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a ello se suma el encarecimiento de la energía o paros del transporte

Tormenta perfecta económica: la crisis de oferta de materias primas aún golpea a los componentes del calzado

22/03/2022 - 

ELCHE. Si 2022 se preveía como un año para la recuperación económica, la invasión rusa en Ucrania ha venido a generar una especie de tormenta por sus efectos colaterales: el creciente aumento del precio de la energía y paros en el transporte. Una inflación desbocada que se suma a la crisis de las materias primas que aún arrastran sectores manufactureros como el del sector de los componentes del calzado. Aunque ferias como Futurmoda van a recuperar el grueso de participación de prepandemia, la realidad es que este cúmulo de factores, con la crisis de oferta en cabeza, ha dado al traste con muchas previsiones en el sector

El presidente de la Asociación Española de los Componentes para el Calzado (AEC), Manuel Román, apunta que ahora que parecía que se estaba saliendo de la crisis por la covid, después de haber sorteado dos problemas importantes como la amenaza del precio de los aranceles para el calzado en Estados Unidos y que el Gobierno no hubiera incluido el CNAE de esta industria auxiliar para las ayudas, la inflación está asestando un golpe importante al sector. "No siendo Rusia ni Ucrania algunos de nuestros principales clientes, la situación internacional se está  viendo reflejada en la facturación y la economía" explica el presidente. En este sentido, la parte positiva es que ha habido buen feedback en las ferias de París, Lineapelle o Nueva York y vuelve el mercado con el circuito europeo. Sin embargo, aún se arrastra la peor parte, la crisis de las materias primas desde la pandemia.

Una inflación que crece sin frenos

En este sentido, la vuelta de la industria mundial a producir ha creado una crisis de oferta que aún se deja notar, ya que hay mucha demanda de materias primas y poca oferta, lo que ha encarecido el precio de las mismas, de fletes, contenedores; del transporte en general. De forma adicional a la subida de precios de 2021. Había expectativas de que bajaran los precios progresivamente con la normalización, pero la guerra parece haber dado al traste con  estas previsiones. "Siguen escaseando materias primas y los precios son muy elevados, en algunos casos se han triplicado, pero por lo menos hay", explica Román. El director general de AEC, Álvaro Sánchez, añade que a la finalización del IPC en el 6,5% en 2021, hay que sumar que ahora está en el 7,4% y subiendo, y avanza que esto llega además en momento de negociación de los convenios colectivos: "Tenemos que ser muy conscientes de la realidad, ya no de hasta dónde podamos llegar, sino del recorrido que tenemos al frente con las complicaciones de esta situación". 

Para hacerse una idea de cómo están las materias primas, la situación es compleja con las textiles y la química. "A nivel nacional y europeo dependemos de fabricantes internacionales que son los que producen pigmentos, colas, plásticos, poliuretanos... y aquí no tenemos". Tampoco se producen en España curtidos, hay importación salvo algo en Catalunya o la provincia de València. "Dependemos del mercado internacional, de la zona de Ucrania —por ejemplo donde había una firma con sede ilicitana— se importan pieles y de la India, Bangladesh, Asia... También del norte de Europa". También hay falta de celulosa, fundamental porque con el papel y el cartón se fabrican las plantillas, y en cuanto a precios, materias como el caucho se han encarecido mucho. Es una situación que se extrapola a todo el sector a nivel europeo, explica el director general.

Poca oferta de materia prima y mucha demanda: precios desorbitados que se vuelven inasumibles

Así, las multinacionales tienen formas de trabajar oligopolistas e imponen a pequeñas empresas precios mayores para lograr la materia. "Tenemos casos de cancelaciones de los proveedores a pedidos realizados, o que soliciten un 20-30% del precio acordado si quieren confirmar la importación de la materia", explica Sánchez, advirtiendo de la situación complicada que se está viviendo en el sector, sobre todo para las compañías de menor tamaño. Algo que se extiende en prácticamente la mayoría de materias primas fundamentales. "En el metal hay empresas que pasan órdenes de compra a un año vista", señala. Un contexto de total incertidumbre porque según señala, muchos proveedores tampoco garantizan el precio, "igual en una semana ya ha subido, y si a una fábrica pequeña de cuarenta trabajadores, con pedidos y precios y costes de producción controlados, sube la materia prima un 25%, se crea la tormenta perfecta". Y advierte que muchas firmas seguramente tendrán que bajar la persiana, y otras tendrán que ajustar en todos los ámbitos de la empresa.

Así pues, no hay capacidad a nivel internacional para satisfacer a todas las firmas manufactureras, tan solo a aquellas que puedan o estén dispuesta a pasar por las condiciones que ahora se imponen desde la logística o las multinacionales de materias primas. Además, "con la parálisis absoluta de la producción en la pandemia se ha visto que en Asia había muchas empresas sobredimensionadas, algunas ya cerradas, porque dependían de otras que les proveían de materias primas, y al romperse la cadena de suministro se ha roto el equilibrio entre oferta y demanda". Sánchez lamenta que antes de la pandemia el sector estaba en un proceso de crecimiento sostenido "y sostenible", con cotas de crecimiento altas. 

La madera sube un 400% y los contenedores pasan de 1.000 a 10.000 o 20.000 euros

Con el precio de la madera en un 400% o del papel en un 200%, o con un contenedor que valía 1.000 euros en 2020 y ahora en 10.000 o 20.000, algunas empresas habían asumido los costes porque entendían que se abría ahora un escenario de crecimiento y valía la pena a sumir los costes. "Ahora se van a parar líneas de producción, con precios que si se repercuten al consumidor van a suponer tener el producto fuera de mercado". El escenario ahora ha cambiado por completo. "Algunas empresas fuertes se estaban recuperando ahora y van a replantearse los planes de negocio", esgrime. A todo ello hay que sumar que algunas se las van a ver difíciles para devolver los ICO de la pandemia. "Y en verano, ahora que la OCDE ha anunciado que no va a comprar más deuda, los tipos de interés se van a disparar y habrá que ver quién nos compra la deuda. Si el euro se pone por debajo del dólar, las importaciones van a ser más caras". Así pues, un contexto muy complicado el que está viviendo y van a vivir la industria de los componentes del calzado y la zapatera. El paro del transporte y la subida del carburante ha sido ahora la cuadratura del círculo de una tormenta perfecta que amenaza con no controlar los precios al menos hasta medio plazo.

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