ALMORADÍ. El Grupo TM, a través de su filial TM Renovables La Juliana, ha modificado su proyecto para levantar las dos plantas fotovoltaicas que tenía proyectadas en el término municipal de Almoradí. Se trata de un proyecto con una potencia de 31,74MWp que se establecerá sobre un terreno de cerca de 546.000 m2. A diferencia del proyecto inicial, ahora las dos plantas proyectadas y la infraestructura de evacuación están ubicadas de manera continua, y no separada, como lo estuvieron en la petición de agosto de 2021 y que en su día ya generó las críticas de los ecologistas. En sus alegaciones ya criticaron que esta instalación supondría una pérdida de biodiversidad y de calidad paisajística “al romper lo que se conoce como mosaico agroforestal, es decir, la mezcla de zonas agrícolas y forestales en un mismo espacio”.
La planta cuenta con todos los informes favorables, pero a diferencia del proyecto presentado en 2021, ahora desaparece la isla de suelo que estaba desgajada, que era la más próxima al núcleo de Algorfa; así que el proyecto de La Juliana, con dos plantas, tendrá una superficie de suelo homogénea.
El Diario Oficial de la Generalitat Valenciana y el Boletín Oficial de la Provincia ha publicado este viernes el documento para una nueva exposición pública del proyecto. La promotora señala que debido a diversos motivos legales y económicos la instalación principal está formada por dos instalaciones fotovoltaicas colindantes que comparten subestación y línea de conexión. Así, por un lado se están tramitando dos expedientes, uno bajo el nombre de La Juliana 1 y otro con el nombre de La Juliana 2. El proyecto de La Juliana 1 se divide a su vez en dos partes. En total, la iniciativa contempla una inversión de 9.549.581 euros.
La finca agrícola La Juliana es un suelo agrícola de 63 ha de extensión. Es una explotación agrícola de una rentabilidad actual media, dedicada a cultivos de hortalizas y plantas medicinales con riego localizado, contando con la correspondiente infraestructura, disponiéndose los terrenos en tablas abancaladas debido a las ligeras pendientes de los terrenos. Estas pendientes recaen hacia un pequeño barranco que finaliza en la huerta del Segura, en la parte occidental y hacia el Barranco del Calderón en la parte oriental, ambos tributarios del río Segura.
Al estar abancalada para la explotación agrícola no presenta grandes pendientes. No presenta valores ambientales ya que toda la finca son suelos agrícolas, si bien su parte más oriental limita con la zona forestal del Barranco del Calderón, cuya afección fue criticada por los ecologistas.
La finca presenta visuales a dos cuencas, una occidental con una visibilidad muy reducida centrada en algunas viviendas y accesos de la Urbanización Montemar y una cuenca visual más oriental solo observable por edificaciones muy distantes, a más de 3 km en la urbanización Ciudad Quesada de Rojales. Desde las principales carreteras de la zona, apenas se observaría, según el proyecto.
Parte de la finca está considerada en las actuales Normas Subsidiarias de Almoradí como de Suelo No Urbanizable de Especial Protección Arqueológica, en concreto parte de la zona más occidental de la propiedad. En la fase de redacción del nuevo Plan General Estructural (PGE) de Almoradí, se han realizado estudios de detalle para delimitar exactamente los yacimientos arqueológicos del municipio. Como consecuencia de ellos se determinó que las parcelas incluidas en el Proyecto La Juliana no presentan ningún tipo de valor arqueológico y, por tanto, ya no tiene la consideración de suelo protegido. Por tanto, no hay ninguna afección a patrimonio cultural. El PGE está en exposición pública en junio de 2020 y no está aprobado actualmente.
Se considera una alternativa viable, según la promotora, dado que no presenta valores ambientales, tiene poca pendiente, escasa visibilidad y la protección de parte de la propiedad como Suelo No Urbanizable de Especial Protección Arqueológica ha sido eliminada en el Plan General Estructural de Almoradí.