ALICANTE. Arranca la cuenta atrás para que la avenida Ramón y Cajal de Alicante cambie de cara con el proyecto de su reurbanización: una actuación con un presupuesto de 1,8 millones que se corresponde con uno de los tramos céntricos del paseo litoral en continuidad previsto para vertebrar toda la línea de costa de la ciudad, entre los términos municipales de El Campello y Elche. La propuesta trazada por la Concejalía de Urbanismo pretende remodelar toda la avenida para ampliar las dimensiones de la acera y mejorar la conexión peatonal entre el paseo de La Explanada, Ramón y Cajal y el parque de Canalejas, de modo que se favorezca un tránsito armonizado de continuidad entre ambos espacios.
El proyecto comprende, además, una reorganización del tráfico en la que se incluye la eliminación de uno de los dos carriles de circulación actuales para implantar un nuevo carril bici justo junto al borde del parque de Canalejas. Con ello, el departamento que coordina el edil Adrián Santos Pérez (Cs), procura la prolongación del recorrido ciclista ya incorporado en la segunda fase de la reurbanización de La Explanada.
De igual modo, entre los cambios previstos se incluye una nueva solución para los desplazamientos del tráfico rodado en el cruce de la avenida con el Paseo de Doctor Gadea. En concreto, con la remodelación, se suprime la posibilidad de giro para realizar un cambio de sentido: un movimiento que ahora sí se permite para los vehículos que se dirigen desde Doctor Gadea hasta Canalejas con la intención de volver a recorrer el paseo en dirección a Calvo Sotelo. Ese espacio de cruce queda delimitado ahora como zona peatonal, a la que se dotará de arbolado.
De igual modo, se redistribuyen las plazas de estacionamiento a lo largo de toda la avenida Ramón y Cajal. Hasta ahora, esas plazas están organizadas en batería, de modo que pasarán a quedar dispuestas en cordón para liberar espacio en la calzada y permitir el encaje del carril bici. Y, además, como singularidad, el proyecto incluye la renovación del alumbrado, para el que se prevé recuperar el modelo de farola instalado en Alicante hasta principios del siglo XX. Se trata del mismo modelo que se prevé instalar en lo sucesivo en otros espacios céntricos como la avenida de la Constitución, en cuanto se acometa el proyecto para su peatonalización, según precisaron fuentes municipales. Con esa apuesta, se pretende dar uniformidad en todas las actuaciones de renovación urbana que se acometan en el futuro con la intención de generar identidad de ciudad, según se acordó al aprobar el primer catálogo de directrices pra la renovación de la escena urbana.
Las obras de reurbanización de la avenida quedarán cofinanciadas por la Diputación a través del Plan Planifica. De este modo, la institución provincial aportará el 45% de su presupuesto, mientras que el Ayuntamiento asumirá el 55% restante con fondos propios.
En principio, el objetivo es que la ejecución de los trabajos pueda licitarse e iniciarse antes de que concluya 2021. De hecho, el equipo de gobierno (el bipartito compuesto por PP y Cs) prepara ya el proceso para la contratación de las obras tras cumplimentar la fase de exposición del proyecto al público: uno de los requisitos establecidos en el Plan Planifica.
Tras la reurbanización de Ramón y Cajal, se prevé acometer la remodelación de su enlace con Eusebio Sempere, Óscar Esplá y la avenida de Elche como prolongación natural. Se trata, también, de otro de los tramos incluidos en el proyecto de paseo litoral, en el que se prevé una reordenación más amplia, puesto que también conllevará cambios en la disposición de los tráficos. Para el desarrollo de esos trabajos también se prevé contar con financiación compartida, con el respaldo de la Diputación. Eso sí, su ejecución será más tardía, previsiblemente en el año 2022, aunque todavía sin fecha definitiva.