ELCHE. Con el desmantelamiento de los carriles bici iniciado por el actual bipartito en la ciudad, lo cual se saldaba este martes de nuevo con protestas de usuarios y colectivos ciclistas, el Ayuntamiento ha justificado la decisión con un informe de la Policía Local que realizó en junio. La misma atribuye problemas de diseño al carril de Juan Carlos I, pero también indica otros posibles conflictos que se pueden generar o se han generado en los de Josep María Buck, Mariano Soler Olmos o Avenida de Alicante.
Siguiendo con el argumentario que hacía referencia al carril de Juan Carlos I, el informe policial también alude a la bidireccionalidad o a las retenciones que pueden generar (que ya existían en esta calle antes de la bici con coches en doble fila), por diseños que pueden acarrear conflictividad en la circulación. No obstante, algunos ejemplos concretos podrían ser evitables por el conductor o el pasajero con atención. Aunque la policía advierte de que con los carriles bidireccionales en una ciudad del tamaño o el espacio público de Elche, hay un estrés acumulado para todos los usuarios, en comparación con grandes ciudades donde hay grandes vías con espacio para vías ciclables amplias y segregadas.
Así, además de ese estrés al volante por tener que estar pendientes de más factores, como señala el informe, en casos como el de Josep María Buck apunta a que la ubicación de espacios de estacionamiento en el centro de la calzada junto a los carriles bici, "representa un peligro potencial al paso de ciclistas por causa de posibles aperturas de puertas de los vehículos estacionados, pues independientemente de la plaza del conductor, con visión trasera asistida por el espejo retrovisor, los ocupantes de los asientos traseros, sin esta ayuda, pueden abrir sorpresivamente la puerta del vehículo". E indican que en otras ciudades, como Barcelona o Zaragoza, para evitarlo, "los ingenieros han habilitado los carriles ciclables en un lado de la calzada libre de estacionamientos". En el caso ilicitano, el anterior equipo de gobierno evitó quitar plazas de aparcamiento en la habilitación de estos carriles.
Y añaden como extra, también sobre los carriles bidireccionales, que para los peatones, al cruzar por un paso de cebra en solo sentido de circulación no acostumbran a observar la circulación en ambos sentidos. Dato también a tener en cuenta para su seguridad.
Sobre Mariano Soler Olmos, a la altura de la Torreta, la siniestralidad registrada en la rotonda con Curtidores "también se debe atribuir a la bidireccionalidad de los carriles, ya que los conductores entran o salen de la rotonda sin percatarse de dicha bidireccionalidad". La Unidad de Policía Judicial tiene registrados cuatro accidentes (en Juan Carlos I fueron diez) en la rotonda desde enero de 2022. A este respecto, aunque el edil de Movilidad recordaba que con más de tres accidentes ya se considera "punto negro" por Seguridad Vial accidentes (todos ellos en esta rotonda), por ahora no ha quedado claro si lo van a quitar. Está financiado con fondos Edusi y podría suponer devolver ayudas europeas. Y ya en el resto de tramo hasta el IES La Asunción, el mayor problema son las retenciones a determinadas horas, "no produciéndose siniestros por carecer la vía de cruces, salvo el de Calle Mariano Soler Olmos con Calle Moncada y que se encuentra regulado por semáforos".
En el tramo de la Avenida de Alicante, al haber construido el carril en el centro, eliminando uno de los de circulación, desde Plaza Benidorm hasta el cruce con la calle Banyeres, la Policía Local asevera que "ello provoca retenciones de tráfico en determinados momentos del día donde la intensidad del mismo aumenta". Cabe recordar que se habilitó allí porque la concejalía de Movilidad Sostenible añadía que el resto de carriles podían soportar y absorber el mismo tráfico con menos carriles.
También hay otros hechos más circunstanciales y de menor relevancia, indican los agentes, por las paradas de bus. "Cuando este no queda lo suficientemente pegado a la acera para subir y bajar pasajeros o bien el vehículo que le sigue es demasiado grande, así como cuando un vehículo se detiene a esperar que otro salga de un estacionamiento para aparcar él". Los mismos cesan cuando la vía vuelve a convertirse en dos carriles de circulación, lo que ocurre desde calle Banyeres hasta la rotonda de la Avenida de la Universidad.
Respecto al de Pedro Juan Perpiñán, no hay problemas por cuanto la construcción del carril ciclista no ha eliminado ningún carril de circulación en ninguno de los sentidos. "No obstante, en la Calle Mariano Soler Olmos, donde queda un carril de circulación en cada sentido a partir de la rotonda de L'Escorxador y Calle Profesor Eduardo Vaquero (antes Calle Teulada), hasta la rotonda del IES La Asunción, donde finaliza el carril ciclista, sí se producen importantes retenciones, especialmente a primeras horas de la mañana".
En el tramo a la altura de los institutos, en Los Palmerales, indican que también en sentido inverso en las horas punta de la tarde hay retenciones. Y recuerdan que se ha llegado a ver a vehículos de Emergencias, policía, ambulancia o incluso bomberos, "circulando por el interior del carril ciclista para poder llegar a la emergencia". Un tema por el que la legislatura pasada ya se preguntó a la concejalía en distintas ocasiones porque generó polémica, a lo que siempre se respondió que estos vehículos podían discurrir por el carril bici porque cabían y estaba despejado.
Por último, apunta el informe que "sería conveniente que en las calzadas donde se compartan los carriles ciclables con los carriles de circulación del resto de vehículos, no se generen estrechamientos de ambos, pues la circulación compartida con carriles estrechos es un factor estresante de la conducción que conlleva a su vez la disminución de la seguridad". Es por esto que el informe esgrime que se debe evitar el sentimiento adverso hacia la movilidad ciclista que pueda generar la implementación de viales ciclables "sin estudios previos que resuelvan los problemas de la misma". Hasta ahora, los construidos por el anterior equipo de gobierno, se tomaron como referencia del PMUS, o bien se presentaron en la Mesa de Movilidad antes de su licitación, elaborada por técnicos municipales.
En cuanto a la utilización de los carriles bici, algo que sigue generando debate por su uso, la policía indica que se encuentran infrautilizados en buena parte del día. "El de calle Pedro Juan Perpiñán se usa a primeras horas de la mañana por estudiantes y trabajadores, para dirigirse a sus trabajos en el campo de Elche, y que suelen bajar por la Avenida de Dolores". En cuanto al tramo de la calle Mariano Soler Olmos, también es muy utilizado a primeras horas de la mañana por estudiantes y trabajadores del centro hospitalario. En cuanto al resto de horas y de viales, la presencia de bicicletas o patinetes "es escasa o nula". No obstante, el informe tampoco menciona el uso del carril de Juan Carlos I, de conexión entre Altabix y centro, que se utiliza a la hora de entrada de colegios también por padres y madres que llevan a sus hijos a los centros en bici.
En cualquier caso, sobre el poco uso, es una cuenta pendiente del anterior Ejecutivo, ya que se han ido aumentando las infraestructuras ciclistas y los puntos de Bicielx —en 2022 aumentaron, aunque puede que por la pandemia haya hecho mella, porque el año pasado fueron 2.168 usuarios y en 2019 casi lo mismo, 2.139—, pero no se realizaron campañas de sensibilización o difusión de la propia bici o el servicio municipal. En campaña electoral, Compromís llegó a hablar de que instalaría bicis eléctricas en el servicio. En cualquier caso, todo lo relativo a la bici aún sigue siendo objeto de efusivos debates. Sin ir más lejos, el martes, Margalló advertía que estos informes policiales sobre el carril bici no son vinculantes a la hora de tomar decisiones, sino de los técnicos del área correspondiente.
En definitiva, el informe habla de problemas que pueden suponer los carriles bici bidireccionales, haciendo mención expresa a su diseño. Pero salvo el hecho de que no se habiliten estrechando carriles, no se plantean alternativas concretas —no era el objeto del informe— para el uso de esta infraestructura, ya que estas situaciones plantean la disyuntiva de la necesidad o voluntad de las administraciones por impulsar estas vías ciclistas, y no todas las ciudades tienen la misma fisionomía. Para la policía, la implantación de los carriles bici "no pueden suponer una merma de la seguridad y eficacia en la circulación". Añaden incluso que por ello "es necesario aceptar la realidad del transporte público y privado condicionado por los factores sociales de la ciudad", ya que las infraestructuras viarias locales presentan limitaciones "y la implementación de viales ciclables seguros debe ir acompañada de cambios estructurales sustanciales de su red".