ALICANTE. Sabor amargo decía Rubén Torrecilla que le había dejado el resultado de empate ante el Valencia Mestalla y no es para menos.
El técnico del Hércules comparecía en la sala de prensa del estadio Rico Pérez más tarde de lo habitual, tras haber estado en el despacho "repasando aspectos tácticos del encuentro" junto al resto de integrantes del cuerpo técnico y el máximo responsable del área deportiva blanquiazul Francisco Peña. Lo hacía con cara de circunstancias y aunque trató de extraer conclusiones positivas del encuentro... le costó, hasta el punto de reconocer que el equipo apuesta desde el empate con el Europa por "el partido a partido" y "esperar a ver cómo está la clasificación antes de las últimas cuatro jornadas", es decir, reconocer que el campeonato de grupo lo dan por perdido. Es más, en su afán por verle el lado bueno a la situación, Torrecilla llegó a decir que el Recreativo de Huelva ascendió la pasada campaña en el 'play-off' "empatando los cuatro partidos".
El preparador extremeño dijo que Miguel Ángel Angulo le había sorprendido con el cambio de sistema y lamentó los pitos que algún sector de la grada dedicó a sus jugadores cuando no se había alcanzado el cuarto de hora de partido, alimentando con ello las imprecisiones que ya protagonizaban: "Nos han pitado muy pronto y eso no beneficia; creo que es mejor apoyar durante todo el partido y manifestarse al final [...] no podemos en el minuto 10 empezar a pitar porque sometemos a una presión extra a los chavales", señalaba antes de explicar cómo los pitos a Candelas por dar un pase hacia atrás habían condicionado posteriormente a Nolan.
Para Torrecilla los suyos mejoraron en la segunda mitad y tuvieron "las ocasiones más claras". "Hemos puesto toda la ilusión, pero no ha podido ser. Toca seguir, unirse, estar juntos y preparar el próximo partido", proseguía antes de defender su decisión de no jugar con dos puntas (la grada pitó la sustitución de Mendes por Coscia, decisión que el técnico sostenía que era la que interesaba al equipo porque "el partido estaba muy peligroso en ese momento y perder un jugador en el centro del campo nos podía matar") y volver a lamentar que carece de un pivote posicional ("Un seis que nos mantenga y tenga salida de balón") y que trata de que Miguel Marí haga esa función, sabedor que es un rol que no acostumbra a desempeñar.