ALICANTE. En cocina, sazón es el estado en el que algo ha alcanzado su perfección o madurez. En consecuencia, sazonar es llevar ese algo a su plenitud. Y eso es lo que ha hecho el hotel Serawa Alicante con su nuevo espacio gastronómico, Alasazón, que ahora se reinventa para abrir al público como restaurante todo el día, durante todos los días de la semana, con un concepto que supone un homenaje a la ‘época dorada’ de la ciudad, hace unas décadas, revisitando los establecimientos más icónicos de entonces en la Explanada, la Rambla y su entorno.
Lo que antes era la cafetería del hotel se transforma en un restaurante desde este mismo jueves, 1 de febrero, en el que abren sus puertas añadiendo, además, nuevos espacios. Y es que el hotel ha adquirido el edificio contiguo, con el que crece para ofrecer más habitaciones, pasando de 21 estancias a 47, que estarán disponibles para el público en marzo, antes de la campaña turística de Semana Santa.
Serawa Alicante abría sus puertas en el número 16 de la calle San Fernando el 14 de febrero de 2020, justo un mes antes del confinamiento por la pandemia de covid-19. Sus propietarios habían adquirido en 2018 el antiguo hotel Gema, en Moraria, que mantuvo el nombre hasta su rehabilitación y posterior apertura en el verano de 2020, ya como Serawa Moraira, creando así una pequeña cadena hotelera con dos establecimientos.
Un nombre ligado a un concepto, como es alinearse plenamente con la sostenibilidad, la cultura local y a los pequeños detalles. “Los dos hoteles cuentan con el certificado BREEAM que garantiza el grado de sostenibilidad de los inmuebles y su impacto positivo en nuestra economía local”, explica Verónica Valcárcel, gerente de Serawa Alicante. Esta vez, con la ampliación del hotel de Alicante, crean nuevos rincones en los que deleitarse con la comida en el restaurante Alasazón, con ese concepto ‘sazonador’ con el que llevan los alimentos a su esplendor culinario, como su nombre indica.
Eso es lo que sucede, por ejemplo, con los salazones alicantinos, que también tienen su protagonismo en el nuevo restaurante. De hecho, el espacio se crea como una calle de un mercado, con sus puestos, que transmiten al cliente algo que llevan a la práctica, como es el uso de productos de temporada y de kilómetro cero. Y a la vista están esos salazones, así como otros productos que pasarán después al plato para conformar ese particular homenaje a la terreta. Tarea que ha afrontado el chef y asesor gastronómico Arturo Salvetti, de arraigado apellido en la ciudad.
El cocinero alicantino Arturo Salvetti ha sido así el encargado de transformar el concepto gastronómico del hotel Serawa en Alicante. “Se trataba, no solo de darle un cambio al local y de hacer un cambio de carta, sino también de conceptualizar su identidad”, explica el asesor de Alasazón. “En Alicante ya se come muy bien en muchos sitios, pero cuando ahora la gente acude a un restaurante, lo que espera es algo más en la atención al cliente, el interiorismo y su identidad gastronómica, todo en un paquete muy cerradito”, explica.
Salvetti, que, aunque es alicantino ha desarrollado su carrera profesional en València, conoce muy bien Alicante y sabe que hay “muchísima competencia, y muy dura, en un espacio muy pequeño o limitado” como es el centro. “Es por eso que, para mí, afrontar este proyecto era todo un reto que me apetecía afrontar”, confiesa. “Quería que la comida de Alasazón tuviese una historia que contar al cliente”, destaca, así que decidió hacer un homenaje al entorno del hotel, donde se ubica el restaurante.
“Yo vivía en el Portal de Elche y conozco bien toda la zona”, justifica. “Los domingos íbamos a comer canelones al hotel Palas o un arroz en el restaurante La Goleta o en El Delfín y después nos comíamos el bollo con helado en El Buen Gusto o íbamos a la horchatería Azul, mientras paseábamos por la Rambla y por la Explanada”, recuerda. Unos iconos, referencias del pasado, a las que hace un giño contemporizado en la nueva oferta gastronómica del restaurante.
“Es nuestro particular homenaje en el plato”, afirma, a través, por ejemplo, de un cóctel de marisco con el que revisitar El Delfín, que llegó a tener una estrella Michelin. La particular concepción de Salvetti del biscuit glacé de La Goleta también está presente en la nueva carta. Igual que esos canelones del Palas, ya mencionados, o el bollo con helado. Pero esos son solo algunos de los platos que se podrán encontrar en Alasazón.
Estará abierto todo el día durante todos los días de la semana, de ocho de la mañana a doce de la medianoche. “Queremos que la gente venga a todo, ya sea a tomar un café, como a picar en la barra, tomarse un vino o una cerveza, comer, cenar, tomarse una copa o un cóctel…”, explica. “Es un sitio que se presta a todo”, sentencia. Para transmitirlo, con la idea general del local se proyecta con cierta “informalidad” mediante el interiorismo, la identidad gastronómica y el servicio. “Una especie de barra alicantina constantemente abierta al público”, apunta.