ELCHE. Después de varios meses de idas y venidas sobre la ubicación del Palacio de Congresos de Elche, una vez descartado el auditorio provincial, y con un anuncio de inversión de hace dos años, parece que el proyecto empieza a desbloquearse. En la reunión mantenida entre el alcalde ilicitano Carlos González y el presidente de la Diputación Carlos Mazón, escudados ambos por diputados de sus respectivos partidos en la institución, la delegación ilicitana ha presentado un protocolo de actuación y un cronograma que contempla empezar la construcción del inmueble a finales de 2021 o principios de 2022. La Diputación aún tiene que dar el visto bueno en una próxima reunión, aunque según las palabras del regidor, Mazón comprende que como viene defendiendo González, la competencia de decir la ubicación de la infraestructura es municipal, y por tanto se hará en J'hayton, en Carrús.
El documento presentado desde Elche es una "invitación a empezar a trabajar", según el alcalde, tras la ralentización de todos los proyectos tras priorizar todo lo relacionado con la covid-19. Por su parte, el propio Mazón comentaba ante los medios que se han desbloqueado muchos asuntos relativos al proyecto, y en el cronograma presentado, la idea del primer edil ilicitano es que en septiembre se empiece a elaborar ya el protocolo de actuación con una comisión mixta. Vuelve a incidir en que ese Palacio de Congresos tendrá efectos beneficiosos para el turismo, además de suponer la revitalización urbana de Carrús.
En su defensa del enclave escogido, del que ya dijo hace unas semanas que sería ese independientemente del estudio que se ha encargado a la UMH por Cedelco y que financiará la Diputación —aunque cortesmente señala que "las aportaciones serán bienvenidas"— apunta a que no puede levantarse en el solar de Candalix, como defendía Pablo Ruz, porque la edificabilidad es de 6.500 m2, apenas 2.000 más que el actual Centro de Congresos, mientras que el de J'hayton tiene una edificabilidad de 14.000 m2, más acordem defiende, con palacios cercanos como los de Albacete o València, de 15.000 m2. Es un motivo de peso para González, que asevera tajante que allí es "inviable", además de apuntar que es zona de amortiguamiento del palmeral, por lo que a priori no se podría levantar allí un edificio de varias plantas por el impacto en el paisaje.
Por último, en su defensa de la ubicación, incide en la cercanía con la estación de tren de Elx-Carrús a 250 metros, con buena salida y entrada a la autovía y a un kilómetro de la Plaça de Baix. Dice estar "convencido" de que Mazón entiende los roles de cada institución, en referencia a que compete al gobierno municipal decidir dónde se ubicará, y que con esas han debatido sobre los modelos de gestión aunque no de las cifras necesarias para la inversión. Se irán abordando próximamente en distintas reuniones, presumiblemente a la vuelta de verano para trabajar sobre el protocolo inicial presentado por el bipartito.