ELCHE. El Consistorio ya ha iniciado el trámite para contratar a una empresa que se encargue de la retirada de las salas X, XI y XII del MAHE, para adecuarlas para exposiciones temporales, así como la instalación de un montacargas de mucha mayor capacidad, además de alguna reforma interior secundaria y del entorno del museo. Será la primera de cinco fases, que a día de hoy se han cifrado en 2,4 millones de euros. Eso sí, ahora solo hay presupuesto para esta primera, la que se licita. Junto a las diversas actuaciones se establecen también varias de las problemáticas tanto del museo como del Palacio de Altamira, con el objetivo de poder solucionarlas de cara al futuro. Entre ellas, problemas de conservación en algunas partes, falta de seguridad o accesibilidad en partes del museo, y una capacidad de almacenaje insuficiente.
En el nuevo programa de reorganización del Mahe también figura un informe de impacto patrimonial con distintos problemas, propuestas de mejora y otras cuestiones a plantear a futuro. En este aspecto, por ejemplo, aunque salta a la vista y ya se ha planteado, en el documento se incide en la necesidad "inmediata" de sanear las estructuras murarias, retirando la vegetación existente para evitar que se agudice el deterioro. Adicionalmente, también se observa la necesidad de consolidación de los muros de tapial y mampostería, afectados por diversas patologías que se han acentuado por intervenciones inadecuadas. Y se explicita que a corto plazo "debe realizarse un estudio de las patologías existentes con técnicas de inspección más precisas, a efectos de determinar las actuaciones a realizar, su urgencia y el orden de prioridad de las mismas".
En segundo lugar, también se habla de deficiencias en la instalación de climatización que sirve a la planta baja de la Torre del Homenaje. "Se aprecia que está causando aportes del agua condensada desde la instalación, a los restos arqueológicos que se encuentran en la zona inferior del patio de armas", lo cual debería solucionarse lo más pronto posible. Por otra parte, también en el Palacio de Altamira, se indica que hay elementos no adaptados a la normativa vigente, como barandillas escalables, desniveles en el pavimento sin proteger, puertas que abren en sentido contrario a la evacuación, o problemas de estanqueidad de la madera en algunos acabados de cuando se creó el museo. En un segundo plano se propone rehabilitar la fuente de la plaza Alcàsser de la Senyora, aunque se focaliza en el problema de desprendimientos y crecimiento de vegetación en los muros de tapia, "que además funcionan como muros de carga, a efectos de evitar que el deterioro progresivo pudiera acabar generando problemas de estabilidad de dichas estructuras. Existe un problema de desprendimientos generalizado en las estructuras de tapia". A ello habría que sumar los desconchados de la fachada de la Torre del Homenaje o la Casa del Gobernador, para los que ya se planteó una ayuda al Consell, que optó por invertir en el Jardín de Andalucía.
Asimismo, para ambos elementos, además del acceso al Palacio desde la Casa del Gobernador, para permitir la entrada gratuita al castillo y su mirador, hay más propuestas para ella y la Torre del Homenaje, tan solo accesible en la planta baja y por ello no visitable para el público. De esta última se propone desmontar el cerramiento acristalado de acceso a la sala de interpretación de la Dama de Elche. Como ello reducirá el espacio disponible, se sugiere trasladar todo a otra ubicación y dedicar esta sala, al ser accesible, reducida y aislada del resto de espacios, a explicar la historia y descripción del Palacio de Altamira. Enmarcado en los nuevos itinerarios del Patio de Armas que se plantean para poner en valor el propio castillo, que goza de su propia catalogación de Bien de Interés Cultural (BIC).
Sobre la recuperación de la Torre del Homenaje, en los últimos años tan solo abierta a grupos en días especiales como el Día de los Museos, sigue siendo un mirador excelente, desconocido para la mayoría de ilicitanos, así como sus salas que se utilizaron como prisión, con los 'grafitis' de los prisioneros aún en las paredes. La última vez que recibió visitas masivas fue en el regreso del busto íbero. Se plantea que "podría contemplarse su visita con las precauciones y limitaciones de seguridad y accesibilidad que supone sus características constructivas y estado actual, especialmente en planta segunda (acceso sólo permitido bajo petición previa expresa por escrito, asumiendo los riesgos inherentes a la visita). De este modo se podría también retirar la instalación de climatización existente". El acceso a la terraza, además, es en escalera de caracol, lo que restringe su entrada.
Y sobre la Casa del Gobernador, que en su planta segunda es actualmente el taller de restauración, se considera que no es el lugar idóneo para esta tarea, por no reunir las necesidades de seguridad y conservación preventiva de los bienes a restaurar. Además, se apunta que la pila de agua existente está ocasionando humedades y los desconchados en la fachada. Por ello, y dado que es accesible con ascensor, "en la reorganización de usos prevista se propone recuperar esta Sala para su uso público, como Biblioteca del MAHE".
En cuanto a otro de los problemas, el documento del director de museos y una de las arquitectas municipales pone de relieve que es "evidente" la necesidad de ampliar el espacio de almacenamiento disponible para los fondos del Museo, y tratándose de un Museo Arqueológico, prever la suficiencia de espacio para albergar los nuevos hallazgos que vayan produciéndose. Todo ello en condiciones adecuadas de seguridad y conservación, y de modo que los bienes resulten accesibles a investigadores, e incluso si resultase posible, a la visita pública. Por ello se considera necesario analizar posibles ubicaciones para albergar conjuntamente de forma ordenada los fondos del Museo que actualmente se encuentran dispersos en distintas dependencias municipales no aptas para dicho fin; así como para albergar las instalaciones necesarias para las labores de restauración.
En este sentido, a corto plazo se ha previsto mantener los usos administrativos existentes en el Palacio, "pero sería conveniente que progresivamente estos vayan trasladándose a otra ubicación, a fin de priorizar usos de carácter público en el recinto monumental". E incluso se plantea que si fuese necesario por los requerimientos de espacio, "la adecuación de un nuevo Museo arqueológico. En este último caso, el Palacio de Altamira podría seguir funcionando como centro de exposiciones temporales".
En la parte Oeste del museo, como señalaba este medio, las salas VII y IX se destinarán a actividades didácticas, destapando la ventana que cubre un elemento textil. Se añade que como en el resto de salas expositivas del Palacio de Altamira, "los montajes expositivos existentes no reúnen condiciones hoy en día admisibles de seguridad y conservación preventiva". Sobre la sala polivalente se estudia si debería eliminarse, manteniendo la plataforma de apoyo que resguarda los restos arqueológicos "y podría utilizarse a modo de palco para actos públicos al aire libre; o en su caso, analizar una nueva solución para reconstrucción de la sala". Se estima que lo ideal sería contar con un salón de actos en mejores condiciones.
En la Este, donde se ubican las tres salas que se desmantelarán, de un lado se tienen que realizar mejoras en el acceso desde la Avenida Diagonal del Palau para posibilitarla carga y descarga de piezas por la puerta de la fachada principal sur del Palacio de Altamira (muelle decarga y descarga, cambio de barandilla...), y actuar sobre la pasarela exterior de planta segunda junto al ascensor, adosada a la fachada interior del ala este de cierre del patio de Armas. De forma secundaria, se realizarán algunas actuaciones por patologías constructivas que afectan a las tres salas de la remodelación, como filtraciones y goteras existentes en su cubierta. De cara al futuro, además, estas salas temporales se encuentran junto al lienzo de la muralla, el elemento de mayor valor patrimonial. En los montajes futuros no podrán realizar anclajes, por lo que se instalará una estructura auxiliar de sujeción en el falso techo de las salas para poder suspender elementos desde la misma.
Por último, sobre la actual sala de exposiciones temporales, que sería la futura permanente con los elementos que se retirarán de los espacios X, XI y XII, se establece la posibilidad de contemplar la muralla islámica, también BIC, desde el interior de la Sala. "En cualquier caso, resulta necesario modificar los estores interiores existentes, ya que provocan un calentamiento excesivo del vidrio con el consiguiente efecto de rotura y el cerramiento acristalado existente presenta fisuras". Asimismo, se estima oportuno recuperar el foso de agua a los pies de la muralla, de forma que contribuya a mejorar la percepción del conjunto.
En definitiva, el informe concluye que en general todas las actuaciones propuestas, la reorganización en su conjunto, "tendrá un efecto favorable para la puesta en valor del BIC Palacio de Altamira, y fomentará el disfrute y aprecio ciudadano del conjunto monumental". Con el nuevo recorrido y cambio de las salas y la permuta de las futuras salas temporales del Ala Este y la nueva permanente de la actual entrada al Mahe, se explica que permitirá el enlace del periodo tardorromano con el periodo cultural islámico de forma más inmediata y directa. "Su exposición correrá además paralela al antiguo lienzo de muralla medieval, visible desde esta sala, lográndose así contextualizar los materiales medievales con la arquitectura contemporánea a ellos". Se justifica que ello permitiría "recuperar la idea original de este espacio del museo en que existía un diálogo visual entre muralla y colección pero mejorándolo considerablemente ya que ese diálogo se realizaba con exposiciones temporales de temática variable y no con los materiales correspondientes al mismo periodo histórico medieval y procedentes de las excavaciones de la propia Ilš-Elche".