Cayetano Sánchez Butrón y Rafa Climent, con Luis Barcala, en julio. Foto: PEPE OLIVARESALICANTE. Vuelta a la casilla de salida. Seis meses después de que el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) acordase rescindir el alquiler de la escuela de negocios alicantina Fundesem Business School (FBS) y reclamarle una deuda de 1,6 millones de euros, y de que la escuela se declarase en concurso de acreedores, el destino de Fundesem vuelve a depender en exclusiva del Ivace.
El concurso de acreedores, instado en julio por el despacho ilicitano Galsan Consultores (cuyo director general, Francisco Nieto, es a su vez miembro de la ejecutiva de Fundesem), buscaba prevenir la liquidación de la fundación que gestiona la escuela de negocios como consecuencia de dicha deuda. Sin embargo, el proceso concursal no ha variado la ecuación: la salvación o la desaparición de Fundesem depende otra vez de la voluntad de la Conselleria de Economía.
El problema es que no se trata solo de conseguir cobrar la deuda, o de aceptar una quita (que sería del 50%). El plan de viabilidad de Fundesem asociado al convenio de acreedores se basa en que la Universidad Europea entre como inquilina del edificio, 'partner' de la fundación y gestora de la escuela. A cambio, asumiría la deuda que resulte del concurso (y que, según el listado de créditos elaborado por el administrador concursal, sería de 1,35 millones después de la quita) e inyectaría otros 1,25 millones de liquidez para afrontar gastos inmediatos.
Con otras cifras y condiciones de control más duras, porque la situación ha variado, se trata de la misma propuesta que el Ivace ya rechazó en junio, abocando a Fundesem al concurso. Y el hecho de que una empresa privada entre en un edificio público sigue sin gustar en la Conselleria de Rafa Climent. Fuentes de Economía indican en este sentido que aún no han recibido la propuesta de convenio que ha admitido a trámite el juzgado, y que se estudiará una vez llegue, pero que "si es la misma que en junio, no nos gusta".
El concurso de acreedores de Fundesem se ha visto afectado por el cambio en la ley concursal que entró en vigor en septiembre, y por el que ahora ya no se celebran juntas de acreedores, sino que el juzgado remite telemáticamente la propuesta de convenio una vez admitida, y se abre un plazo de dos meses para que los acreedores se adhieran o lo rechacen. Para que este convenio (que incluye a la Universidad Europea como actor clave) salga adelante necesita el visto bueno de la mayoría del crédito, y el Ivace por sí solo concentra más del 60%. Es decir, se hará lo que diga el instituto que dirige Júlia Company.
En todo caso, hay que esperar al menos hasta febrero para conocer la resolución del concurso de Fundesem, dado que el plazo de dos meses comenzó a contar a finales de noviembre, cuando el juez dio trámite a la propuesta de convenio. Muchos acreedores, de hecho, aún no han recibido la comunicación del juzgado. En cuanto a la SL que creó la fundación hace un año para traspasarle la gestión del negocio educativo, la liquidación se abrió el pasado mes de octubre.
Mientras, el Ayuntamiento de Alicante, dueño del suelo sobre el que el Ivace (entonces, Impiva) levantó el edificio de la sede de la escuela, espera prudente la resolución del concurso y la decisión de la Conselleria de Economía. Si finalmente Fundesem sucumbe al concurso, el Consistorio podría reclamar la restitución del solar, al no cumplirse la función para la que se cedió. Pero ese sería un siguiente paso. También espera el desenlace la Cámara de Comercio, que no descarta el inmueble como sede de su futura Campus Cámara School, la escuela de directivos que quiere poner en marcha y para la que ya hace meses contemplaba incluso un uso compartido del edificio de Fundesem.
