay más edificios patrimoniales afectados por la lluvia y todos ellos a la espera de informes periciales que determinen los daños. Además, centros de salud, oficinas en pedanías, o colegios todavía permanecen cerrados y el Centro Ocupacional y residencia Oriol, o el Centro de Rehabilitación e Integración Social (Cris) están totalmente destrozados.
Como consecuencia de los daños que causó la gota fría en Orihuela, el estado actual de algunas instalaciones deportivas municipales no permite el desarrollo de actividad en ellas. Después de la inspección realizada por técnicos municipales competentes y una vez valorados los diferentes aspectos a considerar, aún no resulta viable la reapertura de algunas instalaciones para la práctica deportiva. Y es que, la valoración inicial refería importantes problemas estructurales que podrían desencadenar un colapso de las edificaciones y acarrear problemas personales y riesgos graves.
El pabellón Bernardo Ruiz, junto a El Palmeral de Orihuela se encontraba esta semana, totalmente lleno de barro, de unos 30 centímetros en el interior. En estas instalaciones se ha levantado el pavimento de goma interno por completo, por lo que de momento solo se ha podido levantar y retirar la goma, que ha quedado inservible. Ahora se limpian los accesos al pabellón y el área cercana. Aún queda por determinar la fecha de reapertura.
Asimismo, en el polideportivo El Palmeral aún no ha sido posible entrar, solamente en el gimnasio para comprobar que se ha oxidado toda la maquinaria interior, que se ha echado a perder. El hierro se ha oxidado por la acción del agua y ha convertido el entorno en peligroso. El barro impide acceder a la zona y esperan que puedan hacerlo a partir de la semana que viene. Además, el campo de fútbol de Los Arcos tiene graves problemas en gradas y terreno de juego. Uno de los informes del estado del graderío fue tildado por el edil de Deportes oriolano como "preocupante", dado a que la cimentación ha cedido y se han separado dos zonas. El vestuario, no obstante, en una zona nueva, sí se puede usar de cara al próximo partido de fútbol. No obstante, el árbitro deberá considerar si el terreno es adecuado para el juego y los jugadores tendrán que entrar al campo a través de una de las esquinas, en vez del túnel de vestuario, que está apuntalado y afectado por las lluvias. Lo ideal, según los técnicos, sería derribar la grada oeste y reconstruir.
La Concejalía de Cultura está a la espera de los informes periciales de daños y piden cautela hasta que lleguen las conclusiones de los técnicos que evalúan el estado de los edificios. De momento, lo que se puede avanzar es que el Teatro Circo es el edificio más dañado por la lluvia. Se inundó el sótano por el agua que entraba directamente de las arquetas. Asimismo, en el patio de butacas han sufrido daños el parqué y la tapicería. Por ello, en estos momentos está cerrado al público y acordonado porque han aparecido grietas en su parte superior que están siendo evaluadas.
Por otra parte, la Casa Museo Miguel Hernández también está dañada, sobre todo en el techo y permanece cerrada al público como lo está la Casa Natal de Miguel Hernández, en la que se inundó la planta baja con daños al mobiliario, parqué y pintura. Los museos San Juan de Dios y Muralla, a falta de informes, están sin daños aparentes tanto en las instalaciones como en los bienes, aunque las conclusiones periciales quedan a la espera y por ello también permanecen cerrados. La Lonja y la biblioteca ya están abiertas y con su programación habitual.
La recién acabada plaza de toros, un proyecto que ha durado años, polémicas y obras adicionales, quedó totalmente anegada y aún queda por ver cuáles son los daños que puede haber sufrido el enclave cultural y si serán necesarias, de nuevo, obras para reformarla. En el resto de instalaciones patrimoniales, cabe ver si las estructuras de edificios considerados BIC o protegidos dentro del caso histórico están en plenas condiciones o han sufrido de daños que reparar. Dependiendo del enclave, las restauraciones podrían ser complicadas.
Pero Orihuela tiene más instalaciones, centros sanitarios o educativos, que son la prioridad en estos momentos. De hecho, aún quedan cuatro centros educativos en Orihuela, en pedanías, que no han podido abrir sus puertas y cuyo alumnado sigue sin ir a clase. El resto de centros, a pesar de la apertura, están afectados y piden ayudas para recuperar material, salubridad y para que las reformas necesarias para volver a la normalidad sean duraderas, y no solo parches.
Además, el Ayuntamiento de Orihuela ha puesto en marcha diez oficinas para informar de las ayudas a personas afectadas por las lluvias, en diez pedanías. Existe atención permanente en aquellas más perjudicadas como San Bartolomé-Badén o en Molins- Correntías. Asimismo, se amplían hoarios en otras con especial incidencia como La Campaneta- Media LEgua o Arneva. En la pedanía del Escorratel no es posible prestar el servicio por el momento, dado que las instalaciones municipales del centro social han quedado gravemente afectadas por las lluvias y el Ayuntamiento se encuentra buscando posibles emplazamientos provisionales de las oficinas.
El centro ocupacional y residencia Oriol está, desde el desalojo por las inundaciones, completamente destrozado. No se prevé de momento ninguna acción en el centro y es muy probable que, en el mejor de los casos tenga que haber derribos y reformarse por completo para volver a funcionar. Del mismo modo, el centro Cris está en una situación similar y ya hay voces que reclaman que los servicios de estos centros se trasladen a otros puntos de la ciudad. Alguna de las opciones barajadas apunta a los Antiguos Juzgados, a la espera de ser transformado en instalaciones municipales polivalentes.