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50 aniversario del aeropuerto alicante-elche

Ximo Puig emplaza a Rajoy a "un nuevo contrato" con la Comunitat que concrete inversiones

3/02/2018 - 

ELCHE. Como era de esperar, y con el pretexto del 50 aniversario del Aeropuerto Alicante-Elche, las intervenciones del presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y del alcalde de Elche, Carlos González, han girado en torno a las preocupaciones de cada territorio. Esto es, infraestructuras, infrafinanciación, y fechas para concretar algunos proyectos de urgente necesidad, como es el caso que respecta a Elche con la mejora de la comunicación de esta vital infraestructura. El presidente y alguno de sus ministros —en este caso Íñigo de la Serna— vienen poco, pero cuando lo hacen, lo hacen a lo grande, con varios millones de inversiones bajo el brazo para ir paliando aquello de la infrafinanciación. Y un poco, de paso, mostrar la generosidad del Gobierno con sus autonomías, con mensajes implícitos a Cataluña.

Precisamente el primero en intervenir, Ximo Puig, partió de la importancia del aeropuerto, actualmente el cuarto de toda España, y uno de los principales europeos en lo que a turismo se refiere, para llevarlo al terreno de la financiación y la importancia que el territorio valenciano —y la provincia alicantina— tiene para la economía nacional. Puig calificó al aeropuerto de Alicante-Elche como "una seña de identidad y progreso de la comunidad y del país", incidiendo en el volumen turístico que recibe la comunidad anualmente. En ese sentido, señaló que los 20 millones de pernoctaciones de 2017 en la provincia y los 5000 millones en exportaciones muestran que la provincia, y la Generalitat en general, “merecen la atención de las instituciones”.

El peso económico de la provincia de Alicante, su principal argumento

Siguió el presidente destacando las infraestructuras económicas de relevancia con las que cuenta la provincia, tanto Elche Parque Empresarial, en pleno proceso de expansión y con la mirada puesta en un futuro más innovador y tecnológico, como la Institución Ferial Alicantina (IFA). Además, hizo mención especial al empresariado local, destacando el reciente anuncio de PLD Space, a quien la Agencia Espacial Europea (ESA, en inglés) ha encargado desarrollar un nuevo lanzador de satélites. Un proyecto que podría suponer la posible ubicación de un puerto espacial en el país. También señaló el grado de internacionalización de la Generalitat y su empresariado, un eje en el que se está trabajando constantemente desde las diferentes instituciones. Algo que demuestra el hecho, según señaló Puig, que se exporta un 26% más de lo que se importa.

Por otra parte, también centró su discurso en lo que sufrió la provincia durante la crisis, al ser una de las provincias con mayor descenso proporcional del PIB de toda España, justificando las necesarias acciones públicas que ayuden a vertebrar el territorio a nivel social como económico. Ahí entra el ansiado Corredor Mediterráneo y la mejora del acceso al propio aeropuerto, infraestructuras que llevan tiempo esperando mejoras. También tuvo palabras Puig para la sequía que azota la comarca del Vinalopó y la Vega Baja, pidiendo al presidente medidas para paliarla. Unas medidas todas ellas, en definitiva, ligadas a la infrafinanciación de la Comunitat Valenciana, una tesis con la que el president cerró la cuadratura del círculo, pidiendo “un nuevo contrato alicantino y valenciano”. Sabedor de que el melón de la financiación costará abrir, y a pesar de la incidencia, Puig volvió a recordarlo, para que quede constancia.

Inversiones millonarias sin fecha

Un guante, así mismo, que recogió Rajoy, que abrió la puerta a esa mejora del reparto económico hacia la autonomía y a una negociación para llegar a un acuerdo definitivo en torno a la financiación autonómica a nivel estatal. Reconoció la importancia del aeropuerto y aprovechó para anunciar un paquete de medidas en algunos de los ámbitos reivindicados tanto por la Generalitat como por el Consistorio ilicitano. Vienen poco, pero vienen bien, aunque el discurso sobre la financiación justa no dejará de escucharlo hasta que esta sea fehaciente. A ese respecto, el presidente recitó la ristra de nuevas medidas: el corredor Eje Este-Oeste de la A-7 de Alicante y Murcia con una inversión estimada superior a los 580 millones de euros y una inversión de 70 millones en el aeropuerto hasta 2021 —que incluye mejora de su intermodalidad y oferta de transportes a dicha infraestructura o la adjudicación definitiva en primavera de las obras para la duplicación de un tramo de la N-338 que accede— como cabezas de cartel. Fuera del aeropuerto y en la letra pequeña, pero importante para Elche, habló de la finalización del segundo tramo de la Ronda Sur en Elche.

Una batería de medidas que valoró positivamente el alcalde, pero que dejó un sabor agridulce por la falta de concreción y de fechas, como es habitual. Aunque son los daños colaterales de la lluvia de millones a la que tienen acostumbrados los miembros del Ejecutivo cada vez que pisan la comunidad; una mejor financiación que sobrevuela al imaginario colectivo, pero que a falta de materializarse, deja por el camino algunos millones para asuntos varios. Hubo también, por cierto, malestar institucional del alcalde porque no contaron con él para hablar en el aeropuerto de la ciudad. El viernes llovió, pero cuando llueve, nunca lo hace a gusto de todos. 


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