ALICANTE. El Ayuntamiento de Alicante y la Universidad de Alicante (UA) vuelven a conjurarse para tratar de imprimir el impulso definitivo a la ampliación del Parque Científico (PCUA) que comprende la creación de otros 743.000 metros cuadrados de suelo dedicado a la instalación de empresas de alto valor añadido, dedicadas a la investigación y a los desarrollos tecnológicos, aunque también a nuevas facultades y edificios reservados a la docencia.
Esa expansión con la que se pretende potenciar su papel como polo de generación y de atracción de empresas innovadoras queda sujeta ahora a la recopilación de los últimos informes sectoriales necesarios para que la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que la ampara -con la reclasificación de suelos del entorno del recinto actual del PCUA- pueda elevarse a aprobación en pleno, según concretaron fuentes municipales.
Por lo pronto, esa propuesta de modificación de planeamiento ya ha superado el trámite de evaluación ambiental, con la emisión del informe ambiental y territorial estratégico favorable en el procedimiento simplificado de evaluación del plan, al que se dio carta de naturaleza con su publicación en boletines oficiales el pasado agosto, como informó este diario. Es más, incluso se habrían aportado ya los informes adicionales que se requerían como condicionantes en ese dictamen, con el fin de descartar posibles repercusiones sobre el tráfico en el entorno de la A-7 y para garantizar que en la urbanización de esos terrenos no existe riesgo de inundabilidad.
Incluso se habría reflejado también la incorporación de reserva de suelo para construir nuevas facultades, o de servicios asociados a la actividad de un campus universitario al uso (como una residencia de estudiantes o zonas de restauración), para que el conjunto de esos nuevos 743.000 metros cuadrados a incorporar al PCUA no computen estrictamente como suelo empresarial y se corra el riesgo de agotar las posibilidades de crecimiento industrial de Alicante, en función de los límites establecidos hasta ahora en la Estrategia Territorial de la Comunitat Valenciana (ETCV) para el término municipal.
El impulso de esa modificación del PGOU también requiere de otro acuerdo paralelo que, en función de la reunión de trabajo desarrollada este jueves entre el alcalde de Alicante, Luis Barcala, y la rectora de la UA, Amparo Navarro, debería quedar solventada a corto plazo. Se trata de la autorización municipal para que pueda producirse la apertura del acceso viario que enlaza el campus universitario con el recinto del PCUA actual, a través de un cruce bajo el trazado de la A-70. Se trata de un vial construido desde 2018, que solo se utiliza hasta ahora para desplazamientos peatonales, a la espera de que también se permita el tráfico rodado tras las conversaciones que se vienen produciendo entre la Concejalía de Urbanismo y la institución académica desde hace más de tres años.
En todo caso, una vez superada la tramitación administrativa de esa propuesta de ampliación del PCUA, de carácter estrictamente urbanístico, la expansión de su superficie todavía quedaría sujeta a dos requisitos adicionales. El primero consiste en la adquisición de todo el suelo comprendido en esa bolsa de 743.000 metros. En la actualidad, más del 65% de esos terrenos ya es propiedad de la UA, en un proceso de adquisición progresiva que se inició hace cerca de 30 años, cuando se planteó el germen del PCUA, entonces bajo la denominación de Medpark.
Otra parte mayoritaria de la superficie restante pertenece al Ayuntamiento de Alicante, lo que facilitaría su puesta a disposición del proyecto. No obstante, también existiría una última porción de esos suelos que siguen siendo de titularidad privada, al quedar en manos de empresas como Tejas Borja, además de otras sociedades de menor tamaño, según fuentes consultadas.
De este modo, el desarrollo del proyecto requeriría de financiación para asumir la compra de esas parcelas que todavía no estarían estrictamente alineadas con el objetivo de la expansión del PCUA. Y el segundo requisito también sería económico. A los fondos para la adquisición de esos suelos, se suma otra inversión que se estima todavía superior para acometer la urbanización de todo el ámbito de actuación, para lo que se demandaría de la implicación de administraciones superiores o del apoyo de líneas de financiación europea.
Sea como fuere, esas vicisitudes no impiden que el PCUA haya consolidado su actividad con la vinculación de hasta 45 empresas, según concretó este jueves la vicerrectora de Transferencia, Innovación y Divulgación Científica, María Jesús Pastor, en la visita al nuevo edificio destinado a la implantación de empresas que ocupa uno de los espacios centrales del PCUA.
Trece de ellas son spin-off, empresas surgidas de la propia labor de investigación desarrollada en la UA, y otras son empresas emergentes o ya consolidadas que han apostado por aprovechar las instalaciones del recinto (laboratorios, naves con prestaciones especiales, equipamientos, etc.), o las sinergias que supone compartir un mismo entorno con otras empresas dedicadas a la investigación, para incorporarse con cierta presencia física (lo que entraña la posibilidad de mantener sus sedes centrales fuera del PCUA).
Esas empresas ya asentadas se dedican a áreas tan diversas como la biotecnología, salud, tecnologías de la comunicación y la información, economía circular o emprendimiento social, como se detalló en octubre, con motivo de la inauguración oficial del nuevo edificio central del PCUA. En concreto, 16 son empresas de base tecnológica o surgidas de equipos de estudiantes. El resto son empresas consolidadas, como Verne, Aliaxis, Orizon, Labaqua, entre otras, que se vinculan al Parque Científico para formar parte de una estructura que les proporciona de forma continua captación de talento y posibilidades de cooperación en proyectos de I+D con grupos de investigación de la UA y con otras empresas. La última en incorporarse a ese listado habría sido Sacyr Agua, según se concretó durante el desarrollo de la visita.
En ese conjunto de compañías, trabajan más de 50 doctores y más de 400 titulados de la UA, y en el último año invirtieron más de 10 millones de euros en I+D+i y captaron más de 1,5 millones de euros de fondos públicos para sus procesos de innovación. Por lo pronto, ese edificio empresarial central estrenado en octubre ya cuenta con diez primeras empresas que optaron a sus espacios en el proceso de licitación convocado para concederlos, con lo que ya tendría comprometida el 70% de su capacidad, según precisó Pastor.