ALICANTE. Ferrocarrils de la Generalitat (FGV) desbloquea el primer paso necesario para que pueda iniciarse la construcción de la estación central del tranvía junto a la terminal del ferrocarril de Alicante. La empresa pública adscrita a la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio acaba de adjudicar el contrato de dirección de obra para la ejecución del proyecto a la unión de empresas que se perfilaba como previsible beneficiaria del encargo al plantear la propuesta con el precio más ventajoso para los intereses de la administración. Y, a su vez, también la mejor valorada desde en cuanto a las propuestas técnicas del conjunto de los cinco licitadores admitidos como válidos. Se trata de la alianza compuesta por los gabinetes Consultores Asociados, Ingeniería y Urbanismo (Cainur); Cota a Cota ingenería y Topografía, Tomás Llavador Arquitectos e Ingenieros y Applus Norcontrol, como había anticipado este diario el pasado mes de abril.
Con todo, la concesión del contrato no se había cerrado hasta ahora, ya que debía certificarse la admisión del encargo por parte de dicha UTE. Y, de igual modo, se debía comprobar que la documentación requerida para que pudiese formalizarse la contratación cumplía los requisitos exigidos. Todos esos trámites se saldaron el 21 de mayo, por lo que el órgano de contratación validó la adjudicación el pasado día 3, por un importe definitivo de 3.351.560,67 euros (impuestos incluidos), en una licitación que partía con un presupuesto de salida de 4.809.241,88 euros (también con impuestos).
El acuerdo llega, así, seis meses después de que se produjese la convocatoria del concurso, el pasado diciembre. Y resulta trascendente en la medida en que permite deshacer parte del nudo administrativo que impedía el comienzo de la construcción de la nueva estación, en el que ahora debe resolverse la contratación de la ejecución de la obra propiamente dicha entre las diez empresas que presentaron oferta en el concurso convocado en abril de 2023. Lo cierto es que el procedimiento de evaluación de las ofertas quedó prácticamente resuelto el pasado mes de julio, una vez conocidas las propuestas económicas planteadas por cada licitador.
En principio, se baraja que la adjudicación pueda adoptarse en el seno de una reunión del consejo de administración de FGV prevista para este mes de junio que podría celebrarse en Alicante como gesto simbólico del impulso del proyecto. De hecho, se prevé que los trabajos preliminares de reordenación de servicios, y de retranqueo del aparcamiento de vehículos de Adif -el espacio en el que se ubicará la estación-, pueda iniciarse antes de que concluya este verano, aunque el grueso de la actuación y el comienzo de la excavación quede demorada hasta el último trimestre de este año.
A partir de ahí, las bases del concurso prevén un plazo de ejecución de 52 meses. O lo que es lo mismo, más de cuatro años, de modo que la terminal no entraría en funcionamiento como mínimo hasta 2028, dada la complejidad de la obra y las características de la terminal diseñada como punto central del conjunto de la red Tram. De hecho, superará en tamaño y en prestaciones a las estaciones de Marq, Mercado y Luceros. Tendrá 96 metros de longitud y 12 de anchura y alcanzará los 16 metros de profundidad. Además, dispondrá de tres niveles: acceso y conexión con la futura estación de ferrocarril, vestíbulo con establecimientos hosteleros y tornos y, por último, el nivel de andenes.
En este último nivel, se incluirá otra de sus principales novedades, al incorporar cuatro vías: el doble de las existentes en las otras tres estaciones para duplicar su capacidad operativa y servir como pivote sobre el que extender la creación de nuevas líneas hacia los barros de la zona sur y noroeste de Alicante, ahora en fase de planificación.
Entre tanto, el Ayuntamiento de Alicante continúa perfilando la programación de los cambios en la ordenación del tráfico que deberán implantarse para generar nuevos accesos al nuevo emplazamiento provisional del estacionamiento de vehículos de Adif, una vez retranqueado hacia el barrio de Alipark. Se trata de una reconfiguración que se extenderá hasta el barrio de Benalúa, en el que también se están ejecutando las obras de la nueva Ciudad de la Justicia en el solar del antiguo cuartel de San Fernando.