ALICANTE. El aeropuerto de Alicante-Elche establecerá un nuevo récord de pasajeros este año, aunque con un crecimiento muy lejos de las cifras a las que estaba acostumbrado. El director de la terminal, Tomás Melgar, calcula que al cierre del mes de diciembre el aeropuerto situado en la pedanía de El Altet consolidará un crecimiento interanual de entre un 1,5 y un 1,7% respecto a 2017. "Acabaremos el año muy cerca de los 14 millones de pasajeros", vaticina.
El Altet cerró 2017 con 13,7 millones de pasajeros, en el que es hasta la fecha su mejor registro histórico. De esta forma, el incremento esperado por el director de la terminal situará el tráfico de pasajeros de este ejercicio en el entorno de los 13,95 millones de usuarios, muy cerca del umbral psicológico de los 14 millones y, de nuevo, como récord histórico de las instalaciones, cuya ampliación (inaugurada en 2011) se concibió para una capacidad máxima de 20 millones de personas al año.
En este incremento anual ha tenido mucho que ver el buen comportamiento de las rutas de invierno, dado que en verano el tráfico de pasajeros llegó a retroceder entre un 2 y un 3%. En este sentido, Melgar considera que las huelgas de Ryanair en los meses clave del año han privado a la terminal de superar el citado umbral, aunque recuerda que el tráfico de pasajeros ha crecido más de un 50% en los últimos cinco años, por lo que el incremento de dos dígitos era muy difícil de sostener.
En cualquier caso, las previsiones para el ejercicio que empieza, al menos en lo que toca a la programación de invierno, son positivas. Las compañías han incrementado su oferta de asientos hasta un 10% en el caso de los enlaces con el Reino Unido, y "se están llenando", al tiempo que han llegado nuevas compañías como Laudamotion, que enlaza con Alemania. En cuanto al impacto del Brexit, que se empezará a notar en la programación de verano, es pronto para cifrarlo. "Los británicos representan el 40% de nuestro tráfico", recuerda.
Las novedades más importantes que esperan a la terminal alicantina en el inicio del año 2019 son, de un lado, las obras para ampliar los accesos por la N-338, y por otro, la renovación de la oferta gastronómica. En el primer caso, Fomento está terminando con las expropiaciones y la UTE concesionaria de las obras (Becsa-FCC) espera iniciar los trabajos el próximo mes de enero. El proyecto está presupuestado en 18,5 millones y consiste en duplicar la calzada durante los 5 kilómetros de la citada vía, por la margen derecha.
En cuanto a la oferta gastronómica, el aeropuerto afronta la recta final de la licitación para los próximos 7 años (la primera vez que se adjudicó fue con la inauguración de la nueva terminal, en 2011), con el análisis de las ofertas recibidas. Lo que está decidido es que la oferta de restauración de la zona exterior (antes del control de seguridad) se va a rediseñar con una mayor apuesta por la comida rápida, y que Burger King estará entre los adjudicatarios en esta zona, con un restaurante en altura para el que se va a habilitar una entreplanta hasta ahora en desuso. Asimismo, el pub se desplazará hasta un extremo de la terminal para dotarlo de terraza.
Todo este rediseño se efectúa en paralelo a la importante reforma que ha tenido que acometer la terminal para ampliar los filtros de pasajeros 'no Schengen', las conocidas como puertas ABC (automatic border control) para agilizar el tránsito. Si bien El Altet se movía dentro de los parámetros de tiempo que marca la Unión Europea, en algunas ocasiones se llegaba al 100% de capacidad, por lo que Melgar ha preferido adelantarse a futuras necesidades. Cabe recordar que, precisamente, el Reino Unido es un destino fuera del espacio Shengen.