ALICANTE. El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Alicante, compuesto por Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs), llega al último tramo de su mandato en común con la obligación de tener que intensificar las negociaciones con el conjunto de los grupos que conforman la oposición para poder aprobar su propuesta de presupuesto para 2023. Y, en esta ocasión más que nunca, forzado a ceder en las conversaciones con el resto de fuerzas políticas, toda vez que ninguna de ellas ha mostrado su predisposición a abstenerse para facilitar que las cuentas prosperen.
De hecho, quizá el partido que ha sido más tajante a la hora de anticipar su voto en contra ha sido Vox: el grupo en el que el bipartito ha podido confiar para sacar adelante las cuentas de los tres ejercicios precedentes gracias a su abstención y que ahora persiste en negar su apoyo salvo que se dé marcha atrás en la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) y se tenga en cuenta su propuesta de modificación fiscal (en la que se incluye la supresión de la plusvalía o, como mínimo, su rebaja, además de la reducción de los tipos a aplicar en el impuesto de vehículos).
De ahí que el alcalde, el popular Luis Barcala, haya enfatizado este viernes la necesidad de negociar y que haya mostrado su predisposición a ser "generoso" en esas conversaciones que, según ha dicho, deben abordarse a lo largo de la próxima semana, antes de que pueda convocarse la comisión de Hacienda para dictaminar sobre las enmiendas presentadas y sobre el fondo de la propuesta.
Así, en una comparecencia pública tras participar en el acto organizado por la Asociación Española contra el Cáncer, ha instado a los cuatro partidos que asumen funciones de oposición (PSOE, Unides Podem EU a no pensar en el horizonte electoral de las municipales del 28 de mayo y pensar que "estos presupuestos son para la ciudad".
"La semana que viene arrancará el proceso de la negociación" que, según ha dicho, seguirá estando pilotado por la edil de Hacienda, Lidia López, aunque no ha llegado a concretar en qué fecha podría convocarse tanto la comisión de Hacienda como el pleno posterior. "Las fechas no son un condicionante", ha recalcado. "Voy a poner toda la carne en el asador, tras el estudio de las enmiendas presentadas, y poner todo lo posible de nuestra parte para hacer posible que el presupuesto salga adelante", ha incidido. En este sentido, ha señalado que "todos los grupos tienen la misma responsabilidad, y es que, ante una propuesta que, por parte del equipo de gobierno, va a ser lo más generoso que permite el presupuesto, respondan adecuadamente, porque al final los presupuestos son para la ciudad y para los alicantinos".
"Entiendo que puedan estar en clave electoral, pero les pido que olviden las elecciones, que nos centremos en que hablamos de un presupuesto que es para todo el año, no para las elecciones, y que con ese nivel de responsabilidad se aborde esa negociación", ha incidido. "Hay motivos más que suficientes para que los presupuestos no sean bloqueados y se puedan aprobar", ha recalcado. Así, ha apelado a la responsabilidad y "a todo lo que se pierde si no salen adelante estos presupuestos", ha añadido, en alusión a inversiones como la prevista para el desarrollo del CEE El Somni, como el bipartito ya ha puesto de manifiesto con antelación.
"Dependemos de una negociación y de la posición que adopten los grupos de la oposición, los presupuestos son los que son, y a partir de ahora la responsabilidad es de todos, nosotros la responsabilidad de negociar, y del resto, la responsabilidad de apoyar o, como he visto hasta ahora, el interés electoral de que no prosperen", ha explicado. "Voy a intentar convencerles de que por encima del electoralismo, están los alicantinos", ha dicho.
No obstante, por el momento, nada parece atisbar que pueda producirse un cambio de posición entre los grupos opositores, salvo que se produzca un entendimiento respecto al conjunto de las enmiendas.
Por el momento, el portavoz del PSOE, Miguel Millana, ha asegurado que "los socialistas nos vamos a sentar a ver qué ofrece el alcalde, que arrastra una impresionante falta de credibilidad por sus continuos incumplimientos". Además, ha anticipado que "vamos a tener como guía fundamental las ayudas a los vulnerables y la creación de empleo y riqueza, orientada a los jóvenes, y el acceso a la vivienda, la mejora del entorno urbano, la mejora de los medios funcionariales y policiales". "Y en cuanto a la interlocución, lo ideal sería que fuese él mismo quien se encargase de dialogar", ha señalado. "Esperamos que esta vez sea más fructífero, pero tenemos serías dudas sobre su credibilidad", ha apostillado.
Por su parte, el portavoz de Unides Podem EU, Xavier López, ha dado prácticamente por descartada la posibilidad de que su formación opte por una abstención respecto a las cuentas al señalar que "el alcalde ha dicho que ha puesto toda la carne en el asador pero la carne ya está con moho y está caducada. Desde luego, esta ciudad está absolutamente paralizada. Vemos que Barcala es incapaz de llegar a ningún acuerdo con nadie, no nos fiamos de esas supuestas negociaciones", ha explicado, tras enfatizar en cuestiones como el traslado de las melias de la avenida de la Constitución o la desactivación del protocolo de emergencia por frío para asistir a personas sin hogar, además de la aplicación de la ordenanza de convivencia cívica.
"Nosotros tenemos la 151 enmiendas que hemos presentado, que son las que vamos a defender, pero desde luego ya tenemos la vista puesta en mayo para el cambio político en Alicante", ha concluido.
En tercer lugar, el portavoz de Compromís, Natxo Bellido, también ha incidido en las dudas que genera en la coalición valencianista los compromisos del alcalde, que "arrastra un problema de credibilidad". "Lo que le hemos escuchado es lo mismo que dijo la semana pasada y no hemos avanzado nada", ha incidido. En todo caso, ha insistido en que, si hubiese pretendido negociar, "hay que negociar antes del periodo de enmiendas porque de lo contrario, el margen de maniobra es muy corto", ha concluido.