ALICANTE. La regulación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Alicante ve la luz a partir del pacto alcanzado este lunes entre el equipo de gobierno, del Partido Popular (PP), y el grupo municipal de Vox, una vez cerrado el proceso consultivo puesto en marcha el pasado marzo. Los dos partidos han retomado la alianza que, en términos generales, vienen manteniendo desde el pasado mandato para sacar adelante algunos de los principales acuerdos relacionados con la gestión municipal (como los presupuestos o el modelo de gestión externalizado para la contrata del transporte público en autobús), y han vuelto a sumar voluntades para concertar un texto en el que se establecen tres anillos distintos (en lugar de los dos que se establecía en el borrador trazado por el PP hasta ahora) en los que no se contemplan nuevas restricciones de acceso ni supuestos para la imposición de multas más allá de los que ya rigen en el Casco Antiguo.
La ordenanza ha quedado aprobada este martes en la Junta de Gobierno Local, después de que ambos partidos hayan mantenido varias reuniones en las últimas semanas, y en los próximos días pasará el trámite de la comisión municipal correspondiente antes de su aprobación definitiva en pleno con el objetivo de que entre en vigor en enero de 2025, según han confirmado fuentes municipales a través de un comunicado, pactado entre los dos partidos. Antes de su entrada en vigor, no obstante, deberá superar el trámite de exposición al público para la presentación de alegaciones, al margen de posibles enmiendas que puedan aceptarse entre las propuestas que puedan presentar los grupos políticos del eje progresista que ejercen funciones de oposición: PSOE, Compromís y Esquerra Unida Podem.
La aprobación de esta ordenanza se hace efectiva en cumplimiento de la normativa europea desarrollada en la Ley 7/2021 de Cambio Climático y Transición Energética que obliga a todas las ciudades españolas de más de 50.000 habitantes a implantar ZBE para mejorar la calidad del aire y mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero que provocan los vehículos más contaminantes, según concreta el comunicado. Eso sí, no se tiene en cuenta, por el momento, la aplicación de restricciones ni sanciones más allá de las ya vigentes en el caso de acceso de vehículos de no residentes en el Casco Antiguo, al interpretarse que no existe todavía una obligación legal en la normativa comunitaria para que se fijen esas limitaciones y ese régimen punitivo.
Así se estableció en dos informes (uno técnico y otro jurídico, elaborado por la secretaría general del pleno) dados a conocer a principios de 2024, después de que el grupo municipal de Vox advirtiese de su rechazo a la posibilidad de que se implantase algún tipo de sanciones en la regulación de la futura ZBE, como las que se habían llegado a incorporar en el anteproyecto remitido por el equipo de gobierno al Ministerio para la Transición Ecológica con el fin de poder optar a las subvenciones de la Unión Europea (UE) para la implantación de las ZBE.
En concreto, según la nota pública consensuada entre PP y Vox, la ZBE de Alicante se orienta al "fomento de la movilidad sostenible, la desincentivación de las alternativas más contaminantes y la educación ciudadana para generar hábitos más saludables. Las actuaciones en esta ZBE se deben conjugar, además, con mejoras del espacio público para peatones y ciclistas e incrementar la masa verde y arbórea para contribuir a mejorar el espacio público y reducir la temperatura ambiente, tal y como ha desarrollado el Ayuntamiento en actuaciones recientes en el frente litoral, la avenida de la Constitución y el eje Gadea-Soto-Marvá, entre otras actuaciones de transformación urbana llevadas a cabo", detalla el comunicado.
El ámbito de aplicación de la ZBE se configura en el marco de tres anillos convenientemente señalizados: el primero se circunscribe al Casco Antiguo, el segundo al centro tradicional y el tercero está delimitado por la circunvalación urbana de la Gran Vía. Todos los vehículos podrán circular libremente por los anillos II y III, correspondientes al centro tradicional y la Gran Vía, sin restricciones ni sanciones, mientras que en el entorno del Casco Antiguo (anillo I) se mantiene una zona señalizada con limitación de accesos.
"Alicante dispone desde 2011 de esa zona con limitación de accesos en el interior del perímetro comprendido por el Casco Antiguo, entre la Rambla de Méndez Núñez, la avenida de Jaime II, la ladera del Castillo de Santa Bárbara y las calles Jorge Juan y Altamira, con más de 10 hectáreas de superficie, en la que se limita la entrada de vehículos, mediante controles de acceso, a vecinos, comerciantes o vehículos autorizado, de modo que se utilice este espacio como 'zona residencial' con prioridad del peatón respecto al vehículo", detalla el comunicado.
Del mismo modo, todos los vehículos podrán entrar y circular sin necesidad de verificación de la etiqueta ambiental en los anillos II y III (centro tradicional y Gran Vía), que servirán como zonas de estudio, monitorización y toma de datos para una gestión más eficiente de la movilidad en la ciudad y para ayudar en el futuro a la toma de decisiones relacionadas tanto con el tráfico y la ZBE como con otros servicios municipales. Esa labor de recopilación de información se efectuará a partir de las estaciones de medición y la red de cámaras instaladas en distintos puntos de la vía pública, en los accesos a los dos anillos de Centro y de Gran Vía delimitados hasta ahora.
Además, según el comunicado, "en la línea de promover el uso de vehículos menos contaminantes que preconiza la ZBE, el Ayuntamiento de Alicante ya ofrece bonificaciones fiscales en el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) por bajo consumo y emisión de contaminantes. Estos incentivos fiscales llegan hasta el 75%, según la calificación energética, y son accesibles para vehículos eléctricos y aquellos que no superen la tasa de 160 gramos por kilómetro de emisión de CO2".
La implantación de esta Zona de Bajas Emisiones tendrá una vigencia permanente "y es coherente con los instrumentos municipales de planificación urbana estratégica y la normativa de calidad del aire y de acción contra el ruido". "El Ayuntamiento fomentará la concienciación ciudadana y la educación ambiental, pilares de esta ordenanza en aras a seguir avanzando en la mejora de la calidad del aire. Para conseguir más información sobre la ZBE se puede consultar la web municipal y las oficinas de atención ciudadana del Ayuntamiento. Y próximamente entrará en servicio una plataforma informática para realizar cualquier trámite, autorización, gestión o consulta al respecto", añade la nota pública.
"Con esta ordenanza, la ciudad de Alicante convierte la obligación de implantar una Zona de Bajas Emisiones en una nueva oportunidad para contar con una ciudad más saludable, más inteligente y con mayor calidad de vida para los alicantinos", ha destacado el vicealcalde y concejal de Medio Ambiente, Manuel Villar. "Estamos garantizando una gestión eficiente del tráfico en la ciudad y protegemos el medio ambiente con el fomento de la movilidad sostenible; y para ello ya hemos peatonalizado varias áreas del espacio público en el centro", ha añadido.
Villar ha agregado que la implementación de la ZBE en Alicante también reporta "un considerable incremento de las inversiones en obras de transformación urbana de gran envergadura como la rehabilitación del frente litoral en el Paseo de los Mártires de la Libertad, la peatonalización de la avenida de la Constitución y la regeneración del eje Gadea-Soto Marvá, que han supuesto un considerable avance para el calmado de tráfico y la mejora de la accesibilidad peatonal tras una inversión conjunta de más de ocho millones de euros".
Por su parte, la portavoz de Vox, Carmen Robledillo, ha destacado que con esta ordenanza "se da cumplimiento a una de las exigencias de nuestra formación incluidas en el acuerdo para la aprobación de los Presupuestos de 2024 y con uno de nuestros pilares fundamentales como partido como es el evitar que las políticas de extrema izquierda, que solo buscan hundir a familias y negocios, sean las que imperen en nuestra ciudad. Queda mucho trabajo por hacer y, como oposición útil a los alicantinos, vamos estar vigilantes para asegurar el respeto a los derechos y libertades de nuestros vecinos".
A su vez, el portavoz adjunto de esta formación, Mario Ortolá, ha añadido que esta normativa sobre la ZBE "cumple con lo que Vox viene exigiendo desde 2021, que no es otra cosa que el no discriminar entre alicantinos que puedan permitirse un coche eléctrico y alicantinos que se vean obligados a moverse por Alicante en patinete o bicicleta, además de no hundir los pequeños negocios con sanciones previstas para el 70% del caso urbano, que es lo que preveía la ZBE original. Las familias y trabajadores en Alicante serán más libres que en otras ciudades gracias al trabajo de los concejales de Vox que, a pesar de no estar en gobierno, negociamos y acordamos siempre en búsqueda del bien común".