ELCHE. El dátil de Elche acaba de obtener la marca de calidad CV, distintivo de la conselleria de Agricultura y Transición Ecológica y que gestiona la Dirección General de Desarrollo Rural. Un reconocimiento que se aprobó el pasado 15 de mayo y que se hace oficial ahora, después de un trabajo de tres años de la Asociación de Productores de Dátil de Elche, y con el que aspiran a que estimule la producción de este fruto del palmeral por su gran potencial, ya que actualmente son pocos productores.
El presidente de la asociación, Miguel Ángel Sánchez, señala que en 2020 con la fundación de la misma se pusieron de objetivo lograr esta marca de calidad, que ahora han conseguido, y en el que el Ayuntamiento colaboró financiando la elaboración del expediente para la Generalitat. Esta marca de calidad supondrá el acceso a nuevas subvenciones, así como a la participación en ferias gastronómicas en la que el dátil, paradójicamente por la condición de patrimonio Unesco del palmeral, es un gran desconocido. Sánchez ha destacado que este reconocimiento no es solo para la variedad confitera, "también para las nuevas. Ahora cualquiera que pueda salir de Elche, de forma estandarizada, formará parte de este catálogo".
Además, esta marca aglutina también a Crevillent y Santa Pola. Para el sector supone un revulsivo porque puede estimular la producción de este fruto, ya que actualmente solo hay unos veinte productores de dátil en la zona: seis en la asociación y en torno a ocho o die fuera de la misma. En total calculan que se producen unos 100.000 kilos de dátil al año: 30-40.000 por parte de los asociados y en torno a 50-60.000 de los particulares que están fuera de la misma. "No podemos competir por precio con dátiles como los de Túnez, pero sí por calidad", explica el presidente de la asociación.
Debido a la baja producción, con esta marca, que hará más atractivo dedicarse a la misma, "podremos llegar a más marcado", indica. Actualmente el principal es Elche y la provincia en general, aunque también se consume en toda España, "a veces parece que incluso se valora más en otros lugares", indica Sánchez, apuntando que ahora con los pedidos online han tenido más despliegue. Aunque de forma puntual, también han exportado dátil a países como Inglaterra, Alemania o Grecia. Por su parte, el edil de Medio Rural, Felip Sànchez, ha valorado muy positivamente la noticia, "no solo para Elche, también para el Baix Vinalopó", y cree que ayudará a incrementar las ventas y potenciar el producto.
Sobre este distintivo 'CV', busca ofrecer a los productores agroalimentarios la posibilidad de diferenciar su oferta comercial, estableciendo un mecanismo de distinción técnica, para proteger su singularidad. "La adecuación al principio de proporcionalidad queda de manifiesto en que se ha buscado una regulación clara y concisa de la reglamentación de calidad del dátil de Elche, suficiente para la consecución de su finalidad". Esta marca se aplica desde ahora a los dátiles deshuesados y sin deshuesar en estado natural procedentes de las variedades comerciales de Phoenix dactylifera L. de la familia Arecaceae destinadas al consumo directo. Se excluyen los dátiles destinados a la industria.
A partir de ahora contarán con la marca 'CV Dátil de Elche' los frutos procedentes del cultivo al aire libre, íntegros, sanos y limpios cuyas técnicas de cultivo y de gestión de las instalaciones irán encaminadas a la minimización de los posibles impactos ambientales, "especialmente en lo que se refiere al empleo de insumos, uso de materiales reciclables y una adecuada gestión de residuos". Eso sí, ahora la conselleria establece una serie de exigencias de cara a esa excelencia: no habrá frutos inmaduros, pequeños o de textura gomosa, tampoco habrá frutos deformes o ausentes de hueso naturalmente. Los frutos estarán exentos de arañazos y de manchas negras del sol que afecten a más de 7mm de la superficie del fruto y tampoco presentarán humedad externa anormal u olor o sabor extraño.
También establece que la recolección deberá realizarse de forma manual (desde septiembre hasta abril), fertilización con agricultura biológica, control de plagas en los que se primará la lucha con medios biológicos en la medida de lo posible. Y se indica el tamaño que debe tener y peso dependiendo de la variedad. Y se deberá cumplir con un sistema que garantice la trazabilidad del producto desde las parcelas de origen hasta el almacén o lugar de envasado o confección.
En definitiva, una serie de normas exigentes que suponen que Elche cuente con un segundo alimento de su gastronomía protegido, después de la Denominación de Origen de la Granada Mollar.