ALICANTE. La cementera Cemex España quiere aumentar su capacidad de obtención de materia prima para el cemento blanco que fabrica, entre otros centros, en su fábrica de Buñol, en València. Y para ello, ha presentado a la Generalitat un proyecto para recuperar una antigua cantera abandonada en la localidad alicantina de Cañada, junto a Villena, y ampliar su superficie hasta 50 hectáreas.
El proyecto se encuentra en fase de exposición pública por parte del Servicio Territorial de Industria y Energía de Alicante, dependiente de la Conselleria de Economía, al afectar a una concesión regulada por la Ley de Minas. Cemex España Operaciones, filial del grupo con sede en Madrid que gestiona varias canteras, ha presentado a la Conselleria el proyecto de explotación de la cantera, junto con un proyecto de restauración integral, el estudio de impacto ambiental y el de integración paisajística.
Según la documentación aportada por la empresa, la intención es recuperar una cantera abandonada en el entorno de la Serra dels Porgaters, apéndice de la Sierra de San Cristóbal, para ampliarla hasta alcanzar una superficie mayor de 50 hectáreas, con la intención de extraer un total de 22,36 millones de toneladas de rocas calizas y dolomías (casi 9 millones de metros cúbicos). El destino de este material sería la fábrica de cemento de Cemex en Buñol, en la provincia de València.
Precisamente, Cemex está en pleno proceso de venta de dicha fábrica y de otras relacionadas con el negocio del cemento blanco a la firma turca Çimsa, en una operación valorada en 180 millones de dólares, tal como publicó en su momento Alicante Plaza. La intención era que dicha venta se cerrase a finales del pasado año, pero aún no se ha formalizado. En cualquier caso, la multinacional mexicana tiene desde el pasado 30 de septiembre el visto bueno (con condiciones) de la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC) para vender la línea de cemento blanco a la cementera turca.
La cantera inicial, de 26 hectáreas, recibió la DIA en 1994, con unos condicionantes que incluían la ejecución de un proyecto de restauración a la vez que se estaba explotando el recurso y la disminución de la altura de los bancos. Pasados algo más de 25 años de aquella autorización, Cemex tiene que pedir una nueva porque el proyecto actual dista bastante del original, y la cantera se enclava en una zona que afecta a suelos forestales maduros, integrados en la Infraestructura Verde de Cañada, además de un yacimiento arqueológico. La ampliación sería para 90 años.
De hecho, el colectivo Ecologistes en Acció ya ha expresado su rechazo a la reactivación y ampliación de la cantera, en un documento de alegaciones de nueve folios que han tenido que presentar sin poder acceder a la documentación presentada por la empresa, puesto que aún no se puede consultar el expediente completo en la página web de la Conselleria. El colectivo se muestra preocupado por la afección de la cantera a los suelos forestales, así como el impacto negativo del transporte de 1.000 toneladas diarias de caliza por carretera sobre los cultivos próximos.
"Es un proyecto inviable e innecesario", consideran los ecologistas, por lo que han pedido que se dicte una DIA desfavorable y el Consell no autorice la ampliación. Este periódico trató de contactar este lunes con un portavoz de Cemex España para valorar el proyecto, pero la petición cursada por correo electrónico no obtuvo respuesta.