El futuro de los talleres de FGV en Alicante: oficinas y usos culturales gestionados por el Consell  

ALICANTE. La Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Transporte despeja el futuro de los antiguos talleres de Ferrocarrils de la Generalitat (FGV) en Alicante. El conjunto de edificios que rodean el entorno de la Estación de La Marina, junto al Paseo de Gómiz, quedarán rehabilitados con el fin de dotarlos de una segunda vida de uso público bajo la gestión de la propia Generalitat. O lo que es lo mismo, sin que se contemple su posible cesión al Ayuntamiento de Alicante. 

Esa es la planificación de la que se prevé informar de forma oficial al propio Ayuntamiento, en respuesta a la solicitud presentada por la Concejalía de Urbanismo, el pasado mes de enero, para que los inmuebles quedasen a disposición municipal con el fin de destinarlos a distintos usos dotacionales. Entre ellos, la posibilidad de que se acondicionasen como espacio de ensayo para las artes escénicas, como salas expositivas adscritas a la Concejalía de Cultura o como sede de la escuela municipal de náutica por su cercanía al mar, por ejemplo.

Esos hipotéticos usos podrían mantenerse, pero siempre con la condición de que la titularidad de los inmuebles siga recayendo en la propia Generalitat. Entre otros motivos, porque la propia FGV requiere hacer uso de ellos para poder situar parte de las dependencias administrativas y de gestión de la red Tram que ahora tienen difícil encaje en el edificio principal de la estación, en el que se ubica el centro de mando y explotación. Así, el objetivo es que alguno de esos edificios pueda habilitarse como oficinas tras su rehabilitación.

Después, una vez cubierta esa necesidad, la conselleria mantiene la intención de abrir el resto de espacios disponibles para que puedan implantarse usos lúdicos o culturales que puedan quedar a disposición de la ciudadanía, ya sea como sedes expositivas, para la realización de conferencias o para el desarrollo de determinados eventos. En la actualidad, en ellas ya se conservan algunos de los vagones del antiguo Limón Expréss rehabilitados por FGV, con lo que podrían quedar expuestos al público tras la rehabilitación de las naves. En esa línea, también se barajaría la opción de posicionar en esos edificios algún uso hostelero como servicio anexo que pueda complementar el resto de la oferta.

En todo caso, se da por garantizada la continuidad de los cinco edificios que completan el entorno de la propia estación. Se trata de cinco inmuebles de distintas superficies, incluidos en el catálogo de protecciones de Alicante aprobado provisionalmente en septiembre de 2020, que se utilizaron como cocheras, como almacenes y como centro de reparaciones hasta que se produjo el traslado de todos esas instalaciones a los nuevos talleres de FGV situados en El Campello, en el año 2007. 

Como informó Alicante Plaza, FGV adjudicó la redacción de su proyecto de rehabilitación en julio de 2021 a la UTE compuesta por CPS Infraestructuras Movilidad y Medio Ambiente,  S.L., Tomas Llavador Arquitectos E Ingenieros,  S.L. e Ibim Building Twice, S.L. por un presupuesto de 483.034,95 euros, IVA incluido. Esa tarea estaría en su última fase de definición, según fuentes consultadas, aunque ya se habría descartado la posibilidad de ejecutar derribos con la teórica finalidad de generar una zona verde de mayor tamaño junto al paseo marítimo.

En realidad, solo se prevé prescindir de un edificio residual situado en el extremo norte del complejo que no dispondría de valor arquitectónico. Su derribo se plantea, además, porque se trata de un edificio levantado por FGV en suelo concesionado por el Puerto que se debe devolver a esa administración tras su restitución a su estado original. De ahí que se prevea su demolición para que el Puerto pueda recuperar el solar de su propiedad completamente diáfano. 

El resto del espacio comprendido entre los edificios quedará reurbanizado con un tratamiento similar al del tramo de prolongación del Paseo de Gómiz hasta su conexión con el paseo de La Cantera, con la instalación de vegetación y mobiliario urbano. Además, se preservarán las dos vías que siguen teniendo un uso ferroviario al formar parte del recorrido de la Línea 5, entre Playa de San Juan y la Plaza de la Puerta del Mar. También se respetará una tercera vía como apartadero de reserva. Y el resto, que permitía el desplazamiento de los trenes hasta las naves de los antiguos talleres, recibirán un tratamiento en el que quedarán integradas entre el nuevo pavimento.