El administrador concursal de la marmolera Intermarmor, con sede en Noveda, cuyo principal accionista es el grupo Characo, y que se encuentra en concurso de acreedores desde enero de 2024, ha propuesto la liquidación de los bienes de la mercantil para hacer frente a un agujero de 18 millones de euros, que es la diferencia entre la cantidad de los 27 millones de deuda que ha logrado acreditar la administración concursal, y los más de 8 millones en activos que tiene la empresa.
En un principio, cuando se presentó el concurso de acreedores, se habían reconocido unas deudas por valor de 15 millones de euros. Sin embargo, posteriormente se han aflorado más deudas después del trabajo de comprobación que ha ejercido la administración concursal.
Entre las causas que han llevado a Intermarmor a esta situación, como ya se dijo en su día, se encuentra la caída de su negocio internacional, especialmente, en los países árabes, y con El Líbano. Según relata el administrador, a finales de octubre de 2019, la crisis financiera de El Líbano y la inmovilización hasta el exterior de los activos bancarios, impidieron que muchos clientes Intermamor pudieran cumplir con sus compromisos de pago, además de la caída de ventas en dicho mercado. Con posterioridad, en el año 2020, con la crisis sanitaria del COVID-19 y la posterior rotura de las cadenas de suministro y caída de la actividad, se produjo una importante caída de las ventas. A esto se añade, según el informe, el enorme incremento del coste de los transportes, los combustibles y la energía. Por último, hace mención la deudora en su escrito de solicitud de concurso a la guerra entre Rusia y Ucrania que comenzó en febrero de 2022 y que también provocó la caída de ventas en el mercado ruso.
Intermamor alcanzó los 20 millones de facturaciones en 2019, pero posteriormente esta cantidad fue cayendo en 2020 y 2021 hasta los 11.985.000 euros y 11.378.000 euros, respectivamente. A la vista de lo anterior, la deudora, ante esta caída de las ventas, tal y como indica en su escrito de solicitud de concurso, amplió su endeudamiento financiero, especialmente a corto plazo, y que tal y como ella misma indica, a día de hoy no puede atenderlo. Además, la devolución de letras y pagarés ha provocado el cierre de las líneas de descuento bancario y la entrada en el fichero de morosos, lo que hace inviable la posibilidad de compra de nuevos créditos que le permitan continuar con su actividad.
Así que desde el pasado 5 de febrero de este 2024, el ejercicio de las facultades de administración de la concursada sobre su patrimonio está sometido a la.
intervención de la Administración Concursal. Y fue el 21 de febrero de 2024 cuando el juez de lo mercantil acordó la apertura de la fase de liquidación y el cese de los administradores o liquidadores, que han pasado a ser sustituidos por la Administración Concursal, que es ejercida por Cuatroele Concursal SLP.
Entre las decisiones de Cuatroele, destaca el inicio del expediente para estipular los contratos de todos los trabajadores de la empresa, que se acordó a principios de abril con una indemnización de 20 días por año trabajado, que han sido asumidos por el Fogasa. En el Expediente de Regulación de Empleo se incluyó a unos 30 empleados.
En cuanto al inventario, Intermamor cuenta con bienes por valor de 8,7 millones, entre los que destacan las instalaciones y maquinaria, valoradas en 7,8 millones, y las existencias de mármol y piedra natural, por valor de más de 220.000 euros. Los créditos, por su parte, ascienden a 27,3 millones, de los que 6,5 millones corresponden a créditos con privilegio especial; 11 millones en créditos con privilegio general, y 8 millones en créditos subordinados.
El déficit patrimonial es de 18,3 millones, aunque los administradores ya advierten que esa cifra no será definitiva hasta que concluyan los textos definitivos de la masa activa y la lista de acreedores. Ese es el escenario que se plantea en caso de que se optara por mantener la actividad de la empresa. Si se opta por la liquidación de mercantil, su valor será el que se extraiga de la enejación de los bienes.
Por ello, el administrador ha puesto en marcha el proceso de liquidación de los bienes siguiendo las reglas generales supletorias -en vez de las especiales- que contempla la ley concursal; es decir, remitiendo, para su publicación, la relación de los bienes de la masa activa en el portal de liquidaciones concursales del Registro público concursal, decisión que fue avalada por el juzgado. Así que, en función de eso, se decidirá o no la continuidad de la actividad de la mercantil.
