SAN VICENTE DEL RASPEIG. Un ayuntamiento "caótico" y una plantilla "insuficiente" y "desmotivada". Ese es el primer balance que extrae el alcalde de San Vicente del Raspeig, Pachi Pascual (PP), tras dos meses y medio al frente del consistorio y del que ha querido informar en rueda de prensa este lunes 4 de septiembre. Culpan de ello al anterior gobierno socialista que, tras ocho años al mando con sus respectivos socios, dejan una administración "con problemas, pero la situación es más grave de lo que creíamos", ha declarado. Además, ha comunicado que se están tomando -y lo seguirán haciendo- medidas para "asuntos urgentes" tras haber realizado un estudio en profundidad.
Como resumen, Pascual ha tildado el Ayuntamiento de "caótico", encontrándose con áreas donde el crédito presupuestario estaba "agotado" y carecían de "planificación o agenda". Además, el consistorio se encuentra "judicializado" por el contrato del servicio de limpieza y recogida de residuos sólidos urbanos (rsu) y presenta una falta de personal, que resulta "insuficiente para prestar con calidad servicios municipales que la ciudad necesita". En este sentido, el primer edil ha asegurado que la plantilla está "desmotivada" y "desestructurada" y que faltan 53 puestos de trabajo por cubrir, lo que, en una plantilla de 400 empleados, supone una octava parte.
Sobre la limpieza viaria y recogida de rsu, el alcalde lo ha marcado como su "principal prioridad", recordando que la situación "viene heredada" e insistiendo en que "es peor" de lo que esperaban, donde la maquinaria está obsoleta, hay conflicto con la empresa y se encadenan años de falta de vigilancia y control, así como falta de campañas de campañas de educación y concienciación. "Es un servicio no adecuado y que el vecino de San Vicente no merece", ha sentenciado.
Como vía para la solución, Pascual ha comunicado que se está trabajando de manera conjunta con la empresa, los técnicos municipales y los vecinos en una batería de medidas y soluciones a corto y medio plazo que se anunciará durante la primera quincena de septiembre. En paralelo, se está atajando la adjudicación del nuevo contrato acorde a la población, necesidades y extensión del municipio, además de en acortar los plazos, unos pasos que, según el primer edil, "se debería haber dado hace tiempo", por lo que pide "paciencia, comprensión y máxima colaboración" a la población.
La plantilla municipal es, según el alcalde, "insuficiente, desmotivada y desestructurada". Como ha explicado, Servicios Sociales ha incorporado a ocho empleados, pero todavía quedan sin cubrir los 18 trabajadores que estaban previstos a través del contrato-programa de la Generalitat, mientras que en la Policía Local hay tres nuevos agentes, sumando un total de 73 agentes, aunque quedan 13 puestos por cubrir de la plantilla de 86, "que aún sería insuficiente para la población", ha apuntado. Es por ello que el alcalde ha manifestado su voluntad de convocar oposiciones para "cubrir puestos vacantes y tener bolsas de trabajo, por ejemplo, para bajas".
Pascual ha subrayado el "retraso", sobre todo, en tres infraestructuras: el pabellón polideportivo, el centro del agua y los centros educativos. En el primero, que espera estar en marcha en 2024, el equipo de Gobierno ha abordado el soterramiento de la línea de media y baja tensión que atraviesa la parcela y sin la cual no podría tener luz. En esta nueva construcción, el alcalde ha advertido que el coste podría incrementarse más de lo que ya ha sucedido, pues inicialmente se presupuestó en 7,1 millones y en la actualidad se encuentra en 9,1 millones de euros.
Por su parte, Pascual ha denunciado que San Vicente no tiene piscina de verano desde 2020 y que, con la fase II del centro del agua, se contará con otra piscina de verano que espera que sea una realidad en 2025. En cuanto a los centros educativos, ha calificado el Plan Edificant como un "fracaso" y ha anunciado que el martes 5 de septiembre tanto él como el concejal de Educación, Santiago Agulló, se reunirán en Valencia con el director general de Infraestructuras Educativas.
Con todo esto, Pachi Pascual ha tildado la gestión socialista de "desastre", mencionando también el cementerio, el Barrio del Tubo, el auditorio, el casal de la festa o la web municipal, que no funcionaba. "No quiero mandar un mensaje apocalíptico, sino tranquilizador y de esperanza. Con el trabajo que estamos realizando, esperamos ver la luz e implementar medidas en los próximos meses", ha declarado.
Además, el primer edil ha sostenido que el equipo de Gobierno sigue trabajando para "hacer realidad" el programa electoral en cuanto a nuevas dotaciones como instalaciones deportivas, el centro cultural La Yesera, los centros del Plan Edificant o la reestructuración de la antigua cementera. Y ha querido terminar su intervención ante la prensa pidiendo a la ciudadanía un "margen" para afrontar la problemática encontrada al llegar al gobierno, garantizando que "los problemas se van a solucionar".