ELCHE. Además de destacar por ser una de las universidades del país que más apuesta por el emprendimiento, lo cual se refleja en un vivero empresarial con proyectos de enjundia, la Universidad Miguel Hernández (UMH) capta del orden de unos 12-13 millones de euros anuales por concurrencia pública tanto de grupos de investigación como de iniciativas junto a empresas. Distintas modalidades por las que la universidad y su profesorado o firmas se implican de distinta forma para captar fondos nacionales o europeos.
A este respecto, por ejemplo en 2020 se captaron 11,2 millones de euros en recursos de investigación. De ellos, 6,8 millones fueron fondos públicos competitivos (prácticamente la mitad de Europa, el resto a partes iguales entre Generalitat Valenciana y el Estado), 2,6 millones con fondos privados y públicos contratados (la mitad autonómicos, siendo aquí los europeos los que menos protagonismo tienen) y 1,7 millones de formación predoctoral con 92 nuevos doctores. Unas cifras que ayudan a entender que la UMH sea la primera de España en empresas de base tecnológica. También destaca en base a las publicaciones científicas relevantes en proporción a su tamaño. De ahí la noticia reciente de que n total de 37 investigadores de la UMH se encuentran entre los más citados del mundo, según un estudio de la editorial académica Elsevier.
Por tanto, iniciativas a las que la universidad concurre o de instituciones o empresas que directamente buscan a personal universitario. En general, son recursos que se obtienen desde grupos de investigación vinculados a multitud de actividades: sostenibilidad, ciclo del agua, reciclado, ingeniería, biomedicina... Generalmente suele surgir porque hay profesores que ya tienen contacto con otras empresas, o universidades a nivel nacional o europeo. "Después los grupos de investigación tienen varias líneas abiertas e intentan captar fondos: establecen una hipótesis de partida y la meta a la que se llegaría si se consigue, se elabora un diagrama de Gantt con objetivos y subobjetivos para ver si esas suposiciones de partida son correctas", explica Carlos Pérez, vicerrector adjunto de Transferencia e Intercambio de Conocimiento, y miembro a su vez de un grupo de investigación, el Instituto Universitario de Investigación en Ingeniería.
Las subvenciones europeas son a consorcios, suelen ser mixtos con universidades, empresas y los grupos de investigación. "Con unos requisitos mínimos de tres países y cinco socios distintos". Pérez explica que de esos cinco se escoge por afinidad, porque el profesorado hace mucha estancia y es un requisito para obtener la plaza. Un periodo de tres meses en el que se suele aprovechar para estrechar relaciones en el extranjero con estas iniciativas, estableciendo lazos con otras instituciones, firmas o grupos de investigación. "Además, como normalmente no todas las universidades tienen todas las capacidades para un determinado proyecto, se tiende a generar alianzas", señala el vicerrector adjunto. A nivel autonómico y nacional ya hay más opciones, por ejemplo con una única institución. "Ahora está de moda una universidad, una empresa y un centro tecnológico", explica, a colación de iniciativas que están cada vez más orientadas a la innovación. En consonancia con muchos fondos europeos o estrategias públicas de la administración. No obstante, también hay programas 'ERC', para investigadores en concreto, eminencias en su rama del conocimiento.
Y en el caso de las iniciativas que el ámbito privado contrata, hay casos por ejemplo de empresas que tienen cierta tecnología y que la quieren mejorar, por lo que tienen que hacer partners. "Ahí la UMH hace la gestión, comrprueba las bases y la justificación, y se orienta el trabajo", indica Pérez, quien añade que al profesorado también le viene bien esta alianza porque "por una parte no son fondos finalistas, y por otra, ayudan a que no perdamos el contacto con la realidad, así podemos elegir la línea de investigación o por ejemplo podemos brindar al alumnado la opción de realizar prácticas y que proyecten sus perfiles hacia las empresas o futuros trabajos". Algo que por otra parte también ayuda a romper con línea de investigación que se estudian pero que no tiene aplicabilidad en el presente o incluso en el futuro.
Por último, el propio virrector señala que es llamativo el desconocimiento de muchas empresas por las opciones que puede ofrecer el contactar con las universidades, "porque muchas veces una solución o tecnología les va a salir más barata que en el mercado". Y esgrime que muchas empresas no saben que está bonificada por ejemplo con el pago de los impuestos. "Podrían adelantar un dinero que luego Hacienda les reduciría del impuesto de Sociedades. Puedes resolver el problema y hacerlo prácticamente gratis", señala. No obstante, la universidad también mide sus pasos, porque evita hacer lo mismo que otras empresas y entrar en competencia desleal.