ELCHE. A mitad del año pasado el sector inmobiliario de la ciudad mostró algo de agotamiento tras varios cursos de recuperación en el ladrillo tras el estallido de la burbuja en el sector. Sin embargo, y a pesar del freno del primer semestre, los resultados globales de 2018 muestran que el sector sigue creciendo en la ciudad y superándose año a año, aunque eso sí, incrementando las licencias de forma sostenida. En el pasado año se concedieron un total de 326 licencias de nueva vivienda.
Si bien hasta junio bajaron las licencias en más de un 50% con respecto a 2017, frenando el buen crecimiento que hasta entonces había tenido el sector del ladrillo local, con un máximo de 147 permisos solicitados en general y un total de 113 licencias de nueva vivienda, ambas, cifras netamente inferiores a las mismas de los tres cursos anteriores, fue la bajada de licencias más importante desde 2015. Así pues, en cifras globales, en 2018 han sido 326 las licencias de nueva vivienda concedidas, una veintena más que en 2017, que se quedaron en 305, por lo que se trata de la cifra más alta desde 2015 año en el que se conceden 394 dado que hay promociones potentes como la de Infinity View en Arenales del Sol.
De esas 326, 183 fueron en el casco urbano, mientras que en 2017 fueron 160; 155 libres y 28 de VPO. En cuanto a las pedanías, se concedieron 50, bastante menos que en 2017, cuya cifra fue de 136; y por último, 3 en suelo rústico (chalets y demás). Asimismo, esas 28 no fueron las únicas de VPO que se proyectaron, a ellas hay que sumar 90, que corresponden al proyecto de San Antón y su tercer bloque comercializado por Pimesa. Así pues, de protección oficial se concedieron 118 y libres 208. Eso sí, hay que distinguir la aprobación de la licencia de la mera construcción, esas 326 no significa que se hayan construido el pasado año, sino que ya tienen su permiso para edificar.
Por otra parte, también hay que resaltar que, durante 2018 se solicitaron 297 licencias de otro tipo, relativas a nueva planta o a reformas y renovaciones de inmuebles o edificaciones de particulares. Una cifra que es la más alta desde las registradas a este respecto en la legislatura, que ya batió record el pasado año con 240. Por lo tanto, y dejando de lado la anomalía de nuevas construcciones de 2015 debido al impulso de las promociones en pedanías de mucho turismo —en las que estas licencias se resintieron menos durante la crisis y que ahora se demanda más—, 2018 ha sido hasta la fecha el ejercicio con mejores resultados de media tanto en licencias de nueva vivienda como en otras referidas a obras de reforma y similares.
También cabe destacar que además de que tras el estallido de la crisis se está construyendo a priori con mucha más cabeza que en los años de la burbuja, puede influir que cada vez queda menos espacio residencial por urbanizar, aunque la situación no es tan acuciante como la del suelo industrial. Hay algunos sectores que desarrollar todavía. En cualquier caso, el sector inmobiliario está armándose cada vez más, como muestra el hecho de que en 2018 se creara una promotora cada tres días en la ciudad.