Fragmento del documental 'La caja vacía', de Javier Falcó.ALICANTE. El Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert comunicó este miércoles, 31 de agosto el nombre de los premiados en la primera edición de DOCS Alicante, unos galardones que ha organizado con el objetivo de reconocer los proyectos documentales más destacados realizados en la provincia o con temática alicantina. En sus dos categorías se ha premiado a La caja vacía, de Luis Javier Falcó, como mejor documental, así como El pecio Bou Ferrer de la Vila Joiosa: un yacimiento extraordinario, de un equipo de la Universidad de Alicante conformado por José Antonio Moya, María Jesús Ortiz y Antonio Espinosa. Además, José Gayà ha conseguido un accésit por L’Art de la llata.
La pieza creada por el Javier Falcó, La caja vacía, narra la historia de un caso concreto de sustracción de bebés. Una práctica que afectó en España a miles de personas durante el franquismo y que el ilicitano aborda desde el nombre propio de María José Picó, también de Elche, que sirve de hilo conductor para abordar este asunto de forma pormenorizada. "En otros documentales se desarrolla esta temática con tantos testimonios y casuísticas diferentes, por lo heterogéneo de estas circunstancias, que el espectador tiene que hacer un acto de fe para creer lo que se dice", explica el autor. Sin embargo, no sucede así esta cinta. "No quería que quedara ninguna duda", sentencia.
Para ello, cuenta con las declaraciones de la propia Picó, víctima de esta situación y presidenta de la Asociación de Víctimas de Alicante: Bebés Robados y Adopciones Irregulares (AVA), así como de Soledad Luque, también víctima de bebés robados y presidenta de Todos los niños robados son también mis niños, quien además es portavoz de la Coordinadora Estatal de Apoyo a la Querella Argentina (CeAQUA). Junto a sus testimonios se incluye también el de Esther López, arqueóloga y exdiputada en la Cortes Valencianas, y el de Daniel Canales, abogado en Amnistía Internacional.
"En estos momentos, esas madres a las que les robaron sus hijos, por edad están muriendo; eso hará que la búsqueda y el esclarecimiento de estos casos se complique más todavía", explica Falcó. Es por eso que el objetivo de este documental no solo es acreditar la veracidad y verosimilitud de las circunstancias de Picó, sino también concienciar sobre la situación del resto de víctimas, "que están viendo como actualmente permanece paralizada en el Congreso de los Diputados una ley al respecto", con la que se pretendía añadir nuevos instrumentos para favorecer la resolución de estas prácticas delictivas.
Picó, que consiguió para su caso la primera sentencia que le permitía efectuar una exhumación en España para tratar de aclarar su situación, sigue buscando a su hermana melliza, que fue sustraída a su madre en el hospital de Alicante en 1962. Casi diez años después de tramitar la denuncia correspondiente ante el juzgado y de que el fiscal de menores procediera a investigar su caso e incluso a ordenar dos exhumaciones, no se han encontrado los restos de su hermana y se ha archivado el caso. "Ese archivo, con la cantidad de información que existe al respecto, es lo más sorprendente de todo", afirma Falcó.
La caja vacía pretende evidenciar esta dramática situación y hacer reflexionar al espectador sobre una realidad muchas veces desconocida, ya que es silenciada desde ciertos sectores de la sociedad que no les interesa que salga a la luz. Con el apoyo de sus participantes (investigadores, asociaciones, la arqueóloga que dirigió la exhumación y de Amnistía Internacional), el relato adquiere una verosimilitud fuera de toda duda que pone en evidencia la falta de voluntad por parte de las distintas administraciones en dar apoyo a las víctimas y solucionar estos casos.
El hallazgo, hace más de 20 años, del barco romano bautizado como Bou Ferrer, a mil metros de la costa costa alicantina, es el objeto del segundo documental premiado en DOCS Alicante, El pecio Bou Ferrer de la Vila Joiosa: un yacimiento extraordinario, en este caso como mejor documental con temática relacionada con la provincia. Este barco hundido hace miles de años es uno de los tesoros de la provincia y ha sido objeto de estudio por parte de instituciones nacionales e internacionales, siendo uno de los mayores exponentes del potencial arqueológico subacuático de la Comunitat y de su riqueza cultural. "Un yacimiento que lleva dos décadas estudiándose y que cuenta con una extensa documentación al respecto", apunta José Antonio Moya, periodista especializado en comunicación audiovisual de la ciencia y profesor de la Universidad de Alicante, quien ha sido una de las cabezas visibles de este proyecto audiovisual.
El documental premiado surge de la necesidad de sintetizar toda esa información de forma divulgativa para elaborar un contenido audiovisual que se pudiese proyectar en el VilaMuseu, donde el barco cuenta con su propia sala expositiva en la que dar a conocer toda su historia. "Es en este documental donde se hacen visibles los resultados de todos esos recursos que destinan las diferente instituciones públicas para poder conocer mejor nuestra historia y nuestra cultura, más allá del ámbito científico, que es un contenido que no llega a todos los públicos", explica Moya. Así, este pecio, que constituye en sí mismo un laboratorio formativo para nuevos profesionales y que se puede convertir en un factor dinamizador del turismo, sigue en constante estudio y, por tanto, arrojando cada vez más conclusiones.
Vista general del pecio Bou Ferrer."Son verdaderamente sorprendentes los nuevos descubrimientos, ya que nos hemos conseguido introducir no solo en la carga del barco, sino donde habitaban los marineros de entonces, y hemos podido ver sus utensilios", describe este experto que lleva lustros estudiando el yacimiento. Sin embargo, además de todas esas imágenes subacuáticas reales, el equipo del documental ha desarrollado una animación en la que se puede ver el trayecto original que pretendía recorrer el barco, con salida desde el puerto de Cádiz, así como con su trágico final a consecuencia de una tormenta que le sorprendió en la costa alicantina. "El espectador puede ver ahora como era realmente esta nave con todo lujo de detalles; no es una suposición, sino una recreación con todos sus rasgos característicos", apunta.
