ELCHE. Hace algunas semanas, y antes de empezar la campaña electoral, el aún equipo de gobierno anunciaba que se habían presentado cuatro ofertas válidas al proyecto de rehabilitación —más bien reforma— del viejo Mercado Central y su transformación en mercado "gastronómico". El proceso ya ha supuesto la apertura de las ofertas con sus equipos.
Cabe resaltar que se presentaron siete ofertas, pero tres no han seguido el proceso. Bau Arquitectos, la compañía que a priori elaborará el nuevo catálogo de protecciones, y la ilicitana Estudio Ras, que se presentó al proyecto de renovación de Carrús Este, han quedado descalificadas al entregar la oferta fuera de tiempo. También quedó descalificada Escalar porque no acabó confirmando la oferta presentada.
Están por tanto en el proceso el arquitecto Diego Serrano Seller y su equipo, en el que ha incluido para la parte arqueológica a Eduardo López de Alebus, quien ha excavado el grueso del Mercado Central y su entorno. No obstante, tiene que presentar documentación para seguir adelante en el proceso. El mismo caso que el equipo de la valenciana Tomás Llavador Arquitectos e Ingenieros.
Ya se han admitido las ofertas del equipo gaditano de Fernando Visedo Manzanares y la de la UTE formada por Cor Asociados Arquitectos, Ravetllat Arquitectura y Estrats Arqueología, esta última, la compañía que halló los Baños Árabes en la Plaça de la Fruita que ahora se han de integrar en el proyecto para musealizarlos, y de los que aún queda por excavar la leñera.s permite.
En cualquier caso, este proceso que ahora se ha iniciado hay que ver cómo queda, lo que se resolverá en la próxima legislatura y bajo el nuevo equipo de gobierno. El Partido Popular ya presentó su propia iniciativa de rehabilitación del vetusto inmueble al estilo tradicional, llevando allí a los placeros (lo que supondría eliminar el mercado provisional), rescatando el hueco del antiguo aparcamiento de la pescadería para este uso. Pablo Ruz, futurible alcalde, no quiere paralizar el proyecto, que además ya está con la licitación en marcha, pero sí modificarlo para llevarlo a su terreno. Lo que quedará por ver cómo se puede encajar, toda vez que las diferencias entre ambos proyectos quizá representen una modificación de la obra mayor de la que la Ley de Contrato