ALICANTE. El turismo de cruceros genera un rédito económico de 46 millones en la ciudad de Alicante. Cuando menos, esa es la cifra estimada respecto al balance del ejercicio de 2023 que se concreta entre las principales conclusiones del "Estudio de Impacto Económico y Social" del sector en Alicante y en el conjunto de la Costa Blanca. Se trata de un informe elaborado por la asociación Alicante Costa Blanca Turismo y Cruceros (ALCTC), con el respaldo -entre otras entidades- de la Conselleria de Turismo, del Patronato Provincial de Turismo, del Ayuntamiento de Alicante y de la Autoridad Portuaria, en el que se ha recopilado información sobre el gasto, las preferencias y las valoraciones de los visitantes a partir de más de 2.100 encuestas a los pasajeros de 60 buques que recalaron en el Puerto durante el año pasado.
En función de ese estudio, se calcularía un gasto medio de 234,62 euros por visitante, sobre la base del cómputo anual de cruceristas registrado en el balance oficial de Puertos del Estado para el caso de Alicante, de 196.058 pasajeros, como informó este diario. Eso sí, el propio estudio refleja diferencias sustanciales entre el consumo generado por un crucerista de escala, que recala en Alicante entre seis y diez horas, según cada caso, antes de proseguir viaje, o el crucerista de embarque o desembarque, que inicia su travesía o la finaliza en la ciudad y que suele pernoctar en ella entre una y dos noches. Así, según los datos recopilados en el estudio, esos pasajeros vinculados a un recorrido turístico con base en Alicante -la mayor parte de los ofrecidos por la naviera de origen italo-suizo MSC Cruceros- habrían triplicado el gasto respecto a un crucerista de escala a lo largo de 2023.
Pero no solo eso. El estudio también permite constatar las preferencias de los cruceristas en cuanto a los lugares escogidos a su llegada a tierra. De acuerdo con el informe, el 60% de ellos opta por disfrutar de su estancia en la ciudad de Alicante, con el consiguiente consumo en hostelería y comercio, mientras que otro 30% se decanta por realizar una visita a otro municipio de la provincia. El 10% restante, por su parte, se decanta por permanecer en el barco.
Entre los datos recopilados, también se detalla cuáles son los lugares visitados preferentemente durante su estancia en la capital. En esencia, los principales serían el Castillo de Santa Bárbara, el Mercado Central y la zona de shopping concentrada entre la avenida de Maisonnave y el Centro tradicional.
Y, además, el informe permite recopilar valoraciones respecto a la experiencia de visita en la ciudad. Algunas de las más relevantes entre ellas tienen que ver, por ejemplo, con la satisfacción percibida respecto a determinados ámbitos. Así, a la oferta gastronómica se le concede una puntuación de 4,2 sobre un máximo de 5, y a la oferta comercial, un 3,9. Esas puntuaciones elevadas también se reproducen respecto a la seguridad o a la oferta de movilidad disponible.
Otro de los datos relevantes que depara el estudio, igualmente desde la perspectiva cualitativa, tiene que ver con las sensaciones captadas por los visitantes que pueden influir a la hora de decidir su posible regreso en una estancia posterior. En esta línea, el estudio detalla que el 94% de los encuestados considera que Alicante no es una ciudad turísticamente saturada. Se trataría de una impresión que casaría con una distribución equilibrada de los flujos turísticos de la que daría cuenta el hecho de que el 30% de los visitantes optase por realizar excursiones en otros municipios de la provincia.
Por último, entre otros puntos, el informe resultaría relevante a la hora de identificar puntos por mejorar para lograr una experiencia de viaje aún más satisfactoria. Al respecto, las encuestas -basadas en un formulario de 20 preguntas concretas- apuntan a la necesidad de optimizar el sistema de acceso al Castillo de Santa Bárbara para evitar la formación de colas o la oportunidad de implantar conexión wifi gratuita en el espacio público.
En principio, según fuentes consultadas, se trata de dos aspectos en los que ya se está trabajando. De hecho, a lo largo de 2023 ya se modificó el recorrido de los microbuses lanzadera que facilitan el acceso hasta el Castillo de Santa Bárbara para habilitar una parada en la plaza de la Puerta del Mar. Y se estaría ultimando un proyecto para proporcionar una zona de sombra estable en el acceso al túnel del ascensor de Juan Bautista Lafora que conecta con la fortaleza. Además, también se estaría valorando el desarrollo de algunas experiencias piloto para implantar conexión wifi en determinadas localizaciones turísticas de la ciudad.