ELCHE. Sacar músculo en 'casa'. Carrús y el histórico 1 de Mayo. Esa era la premisa del candidato del PSOE, Carlos González, que aspira a lograr su tercer alcaldía consecutiva. Con en torno a 500 personas —como suele ocurrir en las manifestaciones y el baile de cifras, según los convocantes, unas 600, porque había 500 sillas y gente en los laterales—, los socialistas congregaron a vecinos, curiosos, colectivos e invitados como los agentes sociales (con representación de Cedelco, Avecal, CCOO y UGT) para presentar su candidatura para las municipales. Con la presencia del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, la consellera de Innovación Josefina Bueno y otros compañeros de filas como el alcalde de Elda Rubén Alfaro, el exalcalde Manolo Rodríguez o el veterano Ángel Franco. Una zona de confort para iniciar la carrera con empuje, y en la que González va a por el récord: "Gobierno en solitario".
Después de un concierto en el 1 de Mayo a cargo de Javier Baeza, llegó el turno de un acto conducido por representantes del ámbito cultural local, un guiño al sector, aunque la sensación del mismo durante el mandato haya sido bastante diferente. En cualquier caso, tras ir presentando la lista entera, desde abajo hacia arriba, con ovaciones sonadas a ediles como Mariola Galiana o Mariano Valera —ejemplo del apoyo o simpatía interna en el partido, aunque en el caso de la primera la gestión haya sido de las más discutidas—, justo antes de llegar al cabeza de lista, fue el turno del secretario general y presidente provincial Alejandro Soler, que se deshizo en elogios a González. Es el momento de más unión que nunca, y dijo de su candidato que es y seguirá siendo "un gran alcalde para la ciudad", describiéndole como alguien "honesto, sencillo y trabajador, que recorre la ciudad día tras día, haciendo un trabajo extraordinario para la ciudad".
Turno siguiente para un vídeo de apoyo del presidente Ximo Puig, vertebrado en torno a la idea "retroceder o avanzar", los candidatos autonómicos, la consellera Bueno, destacando proyectos como el de PLD Space por la alta cualificación, así como las políticas autonómicas para educación, sanidad o natalidad, cuya promesa de familias numerosas con dos hijos, para favorecer bonificaciones de tasas "afectaría a 60.000 personas en Elche". Otro vídeo con guiños a esas políticas, la estación del AVE, al patrimonio con la Calahorra, la movilidad, la Corredora peatonal o la granada mollar. Y entonces sí, el candidato.
Henchido de orgullo ante la presencia y los agasajos previos, el alcalde dedicó un buen rato a los agradecimientos y a pulsar las emociones con su sentimiento de pertenencia y crianza en Carrús. Incidiendo, una de las claves para revalidar su victoria, en que esos 40.000 votos que fueron para ellos en 2019 tienen que repetirse. "Tenéis que volver a votarnos" —había incidido antes Soler en la movilización el 28M—. Y seguía señalando confiado que "el PSOE está muy fuerte y hay muchas ganas de ganar", explicaba González, en un ambiente del acto similar al de hace cuatro años en el Centro de Congresos con el exministro Ábalos, aunque estas están más disputadas. "Estoy fuerte y tengo más ganas de ganar que nunca", decía el candidato, bastante confiado, asegurando que devolverán al PP otros cuatro años a la oposición "y ya llevarán así 40 años".
Destacó el equipo que le acompaña, las alianzas y colaboración con empresarios, así como ha hecho Puig, a quien también mentó para impulsar proyectos conjuntos. Ensalzó tanto a la parte empresarial del calzado, presente, como a sus trabajadores, lo que gustó más a los asistentes. Y pronto sacó de nuevo las estadísticas para blandir que en estos ocho años "el desempleo se ha reducido en un 34%, gracias a las empresas y el trabajo del Ayuntamiento ha bajado en 10.000 personas, y el 50% de los contratos son indefinidos". Momento en el que metió su particular cuña por el lema del vídeo presentado: "A Elche le va bien (con el PSOE)". Un late motiv de reminiscencias aznarianas que González utilizó para dar entrada a las cuestiones del día a día para los vecinos, desde los espacios públicos hasta los aparcamientos, "somos una ciudad motorizada —en un tono pedagógico por las críticas con el asunto—, tenemos que generar aparcamientos para la gente de los barrios". Y después, lo que ya se ha estado diciendo durante este tiempo: la ampliación del Parque Empresarial, la Learning Factory, el entorno de IFA para innovación, los fondos europeos para Porfirio Pascual... Un cúmulo de anuncios o compromisos que en un mitin no aceptan grises ni matizaciones.
Por último, palabras para el Camp d'Elx defendiendo la bajada del canon del agua del Gobierno y referencias al barrio para ganar aplausos con medidas que se querían impulsar a principio de mandato y siguen esperando: la instalación de ascensores en inmuebles antiguos en el y los barrios. "Necesitamos que con una mano se vote a Ximo y con la otra a Carlos", decía en sus instantes finales para volver a insistir en una idea que ya ha mencionado en varias ocasiones, gobernar en solitario. "Con mayoría absoluta, pero diálogo. Que no nos impongan otros proyectos".
En cuanto a Grande-Marlaska, dejó patente que la oratoria no es lo suyo, con un discurso que habló poco de lo local como estaba previsto, para quedarse en generalidades y puesta en valor de medidas como el Ingreso Mínimo Vital, el Salario Mínimo Interprofesional, las políticas de sanidad y educación o defender la gestión del Ejecutivo. "No hubiera sido lo mismo si en lugar del PSOE hubieran gobernado otros en la pandemia o tras la guerra". Bajó el ritmo y el tono del discurso, y su speech se vio interrumpido por un afectado de Afinsa que se quejó con una camiseta reivindicativa. Acabó aplaudido en pie eso sí en la arenga final, mientras acababa deseando suerte con una construcción léxica más bien rajoyista.