Foto: EPALICANTE. Alicante ejerce su condición de capital y se sitúa al frente de la planificación de la red de puntos de carga para vehículos eléctricos en l'Alacantí. En ese objetivo, ya ha asumido la labor de coordinación para concretar la ubicación de esos postes para coches enchufables a partir de los emplazamientos propuestos por los ayuntamientos del resto de municipios de la comarca con el fin de evitar duplicidades. Es decir, que no se habiliten cargadores en una misma área de influencia entre los límites de dos términos municipales contiguos para favorecer su extensión en otras zonas. Y, con ello, poder configurar una malla lo más amplía posible sobre el conjunto del territorio, de modo que se pueda optimizar recursos y aproximar esos cargadores a los usuarios.
Ese es uno de los últimos compromisos adquiridos en el seno de la Mancomunidad relacionados con el desarrollo de la movilidad sostenible, después de que haya quedado despejada la continuidad del alcalde de Alicante, Luis Barcala, como presidente del organismo tras la renovación de gobiernos deparada por las elecciones del 28 de mayo. En principio, esa labor de coordinación iniciada durante el pasado mandato no debería encontrar dificultades toda vez que los seis municipios encuadrados en la Mancomunidad comparten ahora el mismo signo político con alcaldes del PP. Se trata de San Vicente, Sant Joan d'Alacant, El Campello, Mutxamel y Agost, al margen de Alicante.
Cada uno de esos municipios ya ha planteado un mapa de ubicaciones para la disposición de los puntos de carga que ya han sido compulsados y subsanados para evitar concentraciones o excesiva cercanía entre localizaciones propuestas en un mismo ámbito. Así, se ha cuadrado una distribución de 36 emplazamientos para la instalación de otras tantas estaciones, provistas con dos puntos de carga semirápida cada una. Se trata de sistemas que permitirían cubrir el 100% de suministro de un vehículo tipo en un tiempo aproximado de dos horas y cuarenta minutos, según fuentes consultadas. En concreto, Alicante dispondrá de 20 estaciones, El Campello y Mutxamel, de 4 cada uno, San Vicente del Raspeig y Sant Joan d'Alacant, de 3, y, por último, Agost, de 2, con la previsión de que su localización quede al alcance de los ciudadanos a través de una aplicación específica.
Pero, además, es el Ayuntamiento de Alicante (por su mayor capacidad técnica y disponibilidad de personal) el que se perfila como encargado de licitar el desarrollo de esos puntos de carga, o como mínimo, de precisar las bases de los concursos particulares para cada municipio, en el supuesto de que no resulte viable promover una licitación única.
De este modo, cada uno de los ayuntamientos se limitará a poner sus respectivos emplazamientos de suelo a disposición de las empresas interesadas en habilitar esas estaciones, para que sean esas mercantiles (o una mercantil única, en el supuesto que parece probable de que se promueva una convocatoria común para el conjunto de la comarca) las que asuman los costes de su instalación a riesgo y ventura. En ese concurso o concursos particulares, se determinará unos baremos límite para la determinación de las tarifas a abonar por los usuarios, mediante pago con tarjeta o a partir de su registro en una web específica.
La Mancomunidad trabaja con el objetivo de que al menos los dos primeros puntos de carga puedan implantarse antes de que finalice este año y que el conjunto de la red quede desplegada en el margen de un año y medio, en función de la adaptación de infraestructuras en forma de refuerzo de la red eléctrica que resulte preceptiva en cada emplazamiento propuesto.
Al margen de ello, también se prevé poner en marcha el proceso para regular la instalación de electrolineras, a partir de la propuesta de ordenanza elaborada por los técnicos de la Concejalía de Urbanismo de Alicante, que se compartió con el conjunto de municipios de la comarca como modelo de referencia para ordenar su implantación en cada término.
Así, se pretende que la regulación de los puntos de carga y de las electrolineras permita potenciar la cooperación entre municipios de la comarca también en el ámbito de las infraestructuras, de modo que la Mancomunidad no se limite a intervenir en la prestación de servicios como la fumigación, la depuración de aguas residuales o el consorcio sobre la televisión comarcal. Se trataría de aprovechar el organismo como instrumento para abordar otras necesidades o problemas compartidos, según precisaron fuentes consultadas.
