Llegada del agua del Júcar-Vinalopó 2022 al embalse del Rollo en Aspe / RAFA MOLINAELCHE. Aunque el trasvase Júcar-Vinalopó está dando mucho que hablar estos días por el plan de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) de cerrar los acuíferos del Vinalopó, sobreexplotados, en el pasado 2021 la Confederación ya instaba a municipios como el ilicitano a reducir su consumo de estos. Aunque el bipartito pidió entonces alternativas para poder hacerlo, a día de hoy no la hay en la práctica, salvo aumentar la dependencia de la Mancomunidad del Taibilla a partir del año 2027.
En este sentido, el suministro de agua potable a Elche llega a través del canal del Taibilla principalmente, en más de un 90%, llegando el resto desde Villena, a través de los acuíferos del Vinalopó donde la empresa Frutales del Vinalopó tiene los derechos de explotación de la finca de los acuíferos. Debido al uso excesivo que ahora está en pleno debate, la CHJ otorgó hace unos meses al Ayuntamiento una moratoria hasta 2027. No obstante, la realidad es que en la práctica la Mancomunidad del Taibilla lleva siendo el principal proveedor del agua para el consumo en las últimas décadas.
Si bien los acuíferos de Frutales han llegado a aportar el 15% anual, lo que supone 2,6 hectómetros cúbicos (hm3), en los últimos ejercicios se ha ido reduciendo mucho su consumo. A este respecto, el edil de Servicios Municipales Héctor Díez apunta a que "independientemente de la sobreexplotación, se lleva reduciendo años porque la conducción de Villena a Elche está muy vieja y pierde mucha agua por el camino", por ello, con datos de 2021, el agua que llega desde estos acuíferos es de poco más de 1,038 hm3. Es decir, que se ha reducido en más de un hectómetro el consumo con respecto a los momentos en los que había mayor dependencia.
En cualquier caso, por la declaración de sobreexplotación la Confederación ya indicó el año pasado que había que reducir las compras paulatinamente a Frutales hasta que en 2027 se cierre. "Salvo que cambie mucho, toda el agua se comprará al Taibilla", señala Díez, aunque añade que "prácticamente más del 90% ya se le compra". Un agua que es más cara que la de los acuíferos, y que por la situación climática y escasez del recurso, el edil advierte que "lo que valga hoy el agua del Taibilla no tiene por qué ser lo de 2027, pero posiblemente será más caro". Así que tras las indicaciones del Ministerio de Transición Ecológica, se da por hecho que a partir de este año se adquirirá toda el agua potable de la Mancomunidad. "Hasta entonces será una reducción paulatina porque muchos municipios están en esta situación, aunque no se descarta que se revise, y ahora venimos de un año en el que ha llovido muchísimo", esgrime. A día de hoy, el precio del agua del Taibilla es de 0,6905 euros el metro cúbico, mientras que la de Frutales está sobre los 0,31 euros.
Sobre los acuíferos del Vinalopó, Elche lleva suministrándose de ellos desde 1973, aunque el Consistorio renovó la concesión de este uso de agua potable, también destinada a riego del Camp d'Elx, en 2010. En los momentos de máximas cifras de aportación del suministro, ese 12-15% equivalía al consumo para unas 32.000 personas. La CHJ ofreció el año pasado al Ayuntamiento la posibilidad sustituir la dependencia de Frutales del Vinalopó por la desaladora de Mutxamel, cosa que se descartó al no tener una infraestructura adecuada para la conexión. De los 6 acuíferos afectados, el que toca a Elche, de Villena-Benejama, su objetivo es reducir en 2026/7 un 74,5% su explotación, lo que supone disminuir en 14,2 millones de hm3 (5 de regadío y 9,1 de abastecimiento), dejándolos en 41,7 millones de los 55,9 actuales.
