ELCHE. El alcalde Pablo Ruz evita hablar de la 'deuda histórica' de los 43 millones de euros del Consell con la ciudad por la adquisición para los terrenos de la Universidad Miguel Hernández (UMH). El regidor cree que la firma del protocolo firmado entre el expresidente Ximo Puig y el exalcalde Carlos González es "parafernalia política" y puro "atrezzo". Ruz asegura que "no hay nada, solo un papel que el Consell ni conoce".
"Esto es deuda histórica, conseguir terminar la Ronda Sur, poner en marcha el tranvía, la rehabilitación del a muralla, conseguir Clarisas y Santa María para que no se nos caiga... esto es conseguir". Así se refería el alcalde preguntado por los periodistas acerca de esa famosa deuda histórica que tanto ha dado que hablar en los últimos tiempos. "No se trata de saldar deudas, con estas inversiones el Consell demuestra que Elche es la tercera ciudad de la Comunitat Valenciana, que no son inversiones ordinarias", contestaba el alcalde, preguntando dónde está ese protocolo.
Y al hilo, advertía que el TRAM "no van a ser 20 millones", y ponía en valor el calendario y compromiso para la finalización de la Ronda Sur, "después de años de Puig y sin consignación del señor Sánchez". El alcalde opina que cuando hay tanto agravio acumulado, sale de alguna manera, "y por eso se inventa y formula la deuda histórica, pero es que no se ha transferido ni se ha hecho nada. Esto es hacer justicia con Elche". Advertía asimismo Ruz que están satisfechos, pero que seguirán reivindicando inversiones, y que "vamos a exceder los 43 millones" con el tranvía y la Ronda Sur. "Van a estar por encima de los 100 millones de euros", observa.
De esta forma el alcalde evita hablar esa 'deuda histórica', ahora que hay coincidencia de color político tanto en el Ayuntamiento de Elche como en la Generalitat Valenciana, por lo que no cabe esperar reivindicaciones en este aspecto a Carlos Mazón —ahorrándole un relativo quebradero de cabeza por el monto—, quien aprovechaba con las inversiones de Diputación anunciadas que ellos sí cumplían con la deuda histórica con Elche, conminando a la Generalitat que era su turno. Ruz sentenciaba que ahora entienden por qué cuando pedían el documento del protocolo no se les facilitaba. "Con valor político pero nada vinculante ni legal", indicaba. Una deuda de la que se celebró un acto en 2022, y que a priori empezaba según el equipo de gobierno anterior a materializarse con consignaciones presupuestarias en 2022, aunque no hubo mayor recorrido conocido que una reunión con Pimesa poco antes de las elecciones para el centro de interpretación del agua en el Molí del Real.