ORIHUELA. Si hay algo que parece claro en Orihuela es que el PP con Emilio Bascuñana al frente de la candidatura de los populares, ha ganado las elecciones. El actual alcalde oriolano, repetirá al frente de la Alcaldía con casi toda seguridad, aunque pierde dos concejales con respecto a 2015. Aunque si hay algo que también está claro es que Ciudadanos será más clave que nunca para decidir qué clase de gobierno local hará en Orihuela. Gana en apoyos y escaños con cinco asientos. Dos puestos que puede haber rascado al PP, o bien, a parte de un PSOE desencantado que ha perdido dos ediles con respecto a 2015 y tendrá a seis representantes en el Consistorio. Tres de ellos, independientes. Cambiemos Orihuela obtiene tres asientos estas elecciones, un edil más que hace cuatro años. Vox entra, sin haberse movido en campaña, con el rebufo de las generales, con dos ediles y José Manuel García Escolano.
Tras el 26M, PP y Cs es la suma más verosímil por el momento para un posible gobierno local en la capital de la Vega Baja. Cs ha ganado dos concejales con respecto a 2015, restando apoyos, probablemente de PP. Viendo los resultados, está claro que el bloque de la derecha gana en la ciudad oriolana y ahora cabe ver si Bascuñana se apoyará en Ciudadanos, su actual socio de gobierno, o quiere tantear el terreno y tratar de gobernar solo. En cualquier caso, lo haría en minoría, como en 2015, pero en una situación más desfavorable que entonces puesto que tendría que hacerlo con dos personas menos respaldándole. Ciudadanos, en cambio, ha crecido en apoyos y querrá, en consecuencia, más representación. Vox entrará por primera vez para afianzar una derecha en Orihuela que sumaría 16 personas en el Consistorio.
El tándem PSOE y Cambiemos tendrá que seguir, con casi toda seguridad, en la oposición con una suma de nueve ediles. PSOE parece haber pagado la escisión que vio la luz hace unos meses y la fuga de ediles del Consistorio. Carmen Gutiérrez y Antonio Zapata dicen adiós al Ayuntamiento, como ya lo hicieron hace meses del PSOE. Cambiemos, no obstante, gana un concejal más, después de unir fuerzas con Podemos y Claro. La única forma de sumar para que gobernaran sería junto a Ciudadanos, pero es muy improbable ese tripartito. Quizá, si Cs hubiese sumado, únicamente junto a PSOE, otro gallo hubiera cantado. La formación naranja, de nuevo, clave para el gobierno de la capital de la Vega Baja.
En Orihuela se presentaban a estas elecciones siete partidos de los que cinco consiguen representación. PP, con Emilio Bascuñana, que repite candidatura, al igual que Carolina Gracia por el PSOE y Carlos Bernabé por Cambiemos Orihuela-Claro y Unidas Podemos. Ciudadanos puso al frente a José Aix. Entrarán al Consistorio, por primera vez, dos candidatos de Vox, encabezado por José Manuel García Escolano. El Compromís de Cayetano Portugués se quedaría sin representación, así como el Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE). Los 13 escaños son mayoría absoluta en el Consistorio oriolano.
El panorama en 2015 quedó en once concejales para el PP, ocho ediles para el PSOE, tres asientos para Ciudadanos dos ediles para Cambiemos y uno para Foro Demócrata. La falta de acuerdo para un gobierno de signo diferente al PP llevó a que, por primera vez en décadas, el Partido Popular, con Emilio Bascuñana como nuevo candidato gobernara en minoría. En 2017, Ciudadanos se agregó al equipo de gobierno con sus tres ediles y un cambio de responsabilidades en la gobernanza. Algo que creó malestar entre los ediles del PP en su momento, que perdieron responsabilidades.
Analizando los resultados, el PP en Orihuela ha conseguido 9.496 votos, un 33,83% del total. PSOE, la segunda lista más votada, sumó 6.519 votos y un 23,22% del pastel. Ciudadanos, en el tercer puesto, ha obtenido 5.371 apoyos. Cambiemos Orihuela será la cuarta fuerza con 3.695 votos y un 13,16% del Consistorio y a Vox le han votado 1.932 oriolanos, un 6,88%. Compromís recogió 759 votos, que no son suficientes para aparecer en el panorama del Ayuntamiento. PCPE obtuvo 98 votos.
El nuevo Ayuntamiento de Orihuela tendrá 25 nombres, algunos nuevos, en los asientos de la Casa Consistorial. Para el PP entrarán, por orden de lista, Emilio Bascuñana, Rafael Almagro, Dámaso Aparicio, María Teresa Sánchez, Sabina Goretti Galindo, Víctor Valverde, María Dolores Rocamora, el independiente Víctor Antonio y José Galiano. Los seis nombres del PSOE son: Carolina Gracia, Ángel Luis Muñoz, Patricia Menárguez y Luis Quesada (los números dos a cuatro son independientes). También estarán María García y Guillermo Cánovas. Solo dos ediles socialistas repiten. Los cinco concejales de Cs son José Aix, Luisa Boné, Mar Ezcurra, Ángel Manuel Noguera y Ramón López. Por Cambiemos Orihuela estarán Carlos Bernabé, María G. Sandoval y Javier Gracia. Por último, Vox tendrá a José Manuel García Escolano y a María Asunción Aniorte.
En Orihuela, a las 18 horas habían depositado su voto un 48,41% del censo de las 47.647 personas llamadas a las urnas. La participación era del 35,57% a las 14 horas según los datos oficiales del Ministerio del Interior. La participación ha bajado, con los datos disponibles hasta el momento, en un 1,7% con respecto a las últimas municipales de 2015 que dieron la victoria, en minoría, a Emilio Bascuñana. Una disminución de electores que ha beneficiado a la derecha.
Durante las elecciones, ayer, Emilio Bascuñana animaba a la participación, en la biblioteca municipal María Moliner, lugar donde depositó su voto y destacó la importancia de la jornada para “expresar qué se quiere para Orihuela”. En el mismo enclave votó el candidato de Cambiemos Orihuela, Carlos Bernabé. Su sensación era de “posibilidad de cambio” y aseguró que era un momento para poder “reescribir la historia de Orihuela”.
Carolina Gracia, candidata del PSOE, fue la primera en votar en su pedanía, Correntías y afirmaba durante el voto que “he aportado por la Orihuela Valiente, tranquila y feliz por la campaña realizada. Por su parte, José Aix, el candidato de Ciudadanos votó en el colegio de Desamparados. En el momento del voto aseguró tener “muy buenas sensaciones”, y manifestaba sus ganas de ver los resultados de la noche, que auguraba como “buenos” de cara al próximo mandato.
Tal y como se analizaba hace una semana en Alicante Plaza, la capital de la Vega Baja continúa como bastión para la derecha, en especial para el PP, en la provincia de Alicante. Pero dentro de este panorama, el feudo de votos para los populares ya no lo es tanto y ha de compartir esos apoyos con Ciudadanos (Cs) y ahora también con Vox.
En 2015, volvió a quedar en minoría -el 2011 ya perdió la Alcaldía-, y el Partido Popular tuvo que hacerlo en solitario: tuvo dos períodos diferenciados en su mandato. Primero, solos en minoría, con once concejales y desde 2017, con Ciudadanos y sus tres ediles como socios de gobierno. Han sido, hasta el momento, leales. Un mandato en el que se han lanzado varios arañazos y, a veces, desplantes en medidas concretas, pero que no han hecho llegar la sangre al río para mantener la Alcaldía en el lado de la derecha.
Hubo varios momentos en los que se pudo dar un giro en el gobierno local. El más relevante llegó hace justo un año, cuando PSOE planteó una moción de censura al alcalde, Emilio Bascuñana, después de que una noticia elevara las sospechas de que el actual alcalde hubiese cobrado de un puesto en la dirección territorial de Sanidad en Alicante sin ir a trabajar durante varios años. La moción de censura fue apoyada por Cambiemos Orihuela, pero no alcanzó el consenso suficiente para haberla llevado a cabo. El motivo: Ciudadanos, con tres concejales en el equipo de Gobierno, no recogió el guante de la oposición.
Pero Bascuñana, que hace justo un año parecía estar en la cuerda floja de su cargo como alcalde, superó ese envite que parecía abocarlo, si no a la moción de censura a no ser el nuevo candidato a la Alcaldía de Orihuela por el PP. Y aquí viene otra de las luchas en las que más metido a estado el alcalde, en especial en el último año: la lucha interna con su propio partido. La división del PP de Orihuela está encarnada en dos sectores diferenciados entre los ediles electos de 2015. El grupo popular está dividido desde los primeros meses del mandato.
Los cambios de concejalías que decretó el alcalde cuando entró al gobierno local Cs, desembocó en la presentación de dos listas diferenciadas para la presidencia del PP local Orihuela: por una parte, el sector liderado por Dámaso Aparicio, avalado por Eva Ortiz, y por el otro, el de Víctor Valverde, candidato afín al alcalde. El malestar fue aumentando entre los ediles después de que salieran a la luz peleas desencadenadas por los mensajes de un grupo de Whatsapp, el del supuesto espionaje desde Alcaldía a la edil Begoña Cuartero (PP) y a Carolina Gracia (PSOE) o el caso de los trabajos de Bascuñana como asesor en la Consellería de Sanidad, antes de ser alcalde. Este desgaste del partido llevó a la cúpula regional del Partido Popular a intentar, por todos los medios que Bascuñana no fuera el siguiente candidato en Orihuela para este 26M. No obstante, lo que parecía un hecho indiscutible, viró en el momento en el que Pablo Casado fue elegido presidente tras las primarias del partido a nivel nacional. Desde entonces, Génova se ha convertido en protectora del sector de Bascuñana y fue el balón de oxígeno para que el actual alcalde oriolano sea candidato, de nuevo, el mandato de 2019 en una lista con muchos afines. Una candidatura que se aprobó sobre la bocina y en detrimento de un listado paralelo que el PP regional, Ortiz y Aparicio tenían sobre la mesa. El choque de trenes fue tal que hasta Aparicio de autonombró candidato, con el visto del PPCV, a sabiendas de que finalmente Génova saldría en defensa del actual alcalde.